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"Jaemin al igual que tú ha estado en coma todo este tiempo mi amor, lo han reanimado dos veces en todo el tiempo que han estado aquí"

Mi corazón se estrujó.

"¿Dónde está mamá?."

"Aquí mismo cielo, si quieres más tarde cuando te tranquilices un poco te llevo a verlo."

Sentía que la vida se me iba de las manos, estaba como en trance, me sentía mareado pero como mis pies me lo permitieron me levanté y traté de correr, tenía que saber dónde estabas.

Solo podía escuchar vagamente los gritos de mi madre preocupada mientras yo caminaba lo más rápido que podía, tomando mi abdomen pues en cuanto me puse de pie un fuerte dolor intentó detenerme,

No tardé más de 5 minutos cuando vi a tu madre al pie de tu habitación, sorprendida con mi presencia, como si hubiera visto a un fantasma, no me di el tiempo de hablarle, ella solo dijo mi nombre y se quitó de la puerta.

No pude esperar más y entré a tu habitación.

Cuando te vi en ese momento sentí como si mis huesos pesaran, mi corazón se rompió en pedazos y por fin las lágrimas lograron salir de mis ojos desconsoladamente, estaba destrozado.

Me acerqué a ti lentamente, sin poder creer que estabas ahí, en esa cama, con los pómulos marcados, estabas más delgado, cuando toqué tu mano pude sentir tus huesos a través de ellas.

Quité la manta que te cubría y pude ver una enorme cicatriz en tu abdomen que no hizo más que desesperarme aún más, no podía parar de sollozar y me senté a un lado tuyo donde ahora se, era el lugar de tu madre quien no se había separado de ti desde el accidente.

"Nana, ¿amor, que fue lo que nos pasó?"

Toqué tu rostro y fue ahí cuando pude ver otras ligeras marcas y no pude evitar abrazarte.

Mi madre entró a la habitación y por fin me derrumbe en sus brazos sollozando tan fuerte que incluso desconocía mi voz.

"Mamá todo iba tan bien, estaba por pedirle que se casara conmigo"

"Lo sé cariño"

Se separó de mí y me dio en la mano la pequeña caja negra donde yacían las argollas de matrimonio que te entregaría ese día.

Tu nombre completo estaba en la mía y mi nombre estaba en la tuya.

No pude esperar más, ¿cuánto tiempo me tomaría entregarte nuestras argollas si no lo hacía ahora mismo?.

Tomé tu mano y te puse el anillo, sé que era tonto de mi parte pero en realidad esperaba alguna reacción, un movimiento, aunque sea un ligero suspiro, pero lo único que podía sentir era tu lento palpitar en tu muñeca y el sonido de la máquina registrando cada uno de ellos.

En ese momento pensé que la espera no sería tan larga, no pensé que 2 años más serían necesarios para tener que despedirme de ti.

Without you • Nomin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora