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[𝟮𝟬𝟯𝟴].
𝐋𝐚𝐮𝐝𝐞𝐫 𝐒𝐭.
𝗺𝗮𝗿𝘇𝗼 𝟬𝟴
𝟯:𝟱𝟲𝗮.𝗺.

Se encuentra caminando solo con su hermano en las vacías y frías calles de Detroit. Es tarde y ambos acababan de discutir, pero Elijah no iba a permitir que fuera solo a su casa estando en esas condiciones; borracho. No está muy orgulloso de cómo van las cosas, no está muy orgulloso de que su hermano se la pase teniendo sexo y alcoholizándose; no está orgulloso de que no esté terminando sus estudios, de que no estudie; no está orgulloso de él. Se lo ha dicho, pero como siempre, solo lo ignora, lo toma por alto, como si no le importara, y está bien que no le importe, pero parece no importarle absolutamente nada, ni su propia higiene o vida. 

Gavin se detiene para vomitar sobre sus zapatos, recién pulidos y lustrados. Lo empuja. 

--¿¡Cuál es tu problema?!-- Gavin limpia su boca con la manga de su chaqueta de cuero. 

--No le grites a un borracho. 

--¡Tengo todo el derecho de gritarle a quien quiera!-- exclama Elijah, haciendo que Gavin frunza su ceño y lo empuje levemente, con intenciones de hacerlo molestar más. 

--¡Escúchame bien, tu, hijo de puta!-- grita señalándolo.--¡Lo que eres es un presumido, narcisista, egocéntrico, y me das asco

--Por lo menos terminé mis estudios, hice algo para ayudar en casa, y, ¿Adivina qué? Tengo un futuro prometedor.

--Tus estudios me los paso por el culo, Elijah. ¿Cómo puede ser que te importen más unas hojalatas que tu propia familia?-- antes de que pudiese hacer algo, siente un agudo e intenso dolor en su rostro. Queda noqueado. Abre sus ojos luego de un rato, para encontrar a su hermano ensangrentado, pálido. Se acerca a él, sus manos tiemblan y su corazón late rápido, como si hubiese corrido una maratón. Lo toma en sus brazos intentando reanimarlo.  Las lágrimas comienzan a salir de sus ojos. Intenta detener la sangre con sus manos. Repite constantemente que puede arreglarlo. 

De pronto todo es oscuro nuevamente, no puede moverse y piensa que está atado de manos, intenta gritar, pedir ayuda. Ningún sonido sale de su boca. Comienza a sentir las gotas de sudor resbalarse por su frente. Sus brazos no se mueven. Recuerda la vez que casi muere junto a su hermano y el pánico comienza a invadirlo en su cuerpo. Está solo, no hay nadie quien pueda ayudarlo. Intenta relajarse, respirar con más calma, y finalmente, exaltado, despierta en su cama. Las luces de la noche entran a su habitación, cegándolo, frota sus ojos con fuerza y comienza a llorar nuevamente.

Está harto, está harto de tener el mismo sueño una y otra, y otra vez. Se repite en bucle en su cabeza y lo atormenta en su dormir. Está cansado, solo quiere dormir. Como siempre cada que tiene esa clase de sueños, se levanta de su cama y camina directo a su nevera para sacar una cerveza fría; a su cuarto, para sacar una cajetilla de cigarrillos y cambiarse; finalmente al tejado, en donde bebe su cerveza mientras fuma uno o dos, quizás cuatro cigarrillos. Desde allí admira la ciudad. Las luces lo tranquilizan y hacen que su cabeza deje de ir de aquí para allá, golpeándolo en su interior hasta perderse en ese mar inmenso de incertidumbre. 

Luego de su quinta botella de cerveza toma su teléfono, admirándolo durante unos segundos, pensando bien en lo que hará. Espera pacientemente a que contesten del otro lado. 

--Son las 3 de la mañana. 

--Lo sé... 

--¿Y bien? Mañana tengo que levantarme temprano.-- vocifera. 

