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Hola amigos, el tiempo está pasando, lo cual es bueno porque ya casi se acerca navidad, lo cual quiere decir que recibiré lindos regalos, esa es una parte buena de que mis padres estén separados, literalmente tengo dos navidades, cada una en casa de mis abuelos.
Los abuelos son importantes, quiero mucho a mis cuatro abuelos, son buenos conmigo, algunos más que otros.
Los papás de mi papi Taehyung viven en Daegu, son muy divertidos, pasamos los días en el campo, alejados de todo, comiendo cosas ricas, la abuela me hace gorros de lana que mantienen mis orejitas calentitas, el abuelo prepara el mejor chocolate caliente del mundo, es simplemente perfecto.
Los papás de mi apa Jungkook son algo diferentes, ellos viven en Busan, en una casa muy linda, grande y limpia, mi abuela está obsesionada con la limpieza, tienen adornos brillantes de muy buena calidad, dan regalos caros y se visten como pingüinos, la verdad no me gusta vestir de traje, pero papá me obliga. La abuela no cocina ella sólo supervisa, el abuelo, bueno, él siempre está en su oficina. Son amables conmigo.
En el año veo seguido a los papás de apa Jungkook, a los papás de mi papi los veo sólo en mi cumpleaños, en el de papi y en navidad.
Es divertido, pero nunca me había sentido tan ansioso de verlos, cuando papi me dijo que iban a venir de visita dos días me puse a brincar como loco. Ellos tenían cita con un doctor en Seoul y aprovecharían el momento, incluso papi invitó a papá a cenar con ellos. Me agradaba la idea.
Eran un martes cuando llegaron, yo corrí a abrazarlos porque los había extrañado demasiado, mi abuela me dio besos en toda la cara y el abuelo un abrazo, ellos llevaron de regalo unos dulces que sabían delicioso, tuve dolor de panza por haber comido tantos.
Papi estaba feliz, aunque sea un niño, sé bien que él está triste por no tenerlos cerca, porque son una familia chiquita pero unida, justo como la mía, por eso se esmeró en hacer la comida y preparar su habitación para que se quedaran, esa noche dormiría conmigo y es genial, porque los abrazos de papi por la noche son cómodos.
La abuela hizo el postre, yo estaba presente coloreando mientras ellos hablaban, el abuelo estaba viendo la televisión, descansando del viaje, pensaron que no estaba prestando atención, pero soy curioso.
—Cambiaste el color de tu cabello, ahora es más cenizo, te ves lindo.
—Gracias mamá—dijo con una sonrisa tierna—. Me alegra tenerlos aquí.
—Nosotros los extrañamos mucho ¿Por qué no regresas? —dijo esperanzada.
—El trabajo que tengo es muy bueno, pagan bien y YeonJun está feliz en su escuela.
—¿Estás seguro que no hay otra razón? Porque soy tú madre y no puedes ocultarme nada.
Papi se puso rojo hasta las orejas, pude verlo incluso sin mirarlo directo.
