Impaciente

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Sentado en la cama me miraba directamente, nervioso entre a la tienda tomando asiento frente a el...
— ¿Me recuerdas?...— su pregunta al verme directamente me hizo sudar frío...
Con la boca seca intenté hablar pero cuando abrí la boca...

— Lo esperaba...— su mirada cambio de molestia a decepción con mi silencio
— Perdóname...— dije bajando la mirada con arrepentimiento que no sabía que tenía, este no era yo y saberlo me hacía sentir mal...
— No tienes porqué— mi mirada se fijo en el a su respuesta — Entiendo lo que pasaste— cuando esas palabras salieron de su boca una corriente rodeo mi cuerpo, un escalofrío que provocó un espasmo en mi mente.
Sacudí la cabeza y lo mire fijamente pero solo una pequeña presión sentía en mi cabeza...
— ¿Estás bien?— el dragón pregunto y se acercó a mi... un abrazo pude sentir, sentirlo al rodearme con sus brazos me hacía sentir a salvo... y eso era raro... pero no me disgustaba...

Lo abracé de regreso y hundí mi rostro en su pecho...
— ¿Me conoces?— pregunté por lo bajo y separándose de mi...
— Desde hace mucho...— dijo mirándome a los ojos, me puse de pie dejando mis cosas sobre el asiento y lo lleve a la cama.
— ¿Val?— pregunto al ver lo que hacía
— ¿Si?— respondí desabrochando su uniforme
— Estoy en servicio—
— Lo sé— y solté su ropa separándome de el — ¿Que sabes sobre mi?— lo cuestioné dándole la espalda
— ¿Uh?— fue su respuesta
— Sabes mi nombre... ¿Sabes de dónde vengo?—
— No se mucho de ti...— mordí un poco mi labio inferior — Tan solo lo que me contaste... y lo que dijiste antes de irte...—
— ¿Desde cuando nos conocimos?— me di la vuelta para verlo sobre la cama de nuevo
— Hace 7 años...— yo me recosté a un lado de el — cuando nos conocimos te veías tan entusiasta y alegre, casi lucias inamovible como persona, hasta esa noche...—

— ¿Esa noche?— pregunté
— Si... Hace 4 años esas cosas, esos demonios llegaron a la aldea donde vivíamos... tu saliste corriendo cuando la campana sonó y yo corrí tras de ti aún cuando me dijiste que me quedara...— Se recostó junto a mi y me acerco a el con un abrazo
— Pero ellos eran más fuertes que nosotros, más rápidos y sus poderes más fuertes que los nuestros...—
— ¿Nuestros?...— pregunté
— Si, no podía curar a todos y tú no podías distraerlos por mucho tiempo—
— ¿Poderes?...— pregunté y el me miró algo confundido
— Si, tu tienes esos raros poderes de ilusión y yo de sanación— Me dijo pero mi cara de confusión se hizo más notoria
— ¿Hablas de la magia?— pero al parecer mi respuesta lo dejo más extrañado que a mí
— Nosotros no podemos hacer magia Val...— creo que no entiendo — ¿Recuerdas esto?— me mostró un collar con una pequeña piedra tallada y mis ojos se abrieron bastante

— ¡Se parece al mio!— le dije y el sonrió — Espera tengo algo en mi bolsa— me puse de pie y corrí a buscar el libro sellado
Se lo mostré y el se alegro bastante
— ¡Lo encontraste!— su cara se alumbro al ver el pequeño libro pero al verlo quedó extrañado — ¡¿Pero como?!—
— Pues un conocido lo encontró y yo lo tome prestado jeje— le dije y el se molesto un poco...
— Bueno eso no importa, lo tenemos jaja— me abrazo y levanto con tanta alegría que me lanzó al aire, eso me gustó bastante...
Ya en el suelo ambos lo revisamos y pudimos ver los sellos activarse...

— Creo que esa persona los puso por seguridad— dije y el hizo una mueca
— Tengo entendido que un chaman muy bueno vendrá está noche... pero no estoy seguro de poder ir...—
— Eso es a lo que vine— pude ve una sonrisa en su boca...
— Está noche cuando rompas los sellos, por favor ven a buscarme ¿Ok?—
— Ok—

Ambos salimos de la tienda y caminamos un poco, las miradas comenzaron a fijarse en mi juzgando por las sombras...
— ¿Que ocurre?— El dragón cuestiono al notarlo moviendo su cabeza de un lado a otro...
— Tengo mala fama entre los aventureros...— Conteste y el se detuvo por completo... pensó por un momento y continuo caminando a mi lado
— Entonces... ¿A quien mataste?— preguntó de nuevo y sonrió, yo reí por esa pregunta y negué con la cabeza
— A nadie grandote, a nadie—
— Uff que bueno, creí que sería el siguiente— me miró y dio una gran sonrisa besé su nariz y el la tocó rascándose un poco sonrojado...

Extrañamente familiar... como si mi cuerpo buscará hacerlo ¿Un impulso? Probablemente pero nos detuvimos cuando un pequeño niño se nos acercó...

CaminataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora