Neugdae | Yoonmin | Omegaverse

VIII

***Mil disculpas por la espera, realmente no había tenido suficiente tiempo debido a la universidad, pero salí con buenas notas, así que les compensaré con este capítulo, espero que les guste y no olviden votar, comentar y seguirme, me ayudan mucho con su apoyo***

—Todo está bien, podemos estar tranquilos—La señora Chae mencionó mientras caminaba detrás de Jimin.

—Gracias por todo—Le agradeció el Alfa mientras se levantaba de la vieja silla y tomaba la mano de su Omega—Por ahora será mejor que vayamos a descansar. Mañana a primera hora convocaremos una asamblea para despedir a los fallecidos y reforzar la entrada y salida del pueblo.

—Suena perfecto, yo me quedaré con Jihyun está noche. No creo poder conciliar el sueño, así que me quedaré con la señora Chae.

—Claro, Hee—La partera le sonrió y se sentó a su lado.

—Nosotros puede que no podamos dormir, así que estaremos pendientes—Yoongi les hizo un noble gesto con la cabeza—Nos retiramos, hasta mañana.

—Hasta mañana, descansen—Se despidió Hee Von y ambos salieron en dirección a su casa.

—Jimin, ¿Pasa algo malo, cariño?—Yoongi preguntó al verle tan silencioso y distraído.

—Si, si. Claro—respondió rápidamente mientras metía sus manos a los bolsillos del abrigo. El Omega miró las calles de su pueblo, observando como algunas partes cubiertas de nieve, permanecían rojas por la sangre. Sintió impotencia, y simplemente quiso arrodillarse y rezar.

Después de todo lo que había vivido, le tenía miedo a la muerte. Está se había encargado de quitarle a la persona que más le importaba, y odiaba el sentimiento de su ausencia. Hyuna, fue su mejor amiga, ella le entendió y le apoyó cuando todos le habían juzgado y algo le decía que su muerte, tenía un significado más profundo.

—¿Quieres un poco de té? Para ayudar a conciliar el sueño—Le ofreció su Alfa mientras le quitaba el abrigo y lo colgaba.

—Te lo agradecería—sonrió levemente y Yoongi se dirigió a la cocina para prepararlo.

¿Qué pasaría sí, Jong Suk no fue quien la asesino?

¿O si los hombres que los perseguían cuando huyeron de Corea, estaban relacionados?

Aún no lo sabría hasta volver. Necesitaba saberlo, para dejar todo atrás y vivir feliz. Feliz con su Alfa y su cachorro. Inconscientemente sonrió mientras acariciaba su, aún plano vientre.

De todas las cosas que pensó que podrían pasarle, jamás imaginó que está, sería una de ellas. Sin duda se convirtió en una bendición para él.

[***]

—Lo extraño mucho—murmuro el castaño mientras se sorbia la nariz.

—Lo sabemos, todos lo hacemos apesar de que ya hemos pasado un tiempo sin saber de ellos.

—Pero Namjoon, podemos seguir buscando. No pueden haberse ido a otro planeta—murmuro mientras continuaba sollozando.

—Tranquilizate cariño, puede hacerle daño al cachorro—El moreno se acercó a él y acarició su abultado vientre. SeokJin tenía alrededor de siete meses, y le entristecía no poder compartir su felicidad con Jimin—Vamos, recuerda que tenemos cita con la ginecóloga.

—Hmm, si—hablo Jin en tono bajo y se dirigió a cambiar de ropa, con Namjoon siguiéndole por detrás.

—Usa algo holgado, no me gusta que uses algo apretado, puede hacerle daño—Le dijo el moreno mientras buscaba algo en el clóset.