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Silencio, silencio.
Solo había eso, Mei se levantó de su cama y se acercó a la puerta entre abierta, que destellaba una luz, sin más la empujó.
Al entrar, vio que era una mansión, una muy hermosa, un dolor de cabeza se hizo presente, acaricio su sien tratando de calmar el dolor.
Gritos, muchos gritos.
El olor metálico de la sangre lleno sus pulmones, haciéndola jadear.
-Hay viene, tienes que correr, ¡Corre!
Mei comenzó a correr con desespero, mientras escuchaba los gritos con más fuerza y como algo trataba de Alcanzarla, sin pensarlo entro a un cuarto parpadeo y solo había oscuridad, y de repente una mano llena de sangre toco su brazo.
Un fuerte grito salió de los labios de Mei y comenzó a jadear y tratar de soltarse de los brazos que intentaban agarrarla.
-¡Mei, Mei, Mei!
Yuuki intento calmarla y la abrazo en un acto de desespero.
Mei al ver que quien la abrazaba era Yuuki la abrazo con fuerza tratando de calmar su alterado corazón.
Luego de varios minutos, Yuuki logró tranquilizarla y que volviese dormir.
-Ay Mei-Susurro, acariciándole el rostro-Había pasado mucho tiempo desde una de tus pesadillas, ¿Qué las habrá detonado esta vez?
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En la mañana había sucedido un accidente para nada agradable, Zero había sobre pasado la raya al hablarle a Kaname de una forma irrespetuosa.
Mei no soporto su comportamiento e intervino, logrando que Zero se enojase con ella.
A consecuencia, la noche fue pasifica, tanto que preocupo a Mei no ver ni a Zero ni a Yuuki y comenzó a buscarlos.
Pero se encontró con Senri Shiki, quien parecía estar esperandola.
-Senri-Kun, ¿Por qué no estás en clases?
-Me aburria, y quise verte.
Mei frunció el ceño y se acercó al joven, analizo su rostro, alzando su mano, acaricio la mejilla de este.
-Nunca aprenderás a mentir, Shiki.
Ambos miraron al lado izquierdo, sin moverse en lo más mínimo, Rima sonrió levemente.
-Nos vamos, Hola Mei-Chan.
Entonces, Mei lo noto, Senri esperandola sin Rima, Senri mintiendole, y todo encajo como pieza de ppuzzle.
Miro a ambos vampiros con molestia.
-A sus aulas, ¡Ya!
Corrio sin más rodeando todo el campus, se detuvo y cerró sus ojos intentando concentrarse, aún con los ojos cerrados se oriento hasta que escucho las voces.
Encontrándo a Yuuki y a Zero rodeados de los chicos de la clase Nocturna.
-Esto no solo es una falta de respeto al director-Hablo Mei en voz alta- es una falta de respeto a Kaname-Sama, a Kai-Sama, retírense y ignorare su falta.
-Ya llegaron las niñas-Susurro Ruka con cierto molestia y cansancio.
Al parecer ese no era el mejor día de Mei, el comentario de Ruka se sintió como una piedra en su estómago.
Aunque el comentario no era en sí ofensivo al extremo.
-¿Saben que?, síganme, iré personalmente a sus aulas.
Sin decir una palabras más, los vampiros la siguieron en silencio, el ambiente estaba tenso.
No paso mucho tiempo para que llegarán al salón, Mei toco dos veces.
-En un momento.
La respuesta que vino de adentro del salón hizo a Mei fruncir el ceño.
Y toco dos veces más.
La puerta se abrió dejando ver a una Profesora que no se veía para nada feliz.
-Señorita, estoy dando mi asignatura, ¿Qué desea?
-Traje estos alumnos que estaban afuera y...-Fue interrumpida.
-No los aceptare en mi clase, así que retírense.
Y cerró la puerta con un portazo, Mei guardo silencio, Aido un poco asustado, dio un paso adelante.
-Bueno, tal parece que nos quedamos sin clases, ¿Nos retiramos?
-Aido-regaño Ruka-no es el momento para tus bromas.
-No bromeo, solo pregunte.
Senri Shiki miro a Mei, quien aún miraba la puerta y tal parecía que no respiraba.
-Eh, Hanabusa-Llamó Kain-No está respirando.
-¿Quién no está respirando?
Aido giro y observo a Mei, quien realmente no estaba respirando.
Mei dio dos pasos para atrás, y en un rápido movimiento le dio una patada a la puerta.
-¿Pero que carajo...?-Exclamó Ruka, al sentir como el piso vibro levemente.
La puerta estaba igual hasta que Mei con su dedo la empujó levemente hacia atrás, a lo que esta cayó completamente al suelo.
Puso sus manos atrás en su espalda y camino hasta estar enfrente de toda la clase.
-Hola, traje a Rima toya, Ruka, Kain Akatsuki, Senri shiki y Hanabusa Aido-Nombro mientras usaba su dedo para señalarlos- Disculpen las molestias.
Los vampiros vieron al chica con asombro, mientras esta agarraba la puerta del suelo y la acomodaba de nuevo en su lugar
