Los seres humanos no cubrimos las grandes penas ni las grandes alegrías, y es porque esas penas y esas alegrías vienen embozadas en una inmensa niebla de pequeños incidentes. Y la vida es eso, la niebla.
Era de noche, como todos los días, sus padres se encerraban en el cuarto para discutir, generalmente su papá llegaba borracho y le gritaba a su mamá por motivos banales; ella en cambio le reclamaba la provisión de la casa, nunca había nada para comer porque el dinero era derrochado en botellas de soju o en deudas de tarjetas de crédito que no podían ser pagadas.
Jaemin ya estaba acostumbrado a esas discusiones, se encerraba en su cuarto abrazando a su perrita llamada chispita mientras tarareaba alguna canción para distraer su mente de los fuertes gritos provenientes de la habitación contigua.
Un grito fue diferente esta ocasión, después la casa se inundó en un silencio sepulcral, se sintió un aire denso, un aura distinta.
Una voz interna le susurraba a Jaemin que abriera la puerta, lo que vieron sus ojos lo dejó en shock. Su padre arrastraba el cuerpo de su madre medio envuelta con una sábana, en dirección a la puerta trasera de la casa.
Pánico, eso fue lo que sintió en ese instante, con una mezcla de dolor y preocupación.
Es verdad, para un niño es algo complicado de entender que era lo que sucedía, pero Jaemin había obtenido algo de madurez mental a su corta edad, sabía que algo no estaba bien.
¿Recuerdan la mentalidad de antes?, muchos pensaban que la madurez iba de la mano con la edad del individuo, pero es erróneo, las situaciones de la vida cotidiana pueden o no hacerte alcanzar esa madurez.
—Vete inmediatamente a tu cuarto, no tienes nada que hacer aquí —dijo el hombre con un tono autoritario.
—¿Qué le hiciste a mamá?, se ve pálida, ¿Por qué tiene marcas rojas alrededor de su cuello? - preguntó el pequeño con seria preocupación.
—Si no quieres que te pase lo mismo que a tu mami, vete.
La perrita de Jaemin mordió el tobillo del hombre, fue algo inútil, no podía hacer nada para defender a su amo por su pequeño tamaño.
El alcohol saca lo peor de nosotros, ¿verdad?
El papá de Jaemin pateó al animalito con una fuerza inhumana, el pequeño solo soltó un grito porque la perrita se estampó contra la pared, seguía viva, pero no iba a durar mucho tiempo.
Desquitó toda su furia contenida, agarró una botella vacía y le pegó varias veces en la cabeza hasta que finalmente era un cuerpo sin vida.
Jaemin corrió inmediatamente hacia el animalito, no había nada que hacer. Su padre le había arrebatado lo que más quería, los únicos seres que estaban ahí para defenderlo del cruel mundo.
¿Por qué mami no despierta?, Chispita no respira, tiene sangre en su cabeza y naricita, ¿Por qué papá está empacando en una maleta sus cosas?, ¿Se va a ir?, Ojalá haga algo para hacer reaccionar a mami. Eran pensamientos que bombardeaban la cabeza del niño.
Sin esperar más, su papá abandonó la fría casa, encendió su coche dispuesto a largarse a un lugar donde pudiera estar seguro, dejando a su hijo, solo.
A veces nuestros propios padres pueden hacernos daño, una palabra, una acción. Poco a poco se va acumulando un sentimiento de tristeza hasta que un día nos quebramos, si, eso le pasó a Jaemin.
Cuando su padre regresaba de la casa si se lo topaba en el camino lo maltrataba, no fue un hijo deseado por él, así que lo trataba de una forma despectiva. Su mamá le decía que lo comprendiera, que seguramente regresaba estresado del trabajo y por eso se comportaba así con él.
Los gritos desgarradores de Jaemin alertaron al vecindario y un vecino llamó a la policía.
