Capítulo doce

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-¿Ah, no? -Pues si no es ninguna cita no os importará que me quede a cenar con vosotros -Sugirió Vegetta-
-No hay cena de sobra, lo siento -Le respondí yo-
-No pasa nada, me traigo la cena de mi casa y cenamos juntos aquí -Bromeó Vegetta-
-Tú, Vegetta, pirate, es una cita, no la cagues -Informó Frank-
-¿Ves como no es tan difícil reconocerlo Franker...? -Seguía bromeando Vege-
-Vegetta... -Le recordé yo-
-Me voy, me voy -Dijo Vege con las manos en alto dirijiendose a la puerta-
Cuando estaba entornando la puerta para por fin irse gritó:
-Venga, Frank, ataca como un champion que eres ¡AU AU AU!
Y despues cerró la puerta.
-¿Cenamos? -Preguntó él acercandose a la mesa-
-Sí, claro, creo que la comida se ha quedado fria, ¿La caliento? -Sugerí-
-Sí, porfavor -Respondió Frank levantandose junto a mi hacia la cocina-
Metí su plato en el microondas durante cuarenta segundos.
-¿Te he dicho ya lo guapa que estás? -Recordó-
Me sonrrojé y miré al suelo tímida gesto que causó una leve risa de Frank. El timbre del microondas pitó como señal de que la comida ya estaba lista, lo saqué y metí mi plato.
Cenamos y decidimos sentarnos con unas copas de champán mientras contabamos cosas sobre nosotros para conocernos mejor.
-Soy de pueblo -Confesó Frank riendo con su copa en la mano-
-Me dan miedo las mariposas -Declaré-
Me miró fijamente, a los ojos, por un momento pensé que me besaría hasta que comenzó a reirse como si no hubiese un mañana.
-¿Las mariposas? -Preguntó mientras se reía-
-Si, de cerca son muy feas y tienen una trompa como los elefantes -Reconocí riendome como él-
-Creo que debería irme ya, son las cuatro de la mañana -Recordó el-
-Vale, te acompaño a la puerta
-Me ha encantado esta cena, _____, lo he pasado muy bien contigo -Confesó-
-Y a mi, Frank, Buenas noches -Dije abrazandole-
-______, espera -Dijo-
-¿Qué? -Pregunté confusa-
-¿Puedo besarte? -Preguntó susurrando-
-¿Qué?... -Pregunté confusa al oir eso-
-¿Que si puedo... besarte? -Repitió avergonzado-
-Por supuesto -Respondí casi más avergonzado que el-
Y nos fundimos en un dulce y suave beso, noté como Mangel, Rubén y Vagetta nos vigilaban cada uno desde la mirilla de su casa pero me dió igual, ahora solo me importaba Frank.
Me metí en mi casa y decidí tomarme un vaso de leche de soja caliente mientras recogía la mesa que Frank se había ofrecido a recoger.
Sonó el timbre, las cuatro y veinte de la noche, miré a la mirilla con miedo de quien podía haber podido ser.
-¿Frank? -Pregunté abriendo la puerta-
Me encontraba con una camiseta larga de Juego de Tronos que me llegaba por los muslos y debajo un pantalón tan corto que no se veía.
-¿Que haces aquí? -Pregunté-
-¿Puedo pasar aquí la noche? La grúa se ha llevado mi coche y hasta mañana no me lo devuelven -Dijo avergonzado por su pregunta- Si no puedes voy a casa de Vegetta -Sugirió-
-No, claro, pasa, pasa -Dije abriendo más la puerta-
Quedó sorprendido con mi pijama, me miraba de arriba a abajo, gesto que me incomodó un poco y estiré mi camiseta lo más abajo posible. Él rió.

YOU MAKE ME WANNA DIE {sTaXx y tu}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora