VIII

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Llegando a su habitación luego de trepar por la ventana (y caer de culo) Emilio se sentó, tomó su guitarra y comenzó a tocar. Pronto había terminado de escribir una nueva canción y al ver la hora notó que eran pasadas las 2 de la mañana.
Que suerte tuvo de no despertar a sus padres.
Ese día era domingo, el cumpleaños de Joaquín y su boda sería el lunes. Mismo día en el que tendría que terminar de invitar a sus amigos de la universidad. Todos se volverían locos. Así mismo todas sus cosas terminarían de ser trasladadas a su nueva casa, la cuál él siempre pensó que era una exageración. Ya disfrutaría ver a Joaquín redecorar el lugar como quisiera. Si es que tenía ganas de aparecerse el lunes por la noche.
Rogaba porque sí. También pensaba que había exagerado un poco. Solo un poquito. ¿Verdad?

Tomó la manta de Joaco entre sus manos y suspiró. De verdad la había cagado. En el fondo, quería ser el chico dulce con el que Joaquín siempre soñó, pero era adorable cuando el más bajo se enojaba. Sonrío, porque al día siguiente (o más bien en las próximas horas) iría de nuevo a ver a sus futuros suegros. Sí, no estaba nervioso.

Tocó la puerta y...

—Emilio, un gusto tenerte con nosotros, pasa hijo, eres bienvenido aquí siempre, Joaquín está arriba—

—Buenas gracias y muchas noches—

Seh, para nada nervioso.

Los señores Bondoni se rieron y luego de que Emilio subió comenzaron a hablar entre ellos.

—Eli, ese muchacho me agrada demasiado, es muy cómico—

—Nuestro bebé es muy afortunado, ¿No?—

—Aún no entiendo cómo es que Osorio aceptó apesar de que Joaquín fuera un chico y no una chica como se esperaba—

—Una mujer siempre sabe persuadir—

Llegando al piso de arriba, Emilio sacudió su camiseta, ajustó su chaqueta negra y comenzó a caminar hasta la habitación de Joaquín. Había pasado mucho tiempo.
Mientras tanto Joaquín.....

—My smile is beamin', my skin is gleamin'
The way it shine, I know you've seen it
I bought a crib just for the closet
Both his and hers, I want it, I got it, yeah

I want it, I got it, I want it, I got it
I want it, I got it, I want it, I got it
You like my hair? Gee, thanks, just bought it
I see it, I like it, I want it, I got it —

Emilio miró la puerta entreabierta y escuchó la voz de Ariana Grande venir de ahí.
Decidió entrar y miró la habitación vacía. El sonido ahora era más claro y provenía del baño.

La curiosidad se hizo grande en él y decidió hablar.

—¿J-Joaco?—

No hubo respuestas y prefirió hechar un vistazo por la habitación de Joaco. Todo lucía muy diferente a cómo lo recordaba. Sin embargo Joaquín aún tenía al pequeño oso de peluche a un costado de su cama. Emilio sabía que durante las tormentas, Joaco lo abrazaba y lo ayudaba a tranquilizarse. Lo tomó entre sus manos con una sonrisa remembrante.

El día estaba muy soleado, el verano estaba por llegar a su fin, tal como la amistad de estos dos pequeños, aunque eso ellos aún no lo saben.
Un Emilio regordete y entusiasmado tocaba la puerta de los Bondoni con una pequeña bolsa entre sus manos.

—Oh Emilio, ¿Es ese un obsequio?—

—Así es señora, ¿Está Joaco?—

—Él está allá atrás, le diré que estás aquí y les haré limonada. Pasa—

𝒄𝒂𝒔𝒂𝒅𝒐 𝒄𝒐𝒏 𝒖𝒏 𝒊𝒅𝒊𝒐𝒕𝒂|| emiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora