Niña Perdida. [TERMINADA]

10. Estúpido entrenamiento necesario.

A pesar de ser algo bueno, Emily odiaba los entrenamientos. No odiaba al entrenador, de hecho Peter era muy bueno. Pero los entrenamientos eran algo difíciles. 

Emily podía levantar cosas con sus manos y mente. También podía teletrasportarse.
Aún necesitaba mejorar ya que no siempre lograba realizar dichas acciones. Tenía que concentrarse para lograrlo y el punto era hacerlo en un abrir y cerrar de ojos.

- Bien. Ya has hecho esto. Sólo mueve esa enorme roca. Trata de concentrarte. Si lo haces lo lograras - le dijo Peter cuando ambos estaban durante uno de esos entrenamientos.

Emily se concentró en mover la roca de 120 kilos, esta se empezó a mover y pronto a elevarse, era algo pesada pero pronto logró elevarse a 4 metros del suelo.

- ¡Bien hecho! - felicitó Peter, al decir esto la roca chocó contra el suelo.

Emily sonrio por el progreso.

- ¡Toma eso roca, nadie se mete  conmigo! - gritó burlona señalando la estructura gris y fría.

- Bien, necesitas descansar - río él chico por el comentario de su novia - ya fue suficiente por hoy -

- Gracias - le dijo a su entrenador tomando el camino directo al campamento.

Al ver que Peter no avanzaba dejó de caminar.

- ¿No vienes? - le preguntó señalando el camino.

- Tu ve, tengo que hacer algo antes - respondió el un tanto nervioso.

- Te acompaño - ofreció la chica regresando.

- No no, iré sólo. Ve a descansar. Estuviste genial hoy -

- Bien - Emily sonrió y se fue hacia el campamento.

Peter Pan.

Caminaba por el bosque con la cabeza gacha y mirando el suelo.

Luego de cuarenta minutos llegó a donde quería. 

- Esta mejorando. La estoy entrenando para que sea mas fuerte. Veo un gran poder en su interior, y no dejaré que tomé el camino de la luz -

- Espero que esto funcione Pan - le respondió una voz ronca y fría.

- Funcionará, irá al camino de la oscuridad y estará de nuestro lado. Al fin podré derrotar a los héroes de una vez por todas - respondió Pan con una extraña sonrisa.

- No dejes que el amor te debilite Pan, lo sabes mejor que nadie - le advirtió la voz.

- Tranquilo. El amor quedará fuera de esto. Yo la amo, es por eso que estará de nuestro lado. Gracias a nuestro amor -

- Confío en ti muchacho. Depositaré toda mi fe en ti. No hagas que me arrepienta -

- No lo harás padre. Llevaré a Emily a la oscuridad pasé lo que pasé -

Emily.

Se encontraba en su cabaña tomando una ducha. El entrenamiento la dejaba agotada.
Se sentó en la cama luego de la ducha y empezó a leer un libro que Peter le había dado.

- Viaje al Centro de la Tierra por Julio Verne - se dijo leyéndo la portada - No parece tan malo -

- Hola cariño - dijo Peter entrando a la cabaña.

- Hola príncipe - dijo ella nombrando un apodo que se le acababa de ocurrir.

El moreno se sentó junto a su novia y miró el libro que Emily sostenía.

- ¿Julio Verne cierto? Es un buen libro, jamás lo eh leído -

- ¿Entonces como sabes que es un buen libro? - dijo entre risas por la expresión del chico.

- ¿Intuición? - respondió encogiendo los hombros.

- Toma - la joven le extendió el libro - ¿podrías leermelo? - pidió formando una sonrisa con esos hermosos labios.

- Bien, pero sólo el primer capítulo - demandó Peter apuntandola con el dedo.

Ella asintió apresuradamente y el joven abrió comenzó.
Julio Verne era muy interesante. Mientras le leía a su novia él mismo se dejo atrapar por la trama, sumergiendose en la historia, y así un capítulo pasaron a hacer tres y luego cinco.
De pronto ambos se detuvieron ya que el estómago pedía ser llenado.

- ¿Quieres ir a cazar algo? - le preguntó Peter mirando esos hermosos ojos azules.

- Te apuesto una semana sin entrenamiento a que consigo más que tu - apostó ella mirándolo desafiante.

- Hecho, si yo gano dormirás afuera sin mantas ni almohada por una semana - le propuso sabiendo que Emily odiaba dormir afuera sin nada con que abrigarse.

Los dos cerraron el pacto con una estrechada de manos y salieron al bosque.
Emily cazó dos aves y un conejo, y Peter dos conejos. Ella lo miró triunfante creyendo que ganaría pero el chico la sorprendió con sus habilidades de cacería y logró juntar dos aves más y una liebre, haciendo quedar a Emily con sólo una liebre de más. Ahora tendría que dormir afuera en el frío sin mantas ni almohadas.

Luego de la cena Peter empezó a tocar su hermosa flauta. Era una melodía dulce y tranquila. Los niños en lugar de bailar se sentaban y disfrutaban de la música.
No había música más hermosa en todos los reinos que la de Peter Pan.

Los héroes.

Los héroes hablaban del "apareció" que Emily le tenía a Peter Pan. Ninguno podía aceptar en las palabras del chico.

- No lo entiendo ¿como paso esto? - se preguntó la alcaldesa aunque en realidad la pregunta iba dirigida a su familia.

- No hay una explicación, al menos no la tenemos. Debemos aceptar que Emily se enamoró - aceptó MaryMargaret que siempre era abierta a tener buena fe y un corazón puro.

- ¿En serio lo dices? - preguntó Emma algo molesta con su madre - ¿Como puedes decir eso? No aceptaré el hecho de que mi hija se enamoró del joven más despreciable que hemos conocido -

- Estoy abierta a tener fe - se defendió la mujer empezando a molestarse también.

- ¡Pues aquí no hay fe, desde que llegamos a esta isla no nos ha traído más que problemas y mala suerte! - farbullo la rubia.

- Tu madre intenta ser positiva - se unió David poniéndose junto a su esposa y tomandola de los hombros.

- ¡¡Es fácil para ustedes decirlo!! - gritó Emma furiosa - ¡¡No tienen una hija perdida a manos del chico más horrible del mundo!! -

Los demás temían en entrometerse pero Killian se puso del lado de su esposa obviamente.

- No, es cierto, no tenemos una hija en peligro, pero nos preocupa nuestra nieta. Sabemos por lo que estas pasando. Cuando estuviste en peligro David y yo nos preocupamos - la voz de Mary sonaba más calmada comparada con la de su hija.

- Solo queremos salvar a nuestra hija. Eso es todo - habló el pirata.

- Lo haremos - finalizó el príncipe.
Emma estaba enojada y cansada, Killian le sugirió comer algo y luego acostarse a dormir.
Todos hicieron lo mismo y se sumergieron en un sueño profundo.