Epílogo

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Seis años y medio más tarde Sam disfrutaba de la nueva ella en quien se fue convirtiendo sin descuidarse ni por un segundo de la esencia que la caracterizaba, era mucho más fuerte emocionalmente, físicamente su cuerpo dio un impresionante giro de ciento ochenta grados, adquirió confianza y amor para sí misma, ya no tenía miedo de tomar cualquier tipo de riesgos ni de dar su opinión, pero lo más importante, aprendió a transformar el dolor y la ausencia pasada y presentar que la llegara a abrumar en absoluta felicidad; cuando alguien se le acercaba para preguntar por su drástico cambio ella se limitaba a responder que todo fue gracias a su esfuerzo por dejarse ayudar para así sanar internamente, pero no le quedaba duda que una de las claves principales para lograrlo fue Evan, él siempre supo qué decir y hacer cuando ella sólo deseaba darse por vencida, definitivamente que él era la prueba de lo que Sam quería merecer, así como también Evan se la merecía a ella luego de mucho tiempo intentándolo. Ambos compraron una nueva y más grande casa para mudarse lo antes posible, dejándole el hogar de Sam de aquel entonces a su mejor amigo con quien nunca perdió el contacto, éste vivía con Jessica, la segunda chica con la que intentaba formar algo bonito y duradero luego de que Valery lo engañara con uno de los amigos que decía tener.

Sam acabó siendo despedida del hospital en el que trabajaba por razones muy ajenas a ella, lo cual le terminó dándole a ella y a Evan la oportunidad ideal para pasar cada instante posible juntos, desde entonces escaparse a la playa se volvió una tradición que ella disfrutaba mucho más que antes; Evan tuvo la suerte de empezar a expandir su arte más allá de la ciudad, logrando viajar fuera del país entre semana, siendo esa la única razón que ella buscaba para discutir ya que decía que no soportaba tenerlo lejos.

Haber quedado desempleada sólo la impulsó para continuar y acabar con la carrera de medicina pues fue algo de lo que terminó por aprender mucho y consideró que si logró ganarse un lugar como médico una vez, lo haría de nuevo sin importar lo mucho que le llegara a costar. El día de la graduación en la universidad por fin había llegado y la satisfacción de haber alcanzado uno de los más grandes e importantes logros era inmensa; a pesar de que los actos de ceremonia fueran más que aburridos Sam no podía dejar de lagrimear al ver a todos sus seres queridos a tan sólo unas cuantas filas atrás de donde ella se encontraba, siendo ellos los que más se hacían notar en el lugar con sus escandalosas ovaciones para ella. Sam lucía espectacular con su peinado alto y un largo vestido lila tallado a su silueta en conjunto con un par de tacones platicado que la hacían ver aún más alta y esas noche lo único que deseaba era llegar a casa y deshacerse todo su glamour, pero no contó con que Evan terminaría llevándosela una hora más tarde a la privada reservación que consiguió tener en el más nuevo restaurante elegante para reencontrarse con ambas familias y así acabar la velada con la merecía celebración que él llevaba algunas semanas planeando en secreto.

Por más que quisiera admitir lo bien que se sentía al no tener que sacrificar a todas sus energías en un trabajo agotador como lo era el hospital, la verdad era que tener toda la libertad de desperdiciar su tiempo viendo la tv, visitar a su familia o simplemente sumergirse en sus pensamientos hasta aburrirse la estaba consumiendo lentamente hasta deprimirse. Fue por ello que cuando Evan se percató de su actitud que le propuso irse de viaje, a lo cual ella se opuso rotundamente pues era consciente que no podía permitir que él descuidara su trabajo en ese preciso momento, así que él terminó por asegurarle que una de las razones para realizar dicho viaje también sería para tratar de recuperar la inspiración que poco a poco lo había estado abandonado. Una semana más tarde Evan se olvidó de todas sus responsabilidades y junto a Sam comenzaron a visitar y recorrer muchos lugares hermosos y únicos en su clase fuera del país de los cuales ninguno tenía conocimiento, más que ser vacaciones como tal ese viaje pasó a ser como una misión para lo que Evan había prometido sobre explotar aún más su inspiración para su trabajo, lo cual no terminó siendo un problema para Sam puesto a que en cada nuevo sitio tenía la oportunidad de llevar a cabo su conocimiento en la medicina y así ayudar a cualquiera que se encontrara y pudiese necesitarlo.

Estaba a punto de cumplirse un mes de que iniciaron sus expediciones y todo era tan hermoso que Sam no dejaba de repetir cuánto amaría vivir en esos paraísos; de las experiencias que más pudo haber disfrutado fue la vez en la que se subieron a un bote para recorrer un extenso mar solamente para ver el atardecer, días más tarde tuvieron la oportunidad de conocer unas cuevas de más de novecientos años de antigüedad, la intensidad de esa ocasión la hicieron sentirse como si fuera cazadora de recompensas; una semana antes de regresar a su hogar como último destino que Evan eligió fue regresar a una de las playas de aguas cristalizadas con la que Sam había quedado totalmente maravillada. Algo curioso de la actitud de él fue que se mostraba más distraído de lo usual, divagaba al acercarse y al dirigirle la palabra a su novia, dicho comportamiento se fue notando desde hace algunos días atrás, lo que para Sam fue algo normal dado a la emoción y el cansancio provocado por todo lo que habían estado viviendo ese último tiempo, pero fue precisamente ese día cuando ella se encontraba distraída que acabó llevándose la sorpresa al enterarse que Evan había estado haciendo todo eso únicamente para ocultarle la sortija que había puesto frente a sus ojos en el picnic que él había organizado para ese momento; Sam estaba a punto de estallar en llanto pues llevaban tantos años juntos que no se llegó a imaginar que él llegaría a decidirse a hacer algo parecido, fue entonces cuando se acercó para aprovechar darle una noticia que se estaba guardando para cuando se reunieran de nuevo con ambas familias: tomó sus manos que aún no dejaban de temblar y las llevó hacia su vientre, asegurándole con un suave susurro sentirse lista e inmensamente feliz de poder iniciar un nueva etapa repleta de retos, aventura y amor.

Después de élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora