119 Sweet Hell | Nomin

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Al despertar lo primero que visualiza Jaemin es la luz que entra por la ventana, disfruta mucho ver los primeros rayos del amanecer, pero esta vez se quedó profundamente dormido y no pudo apreciar el gran espectáculo que brinda el cielo en las primeras horas del día.

El único que lo acompañaba en los dormitorios era Mark, quién se encontraba durmiendo plácidamente en la cama que estaba a la par de la suya, el resto de personas debieron haberse quedado dormidos en la sala.

Decide ir a la planta inferior para revisar que todo estuviera en orden.

Orden es lo que menos encuentra, más bien halla botellas en el piso, chivas de cigarro y otras cosas asquerosas.

Encuentra a uno de sus amigos en una posición divertida y tuvo la genial idea tomarle una foto, que, en unas horas, será usada para chantajearlo.

Después de una ducha rápida y haberse puesto unos pantalones de chándal negros se dirige a la cocina a preparar su desayuno, aunque sabe que no hallará absolutamente nada en el mini bar, simplemente se topa con unas botellas de agua y un limón casi seco que ocuparon la última vez que mandaron a pedir un delivery de camarones.

Resignado regresa a las habitaciones a ponerse calzado adecuado para salir a comprar algo, su estómago no puede más debido a la fuerte cruda que obtuvo, hizo mal en dormir inmediatamente luego de haber tomado. De un momento a otro aparece Johnny.

—Heyyy, hermano, ¿qué pasa? ¿Todo bien?

—Sí, todo perfecto.

—¿Adonde vas? - Jaemin pone una cara seria. Cada que habla con Johnny este lo bombardea de preguntas; además que no le agrada darle explicaciones a nadie de lo que piensa hacer.

—A buscar que desayunar, esos gorrones se comieron la despensa que se compró en menos de 5 días.

—Ya veo... —Johnny infló sus cachetes, acción que le causó gracia a Jaemin, su amigo tiene unos cachetes super adorables, pero aun así los detesta, a tal punto que cuando se toma fotos los muerde para parecer menos cachetón — El jefe quiere hablar contigo, parece ser algo de suma importancia, está abajo esperándote.

—Gracias por avisarme.

Jaemin se quedó pensativo, el jefe nunca se aparece por aquí en las mañanas.

Sin esperar más se dispone a encontrarse con él, al diablo el desayuno.

Saco color beige, pantalones del mismo color, gafas y mocasines negros no pueden faltar en el look de "El jefe".

Si otra persona portara ese conjunto sería un crimen para la moda, la complexión física del hombre hacia que cualquier prenda, por más patética que se viera, luciera genial.

—Buenos días Jaemin — dijo mientras se quitaba las gafas de sol que llevaba.

Dios, se miraba tan bien con o sin gafas.

—Buenos días YukHei hyung — se apresuró a decir para que no fuera obvio el motivo de sus distracciones.

—Supongo que ya sabes acerca del traslado.

—Si señor, será esta tarde ¿no?

— Veo que estás bien informado —YukHei sonrió — Sí Jaemin, así es, en fin, iré directo al grano. Como verás en Seúl es más complicado operar debido que es el centro del país, por lo que hemos decidido brindarles a ti y a lo muchachos identidades para que pasen desapercibidos, obviamente servirán para los futuros trabajos que realizaremos.

—¿Identidades?, discúlpeme, no estoy entendiendo.

Ahora era él quién respondía con una pregunta, pasar tiempo con Johnny lo ha afectado seriamente, pensó Jaemin.