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Habían pasado dos años desde que iniciamos nuestra relación, aquella en la que yo amanecía amándote cada vez más.

Te amaba tanto que decidí que quería despertar y dormir contigo por el resto de mi vida si era posible, aunque aun fuera algo pronto yo quería independizarme, era obvio que si lo hacía tendría que mudarme a un lugar un poco más apartado de tí, es por eso que te hice la propuesta de vivir conmigo y tú aceptaste sonriente.

Recuerdo tu emoción, me hizo tan feliz saber que tú de igual manera querías estar a mi lado, juntos buscamos un lugar que se adaptara a lo que ambos queríamos.

El lugar tenía dos habitaciones.

Al principio fuiste muy tímido y no quisiste dormir conmigo, pero después de una larga plática en la que hubo esos pequeños roces que me volvían loco y tú sentado en mi regazo, finalmente quisiste dormir conmigo, habías dicho que solo dormirías conmigo esa noche, pero fue todo lo contrario.

Empezaste a dormir conmigo todos los días, poco a poco, un día si, un día no, dos días si, dos días no, cinco días si, un día no, no servía de nada intentar dormir separados porque llegabas en medio de la noche buscando el calor que decías amar de mi.
Y algunas veces cuando te escabullías a mí habitación, lo último que hacíamos era dormir...

Without you • Nomin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora