"La isla de los Perdidos"

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-El pobre e insípido olor de la isla inmediatamente llegó a su nariz, de alguna manera le hizo sentirse mejor, ya estaba en su hogar, de vuelta a donde nació, entró a la barrera muy fácilmente, pero una vez dentro ya no puedes salir, subió las piedras rocosas que formaban una escalera, se escondió detrás de una de las muchas pilas de basura que habían por toda la isla, de la mochila que tenía consigo sacó una larga capa oscura, la ropa que tenía la delataria enseguida, tenía que llegar a su cabaña para cambiarse sin que nadie en la isla se diese cuenta-

"Si alguien me encuentra ahora irán directo a llamar a alguien a quien no tengo ganas de saludar por ahora..."

-Se colocó la capucha de su capa y se escurrió entre las sombras hasta su vieja casa de "reunión"

Cuando era niña solía decir que aquella vieja cabaña era su cuartel del mal, nadie nunca además de Jack, Rapunzel y Tadashi había entrado ahí, con el tiempo se convirtió en su hogar, todos los días se la pasaban entrando y saliendo, incluso dormían ahí, los 4 se encargaron de mejorarla, en su mayoría estaba reparada por hielo y cosas robadas, eso la hacía aún más acogedora.

Para acceder a ella se tenían que saltar los techos de algunas casas, hacía divertido el entrar y salir, pero está vez no se sentía así...

Pasó los techos caminando tranquilamente, al llegar a la entrada no hizo el truco que solía hacer, tampoco con esa sonrisa, ese ánimo, por primera vez en años lo hizo como si fuese la primera vez en ese lugar.
Todo estaba oscuro, había polvo por todas partes, aún había cosas tiradas de la última vez que estuvieron ahí, dejó su mochila donde siempre y se sentó sobre un sofá a mirar todo a detalle, parecía que el tiempo no había pasado, ojalá así hubiese sido, sus ojos se cristalizaron, ella los acarició un par de veces para evitar llorar.

Sin esperar mucho ahí se levantó y fue a su habitación, un viejo y gran cuarto donde ella tenía muchos cachivaches, la pintura de la pared era oscura y tenía muchos dibujos, se recostó sobre la cama y suspiró hondo, sentía mucha presión en el pecho, no podía hablar, siquiera hacer movimientos bruscos, sin darse cuenta su triste aura hizo que el lugar comenzara a llenarse de pequeños copos de nieve, estaba muy enojada y decepcionada a la vez consigo misma, cerró sus ojos con fuerza y la tristeza le gano, rompió en llanto y se tapó el rostro sintiendo vergüenza de quien era y de lo que ahora hacía-

Elsa: Perdón... Perdoname... Te extraño... Te necesito... vuelve... -Susurro en voz baja mientras lloraba-

-Había algo más cerca de ella, ésto la incomodo, no sabía que era, pero su presencia era extraña, al abrir los ojos encontró una estatua de hielo del joven castaño frente a ella, se limpió los ojos lo mejor que pudo y se sentó para verla atentamente...

¿Cómo había llegado ahí?... Observó la habitación, toda su magia se había concentrado en un solo punto en la habitación, ¿Cómo lo hizo? Antes lo había intentado sin ningún resultado, ahora sin querer había congelado todo su cuarto?...No pudo prestar atención, lo único que pensaba era que necesitaba ver esos ojos, esos dulces ojos que siempre la miraron con felicidad, ahora solo era su imaginación-

Elsa: Perdoname...Quiero que vuelvas -De nuevo rompió en llanto mientras corrió a él para abrazarlo con fuerza- Por favor......

Quiero que vuelvas -De nuevo rompió en llanto mientras corrió a él para abrazarlo con fuerza- Por favor

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We Are The Villains 2 {De Vuelta En la Isla}...[Hiccelsa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora