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Kaien junto con Kaname y Kai fundaron una academia en la cual tanto los humanos como los vampiros convivieran anónimamente, las chicas de la clase Diurna siempre se juntaban en la entrada para ver como salían y entraban los de la clase nocturna.
Siempre como líderes, estaban Kaname y Kai (que eran a los que más amaban a las chicas), para mantener el orden estaban los prefectos, Yuuki, Zero y Mei, a los dos últimos no se le hacía difícil mantener el orden, con una solo mirada de ellos le helaba las sangre a las chicas.
Lamentablemente, el pan dulce de Yuuki no cargaba la misma suerte.
Era un día un poco movido ya que en dos días seria el día del chocolate por lo cual las chicas estaban emocionadas.
Zero mantenía controlada su fila, igual igual Mei quien tenía sus audífonos puestos escuchando música, ignorando su alrededor, mientras su fila estaba casi a tres metros lejos de ella.
Yuuki tenía muchos problemas, las chicas se les estaban saliendo de control logrando que casi se cayese.
Como si fuese un super poder, Mei miro hacia el lugar donde se encontraba Yuuki y camino hacia donde ella, las chicas estaban tan concentradas en su griterío que no notaron a la chica.
-yo te ayudo, Yuuki-chan-dijo con una voz bajita y hasta diria que inocente.
Yuuki preocupada por el bienestar de los estudiantes negó repetidas veces.
Zero que veía todo desde su fila, tenía una media sonrisa, siempre era divertido ver a Mei en acción.
-Chicas, con calma-dijo con la misma voz bajita.
Por la puerta comenzaron a entrar los estudiantes de la clase nocturna, Kai al notar que Mei no estaba en su puesto se detuvo, haciendo que los demás estudiantes hiciesen lo mismo.
Mei quien se había prometido esa mañana que tendría paciencia, se cansó.
5 aplausos
Siendo cada aplauso más fuerte que el anterior, logrando asustar a las estudiantes, quienes la miraron con horror.
-¡las quiero a cada una, tres metros alejada de nosotras, o no me hare responsable de traumas de por vida!
Todas asustadas se alejaron, Mei al darse cuenta de la presencia de los estudiantes de la clase nocturna volvió a su fila, la cual se alboroto con gritaros de emoción que fueron callados con una mirada de Mei.
Kaname se detuvo frente a Yuuki y mientras Kai hizo lo mismo con Mei.
-Hola Mei-dijo Kai, con una sonrisa encantada.
Mei hizo una leve reverencia.
-Hola, Kai-sama-dijo la pelirosa, respetando la diferencia de estatus.
-Dulce Mei, los años que tenemos conociéndonos, nos han dado el permiso de no usar honoríficos entre nosotros.
Mei se sonrojo y desvío la mirada, al sentirse intimidada por el vampiro
Kai puso su mano en el pelo de Mei acariciándole levemente, Zero sin soportar la escena, halo a Mei y la puso detrás de sí.
Los ojos de Kai brillaron de un color borgoña, y sin intimidarse, Zero miro a Kai sin pestañas.
Kaname al darse cuenta fue al lado de Kai y puso una mano en el hombro de este, Kai le regalo una sonrisa a Mei
-Nos vemos, Mei.
Sin más comenzó a marcharse junto con Kaname que le regalo una sonrisa a Mei antes de irse, Zero separo lentamente de Mei.
-¡Todos a sus hhabitaciones-La voz de Zero salió más frío de lo que se esperaba y sin pensarlo todos los estudiantes se marcharon.
Yuuki se acercó a Mei y la abrazo, al ser un poco más alta apoyo su cabeza en la de ella, quien fulminaba con la mirada a Zero.
-Mei, Zero solo quiere protegerte-dijo Yuuki tratando de tranquilizar el ambiente-aunque no haya ningún peligro.
-Ambas deberían mantenerse lejos de ellos-dijo Zero mientras seguía caminando, Yuuki lo siguió, Mei se dio la vuelta para seguirlos.
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Las noches no eran las favoritas de Mei, no le gustaba hacer patrullas, prefería mil veces acostarse en su cama y dormir.
Pero lamentablemente no podía.
-Las noches serian más sencillas si...-Mei dejo de hablar en voz alta, al sentir una presencia detrás de sí.
En cuestión de segundos saco una Blood rose, y le apunto al desconocido.
-Aido-kun-Miro con cierto desdén al estudiante-¿Qué pensaba hacer?
El vampiro bufó.
-Siempre tan desconfiada.
-No lo sería, si no me diese razones para serlo.
-Solo pasaba por aquí, y la vi hablando sola, me preocupe.
La burla destilaba de cada palabra dicha por el rubio, Mei dejó de apuntarle, y le disparo a una rama muy cerca de su rostro.
-Regresa a clases.
-Como ordene, Mei-Sama.
Chasqueando la lengua con disgusto, Mei observo al rubio desaparecer.
-Vaya problema.
Sin esperar más, Mei llegó hasta el jardín, donde el ruido de una hermosa fuente llenaba el silenció.
Mei pensó en su vida, como era actualmente, ya había terminado sus estudios, solo estaba ahí.
Mentiría si no dijese que sabia que era lo que sucedía, sin evitarlo, miró a la luna, notando la destacable belleza de esta.
-"le dire a la luna que bese tu sombra...
-Le pediré al viento que acaricie tu cuerpo...-escucho como una voz continuaba.
-Le pediré al cielo que te diga... te amo"
Kai sonrió con cierta nostalgia.
-Tu poema favorito.
-Me sorprende que lo recuerdes.
-Yo siempre recuerdo todo lo que sea sobre ti, Mei.
Mei sonrió sin mirarlo, sin decir nada más, la chica suspiro con cierto cansancio, delatándose frente a Kai.
-¿Hace cuanto no duerme?-Pregunto acercándose a ella con cierta cautela.
-no ha pasado mucho... tiempo-Murmuro bostezando.
Sin más, Mei cayó dormida en los brazos de Kai quien sólo negó con una leve sonrisa.
