YO...EL ZOMBIE

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Me habia perdido de nuevo, esta era la quinta o séptima vez en el mes que habia perdido el rumbo de mi camino, pero no estaba solo, lo que una parte de mí se alegraba debido a las condiciones que vivíamos ahora, ¿Qué año era? ¿2019? 2025? No, tampoco recuerdo eso. Camino tan lento con mis dos pies izquierdos, y una bala enterrada justo en la pantorrilla de uno de ellos, pero no hay problema no lo siento, asi que continuando andando.

Hoy está lloviendo, parece ser que es época de lluvia en esta temporada del año, tal vez sea verano. Mientras camino veo mi reflejo proyectado en una ventana rota de lo que una vez fue una tienda departamental. Si definitivamente necesito dormir más, veo unas grandes bolsas negras cubrir bajo mis ojos, mi piel es más pálida de lo que una vez fue, pero me quedaba perfecto, a excepción de las grandes y horrorosas marcas que pueden verse a simple vista, en la parte de mi cuello, y unas cuantas en mis mejillas y brazos. No podía quejarme, en definitiva, creo que soy el más decente aquí... aún, agradezco que mis ropas sean un poco oscuras asi puedo disimular toda la sangre. Las personas aquí no toman en serio su aspecto físico, todos tienen esas marcas y su piel blanca, y esos molestos gruñidos que hacemos, caminamos tan lento cuando estamos tranquilos, el lado bueno es que te permite disfrutar un poco la vista de la hermosa ciudad que esta en cenizas, en lo que se convirtió Seúl y el resto del mundo.

No me gusta menospreciarme, tengo una alta autoestima de mí mismo que no logro entender porque me encuentro aquí, pero tampoco lo recuerdo y en realidad no quiero saberlo. Las personas aquí, si es que puedo llamarlas de ese modo, caminan sin rumbo fijo, algunos encerrados en el comedor, fingiendo rescatar la vida que tenían, otros atrapados en el ascensor sin saber cómo salir, lo sé porque reconozco al chico que aprieta el botón y me saluda con su única mano derecha; la otra no existe, cada vez que ingreso a el. Y aquí estoy yo, subiendo al piso 04 para poder ir a la sala de audio y musica. No sé qué tipo de edificio sea este, tal vez un museo, una compañía de musica o un teatro, pero sin duda me voy por la segunda opción. Trato de imaginar este sitio como si estuviese vivo, literalmente, me imagino cantando o tocando algun instrumento pero ahora es inútil poder sujetar las baquetas con unas manos tan tiesas y, un sentido del ritmo y coordinación nefastos, imagino poder saludar y hablar con los demas, sonreírles. Comer en el gran comedor de la primer planta y jugar en la gran sala de videojuegos incluso ver una pelicula en el cine de este sitio, pero no es posible ahora.

 Asi es mi vida la mayor parte del tiempo, camino desde mi casa; cuando no olvido donde está, y me dirijo a este sitio, doy vueltas por el lugar, choco con algunas cosas y subo al piso 04, y todo es un ciclo. Una parte de mi quisiera hacer algo para cambiar las cosas, pero ha pasado tanto tiempo que aveces creo que no exista esperanza, aquí todos estamos muertos.

Trato de ser optimista, siempre arreglo mi aspecto para agradarle a los demas, recojo discos de vinil o algunas cosas que se me hacen interesantes y las llevo a casa, la musica clasica y el jazz son mis favoritos recientemente. En cuanto a los otros los observo a los ojos esperando recibir una respuesta pero nada, nadie me entiende en este lugar, excepto mi amigo Kai, si lo sé, es increíble tener un amigo en estas condiciones pero más raro es saber que existe alguien que no te considera un completo lunático y que no eres el único que cree que algun dia las cosas mejoran.

Al final de todo nadie sabe que fue ocasiono la apocalipsis en el mundo, tal vez los vivos lo sabrán, pero cuando los vemos no nos detenemos a charlar un poco, no existe esa oportunidad, lo único que buscamos es su cuerpo, su sangre y los órganos. Yo en lo personal, al igual que unos cuantos queremos el cerebro, ese órgano que nos permite saciar nuestra hambre pero tambien experimentar algunas sensaciones, poder regresar a lo que una vez fuimos, aunque solo sea por corto tiempo. Los seres humanos siempre han sido misteriosos, y un tanto difícil de encontrar en el centro de la ciudad, ellos siempre estan a las periferias alejados de nosotros. Es entendible, la mayoría de nosotros nos hemos quedado aquí, convertimos esta ciudad en una especie de hogar, algunos vienen de paso y otros nos hemos quedado, esperando algo.

Hoy baje más temprano de lo usual, me topé con el mismo chico sin el brazo en el ascensor, me pregunto si todo el tiempo de queda ahí ya que nunca lo he visto con otra ropa que no sea sus jeans y una sudadera verde. Me dirijo al comedor, es increíble que se mantenga un poco ordenado, algunos aparatos siguen en funcionamiento y otros no, provocando que la comida apeste, me llama la atención ver ahí sentado a mi amigo Kai luciendo unos jeans azules y una playera de Gucci, nos quedamos mirando y tomo un banco a lado suyo. Siempre he creído que Kai era un bailarín,antes de que "muriera",  lo he descubierto tratando de moverse y girar, pero siempre fracasa cayendo al suelo como un saco de papas, aun asi lo intenta y admiro su perseverancia, tambien lo he visto en la pequeña sala de cine viendo una especie de concierto y obras musicales o de teatro, jamas lo habia visto tan entretenido,parece ser que le gusta el arte. Me gruñe tratando de iniciar una conversación, pero es un fracaso y despues de unos segundos vuelve a hacer los mismos sonidos hasta que por fin lo dice.

-Comida- trata de hablar

Aunque son pocas palabras nos entendemos, sabemos cuándo es hora de ir por comida.

-A... fuera...- intento explicarle- lejos... ciudad. Es lo mejor que pude hacer.

Asiente y persuade a otros más para iniciar el viaje, y mientras salimos del edificio, miro mi atuendo de hoy, sintiéndome un poco molesto por lo que llevo puesto, si es una pena... usar una camisa blanca en el dia de la caería. 

Los muertos ꞤO sientenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora