·My little Peter Pan· [Yoonseok]

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Capítulo anterior.

-¿Quieres una familia con Hoseok, Yoongi?.

Tengamos un ¿bebé?

No estaba realmente seguro de lo que quería, de lo que haría, las últimas palabras que había dicho Taehyung antes que su teléfono sonase y tuviese que retirarse de su casa se habían quedado en su cabeza dando vueltas volviendolo loco ¿Hablar seriamente con Hoseok? ¿Eso era posible? Y no lo pensaba de mala manera tan solo era que ¿Realmente era posible que Yoongi hablase seriamente con Hoseok? A Yoongi le aterraba dicho asunto, le aterraba tener una familia, además aún eran muy jóvenes, sí, estaba la opción de adoptar pero Hoseok se negaría insistiendo en tener un Bebé propio, además ¡Aún son muy jóvenes! Lo que más quería era ver a Hoseok estudiar bien, ganar ese gran logro de poder graduarse, por sus condiciones la madre de Hoseok y Yoongi le habían sugerido una carrera que fuera de su estilo y se adaptase a su situación. Los nervios lo tenían mal, miraba hacia el techo de su casa aún sentado en el sofá de la sala, talvez sólo talvez debería intentar hablar con Hoseok, comentarle sobre su pasado y el porqué tenía dicho miedo, también de paso decirle sobre... Que no podrían hacer un bebé.

Talvez, solo talvez.

Suspiro, nada resultaba ser tan fácil como pensó que sería, nunca imaginó que llegaría a estar al lado de Hoseok más allá de una amistad, menos que este desease tener un bebé propio de ambos sin saber que no podían siendo hombres. Pensaba que tratar con Hoseok sería fácil, comprarle los juguetes que quisiese, mimarlo, cuidarlo como si fuese su vida -lo cual si es- y amarlo incondicional. Pero no, ahora eran pareja y como complacer aún más a Hoseok era su deber debía dar lo mejor de sí, no quería decepcionar a su pequeño pero habían temas que no eran posibles más Hoseok deseaba.

Suspiró, posando su mano sobre su rostro, tenía que hacerlo así le diese temor lo que podría pensar Hoseok. Nada iba a ser tan fácil como alguna vez creyó que sería.

Timbro su teléfono sobresaltandolo un poco, no era la primera vez que se asustaba por el sonido de su teléfono y no era porque tuviese un tono extraño si no porque no se esperaba dichas llamadas en dichos momentos. Sacó el artefacto del bolsillo de su pantalón dejándose mostrar en la pantalla de este el nombre de Hoseok, sonrió y como el baboso que era ante el menor contestó sin pensarselo dos veces, vamos, era Hoseok a él no le volvería a decir que no.