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Después de aquel día no me volviste a hablar de RenJun.

Era extraño, estabas tan feliz y no me di cuenta en qué momento simplemente dejaste el tema de lado.

Las tardes juntos empezaron a ser más recurrentes.

Mi madre empezaba a preguntarse por qué salía tanto por las tardes y sobre todo, con quién.

Comencé a amar la forma en la que me hablabas de las cosas que te gustaban hasta el punto que te emocionabas y de vez en cuando empezabas a hablar más rápido mientras tus mejillas se teñían de un hermoso color carmesí con el que solo tú sabías hacerme delirar.

Poco a poco comencé a amar cada una de las cosas que hacías.

No importaba si estabas jugueteando por ahí con una rama, yo amaba verte siendo feliz con lo más mínimo.

Without you • Nomin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora