love Is war- Valt x aiger

~amor~

Ambos se miraron para después apartar la mirada avergonzados, ningúno de los dos decía nada.

Así era hasta que el peliazul pegó un brinco en su lugar al sentir la mano de aiger tomar la suya con suavidad.

- entonces, ¿Seguimos siendo novios?- pregunto timido el menor con cierto miedo de la respuesta que pudiera recibir.

- creo que la respuesta es obvia - respondió valt quitando su mano que aiga sostenía y abrazando al castaño acercando lo a el.

-eso es un...- aiga aun no comprendía.

-es vergonzoso- fue lo único que dijo valt, acto seguido se levantó de la cama y camino hacia la puerta.

Aiga en ese momento pensó que se quedaría solo en la habitación y que valt iría abajo a cenar con shu, pero su mente quedó en blanco al escuchar el sonido del seguro de la puerta siendo puesto y valt mirándole con una sonrisa divertida.

-¿Po.. porque cerraste la puerta?- el castaño se levantó de la cama y tembló ante la posible respuesta.

- nada en especial, es para tener algo llamado privacidad - valt se acercaba peligrosamente al oji jasper quien retrocedía lleno de miedo hasta no tener a dónde escapar pues choco con la pared de la habitación.

-¿Privacidad?- el rostro de aiga se pinto de rojo se quedó estático cuando valt dió suaves besos sobre su cuello.

Aquellos besos subieron hasta llegar a los labios ajenos, era un beso tan tranquilo, todo era tan diferente, eso hacia que aiga se sintiera mas seguro con el peliazul.

Valt sabía muy bien que aiga aún tenia ciertos traumas por todo lo que había pasado con Fubuki, y lo que menos quería era hacer que el castaño recordará aquello, así que intentaba ser lo más cuidadoso posible, eso y también que valt era medio tonto y bastante inexperto.

El Mayor tomo al castaño de la mano y ambos se sentaron en el borde de la cama.

Aiga cerro los ojos, sentía como valt acariciaba su rostro y descendía para tocar su torso con sumo cuidado, no podía evitar suspirar al sentir aquello, amaba demasiado a su peliazul.

El oji café alzo un poco la camisa contraria, pudo ver la piel pálida de su castaño, era tan hermosa, como si fuera porcelana, fue dejando besos haciendo que el menor enrojeciera.

-aiga, por favor quítate la ropa- habló el peliazul tomando sus manos.

Aiga se sobresalto al escuchar aquello, había sido demasiado directo, tanto que había sentido una punzada en su estómago.

- yo no...- el cuerpo de aiga comenzó a temblar, no le agradaba tanto la idea, tenía miedo.

- ¿Tienes miedo?- pregunto preocupado el peliazul.

El castaño solo bajo la mirada.

- aiger, yo también tengo miedo, no quiero lastimarte- al escuchar aquello el castaño alzo la mirada sorprendido.

- valt, ¿Crees que estemos listos para esto?- pregunto avergonzado el menor.

- no creo que lo estemos, pero, pienso que es la única forma en que puedo ayudarte, quiero demostrárte cuánto te amo -

Al escuchar aquello, aiga supo que no había vuelta atrás, había llegado hasta allí para arreglar las cosas con su valt, si quería recibir un perdón completo debía el también demostrar que sus sentimientos eran completamente cinseros.

- yo también quiero demostrárte que estoy arrepentido - el menor se acercó al peliazul y lo beso con suavidad.

Ambos fueron deshaciendose de las prendas, hasta que solo quedaron en ropa interior.

-¿Quieres que comencemos?- pregunto sonrojado el peliazul.

Aiga solo asintió y se recostó boca arriba mirando al peliazul esperando que el hiciera lo siguiente.

Valt se acercó a besar a su novio, quitó su ropa interior y comenzó a acomodarse para el acto principal.

¿No se supone que debía preparar a aiga primero? Por desgracia ningúno de los 2 lo sabia.

Fue entrando demasiado lento, avanzaba un poco y luego esperaba que aiga se acostumbrara para seguir otro poco, para que negarlo, estaba siendo doloroso para ambos, al menos al principio porque ahora ya no dolía tanto.

-¿Estas bien?- pregunto valt, el castaño estaba temblando en su lugar y no respondió nada.

Valt se acercó y lo beso Con cuidado, comenzando a moverse lento dando pequeñas estocadas, pudo notar un ligero jadeo por parte de aiga.

-¿Así esta bien?- pregunto el mayor avergonzado.

Aiga asintió, tomó de los hombros a valt y lo jalo hacia el para besarlo.

-te amo- hablo el menor acurrucando se en el pecho de valt -eres muy lindo-

-jeje ¿Quieres que sigamos? O prefieres que nos detengamos, honestamente esto es incómodo - dijo valt sonriéndole a su castaño.

-esta bien, gracias valt-

El oji azul salió lento, había muchas razones por las que no querían seguir.

1- aiga no estaba preparando y por lo tanto jamás podría pasar de una velocidad lenta.

2- a valt también le estaba doliendo mucho.

3- era la casa de shu :(

4- a aiga le dolía porque también aún está lesionado.

En fin, aquella noche, ambos chicos durmieron juntos, sabiendo lo mucho que se amaban.

............................

El sonido del despertador lo hizo abrir sus ojos con suma pesadez.

Miro la hora 6:30 de la mañana, valt no estaba a su lado, miró la habitación y recordó que estaba en la casa de shu.

Se levantó asustado pensando lo peor, termino de ponerse su ropa y corrió en busca de su peliazul.

Llegó a la cocina y escucho voces, obviamente eran shu y valt.

Se acercó un poco para no ser descubierto, tenía miedo de lo que estuviera pasando allí.

-¿porque no? creo que es lo menos que puedes hacer- esa era la voz de shu

- pero yo no se cocinar - dijo valt en un tono triste.

- anda, yo te enseño como, o que ¿No quieres darle una sorpresa antes de que despierte?- se burlo shu.

- si quiero, pero yo solo se hacer pan -

- pues hagamos pan entonces-

-siiii-

Aiga sonrió, se retiró de allí y subió para alistarse.

Tenía todo planeado, le diría a kit como entrar a su casa y le pediría que pasara por su mochila y la llevara al colegio.

No haría mucho, darse un baño y lavar su ropa la cual estaba hecha un desastre.

Estaba feliz, ese día nada podía salir mal, tomo un desayuno con shu y valt, los tres tomaron un taxi para llegar mas rápido y cada quien fue a sus clases correspondientes.

Todo era perfecto hasta que....

- finalmente lo encuentro joven Akabane, déjeme presentarle a alguien- hablo una de las maestras junto a ella un chico mas alto.