Los peritos de criminalística ya se encontraban en la casa, analizando el entorno, haciendo anotaciones y entrevistando a los vecinos.
Nana estaba dentro del carro policial, iba a ser remitido al distrito para tomar su declaración y ver si había algún familiar que pudiera tomar su custodia, sin embargo, no tenía abuelos, ni tíos, estaba completamente desamparado.
—Pobre niño, perdió todo lo que le quedaba en el mundo. ¡Debemos capturar a ese sujeto, no puede salirse con la suya!
—Seguramente será trasladado a una casa hogar, míralo, es un niño muy lindo y amistoso. Espero que encuentre una buena familia que le pueda dar todo el amor y felicidad que le fue negado.
Un día, dos días, una semana, un mes, tres meses, seis meses. El pequeño ansiaba que alguien lo adoptara, en todo ese tiempo había comprendido la situación, la psicóloga con la que tomaba terapias se lo había explicado; ella se sorprendió puesto que imaginó que el impacto emocional iba a golpearlo fuertemente, pero no fue así.
La casa hogar no podía mantener a tantos niños, era un espacio reducido, por lo cual, tomaban la decisión de enviar a algunos niños a hogares temporales, las personas que aceptaban eran remuneradas con una ayuda económica para los gastos del niño.
Los tutores temporales de Jaemin solo aceptaron por el dinero, no les importaba en realidad lo que pasaba con él, si regresaba a casa con un golpe en la cabeza, el uniforme sucio o si iba a clases sin desayunar.
Llegó el día en que cayó su "ángel del cielo", Kim Doyoung,
Ambos se llevaron muy bien, salían a pasear, a comer, al cine, hacían de todo juntos, se consideraban como hermanos. La madre de Kim también era muy dadivosa con él, eran como una familia.
No había secretos, madre e hijo conocían la situación en la que se encontraba el menor, pensaron incluso en adoptarlo, pero el papá de Doyoung se negó, además que se mudarían pronto a otra ciudad por motivos laborales, un niño será un "estorbo".
Tristemente el día de la mudanza llegó, Jaemin lloró como nunca por segunda vez en su vida. Su único rayito de felicidad iba desapareciendo lentamente.
¿Por qué todo lo que anhelaba era inalcanzable?, ¿Por qué las personas que más amaba tenían que dejarlo solo y vivir de una manera perfecta mientras él se pudría en su patética vida?
Cada que regresaba a su "casa" no había nada que lo animara, se tornaron días oscuros, la realidad lo golpeó de una forma sin igual, no era el mismo de antes.
Ahora que Doyoung se había ido no tenía protección alguna contra los niños que lo molestaban, pero en vez de ser víctima, Na Jaemin se convirtió en victimario.
No sentía remordimiento de sus actos, algo se había quebrado, pero algo nuevo nacía dentro de él.
Las situaciones de la vida nos hacen más fuertes, valientes, con agallas para enfrentar lo que se avecina. Si tienes que hacerlo, solo hazlo, repetía diariamente para no perder su valor. Aquí se trata de ser uno mismo, hasta el límite.
—Wow, veo que tienes mucha fuerza para tu corta edad —una figura desconocida se aproximaba hasta donde él se encontraba mientras los niños que habían sido golpeados huían velozmente.
—Sí, así es, ¿qué quieres?
—¿Quieres ganar algo de dinero? —el hombre sacó una bolsita de su mochila— Puedes venderle esto a tus amigos.
—¿En serio?, gracias. —Jaemin sonrió inocentemente.
—No tan rápido niñito, también puedes hacer otras cosas, solo déjame enseñarte.
Fue el principio del fin.
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119 Sweet Hell | Nomin
FanficJeno se sumerge en un mundo muy diferente al suyo ya que tiene como objetivo rescatar a Jaemin de una muerte segura por los peligros que su "trabajo" lo expone. Ambos desean permanecer al lado de su "dulce infierno". ¿Será posible que sobrepasen tod...