--Tú, bueno, esto sonará raro viniendo de mí, y es la primera vez que hago esto, pero... Uh... ¿Estás bien?-- su hermano titubea al otro lado de la línea. 

--Estoy bien. 

--¿Estás seguro?-- nuevamente titubea.-- Si quieres que vaya, lo haré. 

--No, no quiero que vengas. --frunce su ceño al oírlo. Espera casi impaciente al titubeo de su hermano, que parece eterno. --Bien, estoy bien, ¿Era eso?-- se queda callado reteniendo algunas lágrimas. Pasó hace años, ¿Cómo puede seguir mal por eso? Carraspea. 

--¿Por qué eres así?-- pregunta irritado y ronco. 

--No discutiré contigo, no de nuevo.-- y cuelga. Tira su teléfono con ira, las lágrimas no dejan de salir de sus ojos. Está furioso, y un poco borracho, y esas no son buenas combinaciones. Vuelve a su departamento, para destruir todo lo que esté a su alcance, y una vez que casi todo está destrozado, vuelve a su cuarto para intentar conciliar su sueño. 

𝗺𝗮𝗿𝘇𝗼 𝟬𝟴
𝟰:𝟬𝟬𝗽.𝗺.

Es el día siguiente y no durmió ni un carajo. 
Nuevamente su humor por los suelos mientras se dirige a la estación. Richard no está afuera de la estación esperando, como suele hacerlo, así que supone que está dentro, y más le vale, porque quiere uno de los cafés que suele hacer. Al entrar en la estación se encuentra de frente con su androide, quien estático lo saluda amablemente. Ambos caminan juntos al escritorio. 

--Iba a buscarlo.

--Menos mal que no lo hiciste.-- el androide responde desconcertado, y el detective hace un ademán con su mano para que lo tome por alto y le reste importancia. Suspira frustrado y reposa su rostro en sus manos, depositando en ellas algo de la rabia que tenía retenida de la noche anterior.

--¿Se encuentra bien, Gavin?-- el mencionado titubea al observar en sus grandes ojos azulados una mirada diferente. En ella no hay un vacío, o fríaldad, en ella hay genuina preocupación, una preocupación que creía extinta, porque, ¿Quién se preocuparía por él?

--No.-- responde en un delgado hilo de voz. --pero, bueno, no es algo que no pueda...

--Gavin, sabe que puede confiar en mi. Soy su compañero. --Gavin observa al androide como un niño pequeño admiraría a su héroe de infancia. Alguien ofreciendose a escuchar sus problemas matutinos. Son cosas que rara vez suceden en su vida. --¿Qué ocurrió?-- pregunta, y en su rostro se refleja aquella pequeña gota de preocupación que parece gritarle con una emoción creciente: "¡Dilo!"

--No sé porqué le doy tanta importancia, pero tuve una pesadilla, y, bueno...-- dice mientras ríe nerviosamente, da una veloz mirada al androide, quien solo lo observa expectante y comprensivo.-- No tienes que escuchar si no quieres, ¿Sabes?

--Oh, no se preocupe, fui programado para esto. Aunque no soy un negociador como Connor, claro; mi trabajo es tratar con divergentes, y cazarlos en la medida de lo posible, pero esto no es sobre mí. Cuénteme más sobre este sueño que tuvo.-- Gavin suspira y procede a contar de la manera más resumida posible lo que ocurrió en su sueño; la discusión, el vomito, el golpe. Todo. Richard solo escucha, asintiendo de vez en cuando cuando él hacía preguntas al aire.

Le gusta... ¿Esto? Que lo escuchen, se siente bien. Es como ir al baño después de aguantar durante mucho tiempo las ganas de entrar, pero mejor. No encuentra mejores palabras para definirlo.

Pero si se siente bien hacerlo, ¿Por qué se siente tan mal? Deja de hablar y observa al androide; sus ojos profundos, sus cejas delgadas, su cabello sedoso. No puede ser.

Se levanta de su asiento.

--Debo... Iré por un café.

--Lo acompañ...

--¡No! No, tu... Quédate.

[Gavin ^^^]

︎comprensivo☁︎

Morfina.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora