💫1💫

126 14 0
                                    

Inicia el día de una manera muy energética, Jeno se levanta por el sonido de su celular, extiende su cama y posterior a esto baja rápidamente las escaleras; un aroma peculiar entra por sus fosas nasales y lo dirige a la cocina para encontrarse con su madre elaborando un rico desayuno, de hecho, uno de sus favoritos. Será el último que le prepare su madre, sin duda, desde ya extraña un poco su rutina ya que luego cambiará para siempre.

Hoy finalmente es el día.

Durante toda la semana Jeno ha estado empacando sus pertenencias. Ha tomado la decisión de mudarse con su hermana mayor que vive en Seúl para iniciar sus estudios universitarios.

No es una decisión apresurada, con calma habló con sus padres y su hermana, arregló todo meticulosamente, nada de su plan podría fallar.

—Jeno, cariño, siéntate, el desayuno ya está servido — expresa su madre.

—Muchas gracias, no debiste hacer esto, yo...

—Calla y come, este es un día importante, debes tener la energía necesaria. Además, la verdad, quería desayunar contigo.

Saborea y disfruta su comida. Luego regresa a su habitación para tomar una ducha fría que lo regrese a la realidad y desaparezca todos los pensamientos negativos que atormentan a cada segundo su mente. Aunque no parezca Jeno es una masita de nervios cuando hace actividades fuera de lo común y no puede darse el lujo de perder tiempo adentrándose en su subconsciente. Sale del cuarto de baño y se dirige a su closet buscando el último conjunto que dejó preparado para hoy.

Toma su hoodie y echa un vistazo a su habitación que antes estaba adornada de posters de sus bandas favoritas y animes preferidos; ahora es una simple habitación con paredes azules, sin esencia lee Jeno.

Baja nuevamente a la sala y se encamina al jardín junto con su madre para entrar al coche. Su padre había ido a trabajar muy de mañana, pero se despidió de él de igual forma anoche mientras cenaban.

Estando en la terminal de autobuses, visualiza una figura familiar, inspecciona en el gentío para percatarse de quién se trata, es uno de sus mejores amigos; ambos se saludan con un efusivo abrazo. Conoció a Taeil en la primaria, ambos cumplieron su sueño de graduarse juntos, él y Winwin son sus mejores amigos. Sicheng desgraciadamente no pudo venir a despedirlo, recibe tutoría los sábados. No afectó en nada a Jeno ya que los tres habían ido ayer a pasear a un centro comercial, comieron y fueron al cine; obviamente pagaron todo Winwin y Taeil, fue un regalo de despedida.

Finalmente, el bus arribó, su madre lo abraza y besa.

—Si tienes algún problema no dudes en decírmelo, ¿está bien?

—Espero tengas un buen viaje, ¡avísame cuando llegues! —dice Taeil.

Luego de unos cuantos besos y abrazos de despedida, Jeno se adentra en el bus, toma asiento junto a la ventana para ver a su madre y su amigo.

Mientras el autobús avanza por la carretera Jeno conecta sus auriculares, pone su playlist y aprecia el bello paisaje de Incheon, su ciudad natal; por supuesto que no iba a ser una despedida definitiva, iba a regresar en vacaciones a la casa de sus padres para pasar tiempo con ellos, por supuesto si su agenda lo permitía. Ahora debe pensar como un joven universitario, no debe dejar que sus emociones y deseos lo controlen.

119 Sweet Hell | NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora