love Is war- Valt x aiger

la pesadilla: fubuki sumiye

(Dibujo mio :3) ^^^

Un castaño se encontraba aun en la cama acostado, Sus ojos se abrieron con lentitud, notando que se encontraba en un cuarto oscuro, le costó un poco recordar todo, se fijo a su lado viendo que valt ya no estaba con el ¿A dónde habría ido?.

Se quedó mirando hacia el techo, un suspiro salió de el al recordar todo el amor que le demostraba su peliazul.

Intento levantarse de la cama pero algo andaba mal.

-¿Pero que?...- se aterrorizó al darse cuenta de que no podía moverse, su cuerpo le pesaba demásiado, se sentía tan débil, se lleno de miedo en ese instante.

El sonido de la puerta siendo abierta lo saco de sus pensamientos.

-¿Valt?- pregunto inocentemente el castaño sin saber cuan equivocado estaba.

No hubo respuesta, aquella silueta comenzó acercarse mas a el, y cuando lo tuvo lo suficientemente cerca para distinguir de quién se trataba su mirada reflejó miedo puro, sabia muy bien el peligro que corría en ese momento.

- ¡fubuki! - pronunció en un susurro mirando aterrorizado al rubio que se encontraba a unos centimetros de el.

- luces tan lindo esta noche aiger - pronunció el rubio con una voz ronca subiendose a la cama. - eres hermoso -

- fubuki, no cometas una locura - con cada centímetro que se acercaba el contrario, aiga se sentía mas atemorizado.

- pero que pasa, ¿Porque no sales corriendo como es tu costumbre?, O ¿Acaso no puedes? - pregunto burlón sumiye subiendose encima del oji jasper.

-¿que?, ¿Acaso tu tienes que ver en ésto?- pregunto el menor mientras las lágrimas salían lentamente y su voz se quebraba.

- sabes que haría lo que sea para poder estar contigo -

-si, pues no te durará mucho, en cualquier momento rantaro o valt vendrán y te arruinaran tus planes -

- ay mi dulce aiga, tu si que eres tonto, ellos no saben en donde estamos, jamás nos encontrarán aquí, y en este momento, mientras yo disfruto contigo seguramente shu se esta encargando de tu amado valt - respondió fubuki.

En ese momento aiga volteo a mirar más detenidamente la habitacion y entonces fue como si un balde de agua le callera encima.

-no estamos en la casa de los kiyama- susurro llorando el menor.

- por supuesto que no, y no te preocupes, no tengo prisa en hacerte mio porque no vas a recuperar tu movilidad hasta mañana, bueno... Al menos eso fue lo que dijo silas -

-¿Silas?...ese maldito nos traicionó - en ése momento la tristeza de aiga se convirtió en ira, habían confiado en el peliverde y los traicionó, a el y a valt.

- si, pero bueno ya basta de charlas - acto seguido fubuki tomo a aiger de los brazos y comenzó a quitar toda su ropa superior. - eres mas lindo de lo que imaginaba -

- no me mires porfavor - suplico el castaño lleno de vergüenza ante la atenta mirada de sumiye.

- lo siento, pero es que eres perfecto - sus acciones del rubio subieron de tono cuando comenzó a lamer el torso del menor.

- de...detente -

- tienes razón, es momento de llegar al plato principal...- las lágrimas escaparon como locas cuando fubuki lo dejo totalmente desnudo.

- no lo hagas, cometes una equivocación - suplico el menor las lágrimas, una trás otra se deslizaban por sus mejillas.

Pudo sentir la lengua del rubio recorrer su cuerpo, cada centímetro de el, hasta detenerse en sus pequeños pezones y succionar los como si fuesen el mas delicioso manjar, mientras sus manos masajeabán su miembros con suavidad.

Podía sentir su inexperto cuerpo temblar...se sentía vulnerable, sucio, sentía que le había fallado al amor de su vida, a su valt.

- es hora del acto principal - anuncio fubuki pocsionandose
En medio de las piernas del menor.

Aiga solo pudo llorar, ¿Que otra cosa podría hacer? No había nada, no podía defenderse, no podría hacer nada, esa era su triste realidad, y así cerro los ojos con fuerza mientras su joven corazón se moría de dolor.

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2:30 a.m

Caminó hacia su casa aún débil, fubuki lo había dejado a unas cuadras cerca, su mirada completamente pérdida, solo deseaba llegar lo antes posible, pudo visualizar su hogar, para su fortuna su familia estaba de viaje, entro a su casa y cerro la puerta tras de si, en cierto momento sus piernas se debilitaron y callo de rodillas al suelo.

Las lágrimas salían, lloró como nunca antes lo había hecho, quería detenerse pero simplemente no podía, estaba bastante dañado.

El sonido del timbre lo regreso a la realidad.

Ni siquiera tomo en cuenta la hora que era, se levantó y medio limpió sus lágrimas y abrió la puerta sin mirar de quién se trataba.

Sintió unos brazos rodearlo, alzo su mirada encontrándose a valt.

-¿Que haces aquí?- pregunto aiga fríamente evitando el llanto, no quería mostrarse débil ante su pareja.

-me alegra tanto que estés bien, me tenías preocupado, te estuve escribiendo pero como no contestabas me angustié-

- pues ya viste que estoy bien, ahora vete - no pudo más y las lágrimas escaparon nuevamente.

- aiger ,¿Estas bien?- quiso acercarse a el pero el menor lo empujó.

-vete, no quiero hablar ahora- saco de su casa a valt y cerro bruscamente la puerta, corrió a su habitación y se lanzo a su cama.

Mientras valt resignado y confundido camino hasta llegar al auto de su amigo audaz.

- pudiste hablar con el - pregunto el rubio preocupado.

- estaba muy raro, no quiso hablar conmigo - respondió decaído valt

-tranquilo mañana hablas con el -

- tienes razón -

- sube, ya es tarde lo mejor sera que te lleve a tu casa - acto seguido valt abordo el vehículo y partieron de allí.