¿Qué pasaría si Sasuke decide dejar de lado su venganza al último momento?
¿Qué pasaría si el conoce a una persona que lo cambia totalmente?
A veces la vida da segundas oportunidades para hacer bien las cosas, aunque Sasuke desde el principio no hay...
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. 3 años atrás.
Narra ____
- ¡No puedo, no puedo, no puedo!, realmente duele mucho - dije al hacer mi segundo intento de activar el sharingan.
- Supuse que esto pasaría, así que contrólalo, no dejes que el dolor te gane, inténtalo una vez mas - dijo Kabuto anotando en el pergamino. Tenía que hacerlo, pero el dolor realmente era desgarrador, siento como si una cuchilla pasara ante mis ojos una y otra vez cortándolo de a poco. Tomé aire, me concentré, cerré mis ojos y dejé fluir mi chakra, comenzaba a doler, poco a poco se iba intensificando, mis puños se apretaban para aguantarme el gritar, no quería rendirme... Sentí como un líquido tibio recorría mis mejillas, y luego de ello el dolor había desaparecido muy de golpe, pero mis ojos latían, como si tuvieran un corazón propio, abrí los mismos encontrándome con Kabuto frente mi.
- Bien hecho... - respondió con una sonrisa, rápidamente llevé ambas manos a mis mejillas encontrándome con sangre como la primera vez que lo desperté.
- ¿E-esto es normal? - pregunté asustada.
- Si, con el uso dejará de sangrar, y también dejará de doler - respondió sin mirarme mientras anotaba en el pergamino - Pasaste la primera prueba, continuemos... - dijo tendiéndole a Konan su pergamino. Se colocó a unos pasos de mí y sacó un kunai de su pequeña riñonera.
- Vamos Kabuto, un kunai lo podría evadir sin necesidad del sharingan - dije burlona al ver que el planeaba atacarme con esa inútil arma.
- Tu sigue hablando _____... - respondió él con una sonrisa algo siniestra, lazó el kunai y mis ojos detectaron en cámara lenta aquel veloz movimiento que realizaba con sus manos, un jutsu desconocido para mí. Aquella arma se comenzó a multiplicar haciendo que cien o más de las mismas vengan sobre mí, pero todo sería tan fácil, los veía a paso de tortuga, así que me dediqué a esquivarlos hasta terminar... Lo había hecho.
- ¿Qué tal estuvo eso? - pregunté emocionada, estos ojos eran fascinantes.
- Pasaste tu segunda prueba - dijo para tomar el pergamino que anteriormente Konan llevaba en manos, anotó nuevamente alguna clase de cosa y su vista volvió a mi - Última prueba, haz alguna técnica que puedas encontrar en tus ojos - su sonrisa era desesperante, parecía que estaba a punto de encontrar la paz mundial o algo por el estilo. Yo asentí y comencé a indagar en mis ojos, y entonces la técnica salió por si sola.
- ¡Jutsu gran bola de fuego! - exclamé luego de que mi cuerpo reaccionara por si mismo al mover mis manos. Coloqué dos dedos cerca de mis labios y soplé para que próximamente una gigantesca bola de fuego haga presencia. El asombro en mí era evidente, era tan imposible como el hecho de que posea el sharingan, poder hacer aquel jutsu, mis elementos eran agua y rayo, por lo tanto solo realizaba jutsus Raiton o Suiton.
