Hiccstrid modern AU
Astrid Hofferson una chica cerrada y con pocos amigos, tenía un único objetivo en la vida. Su pasión por leer libros y palabras no tenía parangón, cualquier día, haga frío, o calor, nieva o granice, la podras encontrar en la esta...
Después de leer más o menos como tres horas y acabarme el libro en ese tiempo, me fui a casa.
Pero me encontré a algunos de mis amigos... La cosa es que a ellos les encanta molestarme de la buena manera, pero aún así... Los odio cuando hacen eso.. Hasta que llega otro chico... Lo conozco perfectamente.
-Astrid.. Mi amor! - escucho gritar a Zack... Un chico alto de veinticuatro años, su cabello está entre rubio y castaño, sus ojos son mieles y allí está la descripción del mi mejor amigo.
-Te voy a partir la boca si me sigues diciendo así. - le adivierto enojada.
-Ay, ¿Que paso amor? ¿Ya te vino la menstruación? - Dijo pero ahora Jackson, un chico de ojos azules, pelirrojo de tiene veinte años, la misma edad que tengo yo.
-Ja-ja - rio sarcasticamente - Vuelven a decir algo y les pateó el culo.
-Tranquila mi amor.. Hoy te espero en mi casa a las doce en mi casa - dice Mike, tirándome un beso, otro de mis amigos el tiene veinticinco años, de orbes negras igual que su cabello.
-¡Se los advertí hijos de perra! - Exclamó mientras corría detrás de ellos.
-¡AY MI MADRE! - Grito Jack.
-¡¡¡CORRE, AHÍ VIENE, CORRE!!! - Grito Mike
-¡¡LOS VOY A MATAR!!
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-¿Seguros que están bien chicos? - cuestiona mi madre con una cara disgustada viéndolos a los tres con moretes.
Jack tenía uno en su brazo izquierdo, Mike en su ojo y a Zack le estaba sangrando la boca.
En eso se abre la puerta déjando entrar a Heather.
En cuanto los vio explotó a carcajadas.
-No.. Puedo jaja.. No puedo creer que una mujer los haya derribado... Osea.. Ustedes tres.. Jajaja... Tres contra una chica.. Me muero, necesito aire, aire - comentó entre risillas.
-Ya callate Heather - súplica Zack - Me sabe feo la boca - agregó.
-... Ya no lo volveremos a hacer Astrid.. Pero por favor ya no nos golpes.. - pide Jackson.
Todos nos miramos con competencia y no tardamos en correr hacia la cocina, mi madre hace la mejor lasaña del mundo y eso lo sabemos bien, entre golpes, resbalones y empujones, llegamos a la mencionada.
-Genial! Otro morete - se queja Jack sobando su brazo derecho.. El que Heather había golpeado.
Cuando mi mamá nos sirvió, no dudamos en comer.. Mientras los chicos masticaban como vacas retrasadas nosotros un poco más tranquilas.
