N. Omnisciente
Alemania tenía un vendaje en su brazo luego de haberse cortado accidentalmente, Nazi se había preocupado bastante por esa herida porque la sangre perdida fue mucha aunque pudo detenerse a tiempo. El desayuno se hacía incomodo por el silencio, fue entonces cuando se le ocurrió a Alemania comenzar con una básica conversación.
A - ¿Qué tal tu día papá? -
N - ¿Q-qué? ¡Ah, sí, sí! Mi día está espectacular. -
A - Es bueno saberlo. -
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R - ¿Qué tal tu día papá? -
U - Bastante bien, Rusia, gracias. Hoy tengo un viaje en avión y tren, volveré en dos días. -
R - ¿En tren? Ya veo. Los trenes me traen buenos recuerdos. -
U - Creo saber por qué. Uuhm, Rusia, ¿te... gustaría acompañarme? -
R - ¡Seguro! Ya verás de que nos divertiremos. -
U - Eso me haría bastante feliz. -
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N - Entonces ¿Quieres venir? -
A - ¡Sí! Quiero decir, eso sería fantástico para los dos. Será divertido, ya verás. -
N - Lo único que quiero ahora es pasar tiempo con mi hijo. -
Luego de aquel desayuno, Alemania corrió a su habitación para hacer sus maletas, ya que partirían en dos horas y el tiempo que quedaba era oro para hacer todo rápido. En este caso, Alemania iría a Francia y para eso tienen que tomar un tren, se irían por unos días a Paris para darse un respiro y pasar tiempo de caridad padre e hijo, sin duda algo emocionante.
Rusia hizo sus maletas sin apuros, ya que partirían en tres horas y media por lo que no había apuro alguno. URSS le tenía esta sorpresa a Rusia para que pudieran pasar tiempo padre e hijo, por el simple hecho de que casi no pasaba tiempo con él y de vez en cuando tenían la oportunidad de charlar extensivamente. Y como Alemania, tenía el mismo destino. Pensó un rato en él y dudó si llevar el anillo o no ¿quien sabe? Quizás se podían encontrar allí, solo era cuestión de "mera coincidencia."Alemania y Nazi tomaron un taxi para ir hasta la estación de trenes, mientras que Rusia y URSS llamaron a su chófer personal para llegar al aeropuerto. En el transcurso del viaje nadie habló, había silencio puro en el ambiente, cada uno estaba concentrado en algo como Rusia quien escuchaba la música de su celular o Alemania el cual estaba mirando todo desde su ventana.
URSS miraba a su hijo, este estaba con los ojos cerrados y recostado en su lado del asiento, simplemente tenía su mirada en él y pensaba "Wow... parece que fue ayer cuando tenía cuatro años." Uno diría que ya era todo un "hombrecito" y que había dejado de ser un niño pero en el fondo de todo su ser aún existía ese pequeño.Alemania y su padre habían llegado a la estación de trenes, recogieron sus maletas y compraron los boletos para por fin abordar el tren. Se sentaron en unos asientos que compartían una mesa, y Alemania recordó la escena que tanto amaba al instante, Rusia enfrente, riendo y hablando pero solo fueron unos segundos para recordar eso porque volvió muy rápido a la realidad.
Rusia y URSS se despidieron de su chófer para luego recoger sus maletas y esperar a que su vuelo llegara. Fueron unos cinco minutos de espera pero finalmente llegó, los altavoces y las pantallas dieron el anuncio de que el vuelo saldría pronto, así que se dirigieron al avión y por fin lo abordaron. Desgraciadamente les había tocado asientos distintos pero estaban cerca al menos, como a unos dos o tres asientos de distancia. URSS con un hombre y su bebé y Rusia con una atractiva mujer, claro que debido a esto el ruso se sentiría incomodo porque definitivamente ¡no era su tipo!
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I Aquella vez en el Tren |Rusia & Alemania|
Romance• Libro I : Aquella vez en el Tren |Rusia & Alemania|• • Libro II : Danza de Cenizas |Canadá & Ucrania| • "Aquella vez en el tren te vi con tu dulce sonrisa, esos hermosos ojos y tu cálida personalidad, he querido conocerte más y... si es posible...