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«Bailemos un vals, de esos que te erizan la piel, te dan cosquillas en el estómago y que te enamoran a cada segundo».

¿Hay razón para hacerlo? ¿Tiene que ser en ciertos momentos? ¿Tiene que importar que hallan ojos posados en uno? Para nada, porque para hacerlo no se necesita de personas a tú a alrededor, juzgandote, no se necesita llevar traje ni estar bien arre...

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¿Hay razón para hacerlo? ¿Tiene que ser en ciertos momentos? ¿Tiene que importar que hallan ojos posados en uno? Para nada, porque para hacerlo no se necesita de personas a tú a alrededor, juzgandote, no se necesita llevar traje ni estar bien arreglado, no se necesita ser una festividad o evento para pasar un buen y profundo rato con esa persona que tanto queremos, porque bailar se hace en cualquier lugar, con la música que queramos y con la persona que nos toque, pero bailar en su burbuja, con una música hermosa de fondo y sin personas viendoles cual "extraños" se sentía mucho mejor que cualquier otra cosa.

Porque después de bailar en aquella celebración sus corazones y cuerpos pidieron más por el tacto de ambos, más por sus roces de manos, más sus cuerpos danzantes uno al lado del otro, más por tener la mano de uno de la cintura del otro y el otro la mano en el hombre de su contrario, más por sentir sus rostros cerca, sonrientes, sintiéndose sus respiraciones, sus ojos conectar y sus corazones latir. Nuevamente encontrándose, en esta ocasión sólo ellos dos, sumergidos en la dichosa burbuja, sonriendose mutuamente, entrelazando sus manos, queriendo el tacto del contrario, frente con frente, con el salón siendo su pista de baile, sólo de ellos, sólo ellos, movimientos cuidadosos, lentos pero hábiles, pequeñas risitas salían de sus labios, fascinados estaban con el otro. Hasta ese momento no sabían como habían llegado a estar en una situación como esa, tan íntima, tan ellos, tan sentimental, pero ¿Acaso eso importa? Por supuesto que no, no cuando el amor es el dominante en la situación.


—Hyung.-dijo Hoseok en susurro como si alguien los pudiese escuchar a pesar de estar completamente solos.

—¿Qué pasó bebé?.-respondió Yoongi de la misma manera.

—Está canción..-mordió su labio sonriente.- sonará algún día en mi boda.


Yoongi sonrió, cerrando sus ojos, le encantaba que Hoseok pensara en un futuro, en su futuro y aunque le halla dolió sólo un poco, se encontraba felíz por tan comentario de su pequeño.

—Eso me alegra mucho Hobito.-respondió un poco después.- esa instrumental maravillosa y perfecta para ello.



Hoseok sonrió y aunque Yoongi tuviese los ojos cerrados podía saber perfectamente que Hoseok se encontraba sonriente y de solo imaginar su hermosa y brillante sonrisa su corazón latía a una velocidad que le haría morir en solo un segundo.

Más movimientos siguieron, Yoongi disfrutando en compañía de su mejor amigo y primer amor, sus ojos cerrados, su mirada un tanto baja, sonriendo levemente, por otro lado Hoseok, disfrutaba mucho más de la situación ¿Cuándo fue la última vez que bailo con Yoongi? Exacto, nunca y que lo estuviera haciendo ahora le llenaba de mariposas el estómago, provocándole cosquillas, erizando su piel con ver el lindo rostro de paz que tenía su hyung en ese momento, siendo una situación única, una donde sólo él sería el que bailaba junto a Yoongi, el único que sería capaz de lograr que bailara y el único con quien lo haría.

Ese rostro, fino, pequeño, pálido, hermoso, delicado, lleno de concentración y dedicación en ese momento, le calentaban el corazón de pura ternura.


Los Príncipes son únicos en el mundo y encontrarlos es un reto.


Inclinadose sus ojos se cerraban de a poco, acariciando la mano de Yoongi y el hombro también, dándole más calidez, haciendo a su corazón latir con más fuerza.


Es por eso que tienen que ser apreciados y ser llenados de amor.


Sus labios unidos con los del contrarios, delicada y suavemente, sintiéndose calidez, en otro mundo donde sólo ellos dos se encontraban, donde sólo ellos podían quererse de tal manera, donde la maldad había sido extinta, donde dominaba el amor cual película de Disney, donde Yoongi era el príncipe azul que todos desean y Hoseok la princesa que siempre de alguna y otra forma siempre terminará en brazos del príncipe o en otros casos donde el príncipe termina en los brazos de la princesa. Pero en este caso era distinto, eran príncipes que su amor fue más allá de las leyes establecidas, que fueron más fuertes que los guardias del lugar y que su amor sería el futuro reinante en la ciudad.

Aunque una separación deshizo tal sueño, burbuja y reino, abriendo sus ojos lentamente conectando sus miradas una vez más, aún manteniéndose cerca, sin llegar a formar expresión alguna, sólo miradas llenas de laberintos, de galaxias, de sentimientos.

—Perdóname Hyung yo..

¿Perdón? Qué era eso cuando se trataba sentimientos, acallando palabras sus labios fueron unidos nuevamente con más sentimiento que antes está vez tomando la iniciativa siendo el mayor, tomando con más firmeza la pequeña cintura de Hoseok atrayendolo más a su persona y Hoseok no quedándose atrás rodeó el cuello del mayor con sus brazos aceptando totalmente el peculiar tacto de Yoongi sobre sus labios, sumergidos nuevamente en su mundo de fantasías y la bella instrumental que de fondo se escuchaba.







Eran uno, príncipe y príncipe, que se encontraron de entre billones de personas, malas y buenas, que ahora no podrían estar más separados uno del otro.

Dos flores que pese a haber estado en diferentes lugares sus destinos ya estaban marcados, dos flores con un amor único.






«La flor que florece en la adversidad es la más rara y hermosa de todas»
                                   ~Mulan.







«La flor que florece en la adversidad es la más rara y hermosa de todas»                                    ~Mulan

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·LS·
Byee~

·My little Peter Pan· [Yoonseok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora