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Tres días, tres largos días en los cuales, Mei no salió de su habitación, Shiki intento hablar con ella y solo recibió silencio, al igual que Kai, Kaname, Ichijo y todos los demás que lo intentaron.
Solo había silencio, nadie había logrado sacar a la chica de su cuarto, había momentos en los que se escuchaba el cambio de página cuando leía.
Toc,toc.
—Vamos Mei—El suave murmuro de Rima lleno el silenció —Habla conmigo.
—Rima.
La ronca voz de Mei sorprendió a todos aquel que fuera un vampiro.
—Desaparece.
Auch.
Y de nuevo silencio, el comentario no había ofendido a Rima en lo más mínimo, prefería palabras ofensivas, pero, al fin y al cabo, palabras.
Hasta ese mismo día en la noche, Mei salió de su cuarto, sorprendiendo a todos, y logrando ver una nueva cara de Kaname.
La preocupación.
En silencio salió del recinto y camino sin rumbo, hasta que escucho la voz de Yuuki.
—¿Eres un Vampiro, Cierto?
Interesada por saber, Mei se acerco viendo a Yuuki del otro lado de la reja, hablando con un desconocido.
—¿Dónde está el otro guardián?
—¿Qué quieres conmigo?
Y Zero hace su gran aparición, el vampiro desconocido vuelve a hablar.
—En nombre del consejo, por el asesinato de la pura sangre Shizuka Hío, se ha dado la orden de ejecutarte.
Sin decir más, Zero lo sostuvo del brazo y lo tiro al suelo, dando una negativa, le disparo con la Bloody rose.
Más vampiros del consejo aparecieron, y sin pensarlo, Mei salto la reja, y sacando su arma, se puso delante de Mei.
—¡Mei-chan!
El grito de sorpresa de Yuuki fue completamente ignorado por la chica, quien sólo miró a los vampiros.
—Que disgusto—Chasqueando la lengua, Mei miro a todos con desagrado—Den un paso, se los ruego.
Mei estaba más que lista para disparar, lamentablemente los vampiros de la clase nocturna hicieron su aparición.
—Kuran Kaname-Sama, si una pura sangre como usted, se interpone en nuestro camino, no podremos seguir con nuestra misión.
—Lo sé.
—Bien, se le notificara al consejo su posición en esto.
Sin más, todos los vampiros desaparecieron, con ello, Zero se fue cansado de todo el drama, Yuuki iba a seguirlo, pero se detuvo a agradecer a Kaname.
Kaname intento tocar a Yuuki quien se hecho para atrás negándose a su contacto.
—¿Pero como te atreves?
Al notar como Ruka daba un paso, Mei dio otro acercándose a ella, Ichijo notando la forma defensiva de la peli rosa, se interpuso.
—Tranquila, Tranquila, Todos retírense por favor.
La discusión de Yuuki y Kaname iba en aumento, Mei cansada comenzó a caminar en dirección contraria.
—Aido—Susurro sintiendo los pasos de esta—¿Por qué me sigues?
—Ordenes, Mei-chan.
—¿De quien?, ¿De Kaname? O de ¿Kai?
Aido miro a la chica con cierta duda.
—Es como si no fueses tú, después de Shizuka, es como si fueras otra persona.
—Kaname desconfía de mi, ¿Cierto?
Aido no le dio una respuesta, a lo que Mei suspiro y comenzó a caminar, notando como el chico la seguía, Aido era sin duda alguna participante de la exclusiva lista de personas a las cuales Mei le pediría ayuda, en caso de necesitarla.
Mirando de reojo al chico, Mei no pudo evitar sonreír con sinceridad por primera vez en 3 largos días, porque, aunque la lealtad de Aido siempre seria de Kaname, sin duda alguna, había una parte de esa lealtad, que, de alguna manera, era de ella.
—¿Que te preocupa?
La pregunta de Mei acorto el silencio que habitaba, causado una expresión de sorpresa en Aido, al darse cuenta que no había disimulado muy bien.
—Nada, solo pienso.
Mei no insistió más, sabía que el iría a ella eventualmente, por lo que siguió con su caminata, deseando que los días pasaran con más rapidez.
Aido desapareció de su vista en algún punto, cosa que no le molesto, Mei se encontró escuchando la conversación para nada agradable de Kaname y Zero, las siguientes palabras de Kaname la hacen suspirar de cansancio.
—Gracias a mi pudiste salvar a Yuuki, lo que significa que quien la salvo fui yo.
Recargándose en uno de los árboles, Mei observo a Zero, quien seguía paralizado en su sitio, ver a Zero, era como ver a un extraño y ese sentimiento le dio deseos de agarrar su arma y dispararse a sí misma.
Como fue que pasaron de ser inseparables a no poder mirarse a los ojos, estar en el mismo lugar, respirar el mismo aire.
—Si, es algo que un narcisista pura sangre diría—Hablo Mei llamando la atención de Zero—Ya sabes, son expertos en creerse mejor que todo el mundo, tal vez, lo sean.
—Tsk—Zero la observo por completo—Pareces un vampiro.
—Es el halago mas bonito que me has dado.
—No es un halago.
—¿Enserio creíste que luego de darte su sangre, Kaname te dejaría quedarte con todo el crédito?
Zero iba a defenderse, pero se interrumpió a si mismo antes de hablar y miro a Mei con el ceño fruncido.
—¿Tu como sabes eso?
—Solo lo sé—Encogiéndose de hombros, Mei comenzó a caminar alejándose del chico—lo se.
