Dos

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Rayo estaba de pie, aquello era como un milagro, entonces el alfa cogió un poco de hierba fresca que tenía reservada y la echó junto al caballito, entonces la pequeña niña cogió un poco de ella en su mano y se la acercó al hocico.

—Come Rayito come...Está muy rica ¿a que sí?—le dijo ésta sonriendo.

El animalito rápidamente olió el puñado de hierba de su mano y comenzó a comer como si nada, ante la atenta y asombrada mirada del alfa y el omega que lo habían visto casi moribundo.

Mientras en el camino y tras un buen rato esperando, el elegante alfa que había permanecido junto al lujoso coche en el habían venido el castaño y su hija, decidió ir a su encuentro en el establo.

—Emm...perdón, ¿se puede?—dijo tímidamente asomando la cabeza.

Todos miraron.

—Oh claro pasa... perdona, es que Anne adora al caballo y nos hemos entretenido—dijo Saint sonriéndole, ante la analítica mirada de Zee.

—Oh mira Zee, te presento a Jimmy Karn, él es primo de Perth y amablemente me está ayudando con algunos temas de la herencia—dijo Saint muy animado

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—Oh mira Zee, te presento a Jimmy Karn, él es primo de Perth y amablemente me está ayudando con algunos temas de la herencia—dijo Saint muy animado.

El moreno alfa los miró algo molesto pero finalmente entendió su mano.

—Encantado señor Karn—dijo este entre dientes.

—Por favor llámame Jimmy, por favor...El gusto es mío Zee, la verdad es que tienes una granja muy hermosa... La niña se moría de ganas por llegar—dijo el forastero muy sonriente y mirando al omega.

Zee seguía molesto pues las miradas y sonrisas cómplices entre Saint y este nuevo alfa que había aparecido, no le gustaban nada de nada pero hizo un gran esfuerzo por controlarse pues no quería espantarlos por culpa de su olor a celos, ahora que ya habían regresado.

—Bueno, emm...debemos ir a casa cariño, llevamos muchos semanas fuera y debemos ponernos en marcha—dijo el omega para que Anne se despidiera.

—Hasta luego Rayo, vendré a visitarte pronto.... Anda ven Coco, tenemos que marcharnos....adiós Zee—dijo un poco triste pues quería quedarse más tiempo allí.

—Bien nos vamos, emm...hasta lu-luego —dijo nervioso el castaño  mirándolo justo cuando Karn lo cogido del hombro para echar a andar junto con su pequeña y el perrito.

El moreno sintió morirse al verlos alejarse, era igual que cuando había visto a Saint con Perth y su bebé años atrás y entonces entendió que quizás ya no tenía la oportunidad de reconquistarlo como había creído.

Con amargura creía que cuanto antes debía hacerse a la idea de que su momento había pasado y que éste ya no regresaría jamás.

—¡Ha-Hasta luego y bienvenidos de nuevo!—les gritó desde los establos  como despedida y muy entristecido.

—¡Si!, emm...¡gracias!—le contestó el omega girándose y sintiendo la tristeza del alfa que emanaba de él, mientras éste regresaba al establo junto a Rayo y los demás animales.

Saint estaba seguro que Zee había pensado que ocurría algo entre el primo de su difunto esposo y él pero no era así, el alfa ni siquiera lo había intentado conquistar.

Este respetaba demasiado su duelo por la pérdida de su primo, cosa que el agradecía aunque no podía negar que desde que este había entrado en sus vidas, todo se le estaba haciendo más fácil y menos dramático.

Jimmy era diferente en muchos aspectos pero aún así tenía muchos gestos iguales a los de Perth, aunque lamentablemente no compartía su talento para la música pero en cambio era un prestigioso y talentoso abogado.

Tras subir al automóvil, el alfa arrancó el coche y comenzó el camino a la casita del omega, el cual permaneció callado a su lado mirando a la carretera, mientras Anne en la parte de atrás, jugaba con su cachorrito Coco.

—Estás muy callado ¿te ocurre algo?—preguntó el alfa preocupado tras un buen trecho.

Este salió de sus pensamientos y negó con la cabeza mientras esbozaba una leve sonrisa.

—No, no es nada en particular, simplemente que llegar a este lugar de nuevo, los recuerdos vuelven a inundarme y son muchas cosas.

—¿Volver a ver a ese alfa, te ha puesto triste?.

—Sí, bueno un poco también... Él es alguien que irrumpió en mi vida y en muchos aspectos lo trastocó... Luego me dejó vacío y ahora años después a vuelto a reaparecer.

—A ver si lo adivino, este es el alfa por el que mi primo a veces me decía que tú no le hacías caso, ¿me equivoco?—preguntó Jimmy sacando los ojos de la carretera por unos segundos y mirando al omega—...Él es que te trataba fatal y que finalmente volvió a su país, ¿no es así?

—¿Perth te habló de Zee?, no tenía ni idea, nunca me lo dijo.

—Si bueno, supongo que se lo guardó...La verdad es que se sintió demasiado mal cuando solo tenías ojos para ese alfa... Además imagino que no querría hacerte sentir mal a ti reclamandote, por no haberlo elegido a él antes.

—Sí claro, supongo...el pobrecito era demasiado bueno y me amaba como nadie—dijo el omega entristeciendose hasta soltar unas lágrimas que se secó con su manga.

—Bueno pero de todas formas eso ya da igual y ya forma parte del pasado... Tú finalmente lo elegiste a él y hasta le diste una preciosa hija.

Saint asintió mientras se mordía el labio inferior para contener el llanto, mientras que permanecía en la parte de atrás Anne al parecer no se percataba de nada, aunque realmente si que lo hacía pues cuando estos dos se quedaron en silencio, ella habló mostrando su opinión.

—Zee es como un papá pero no es el mío aunque es igual de bueno y amable, además nos quiere mucho a mi papi y a mí... Siempre sonríe cuando nos ve y se queda muy triste cuando nos vamos... También huele muy rico y es muy gracioso... A mí no me importaría que fuese mi nuevo papá, ¿verdad que a ti también te gustaría, Coco?—dijo esta abrazando a su perrito.

El castaño miró al alfa que no apartaba la vista de la carretera, este  no podía creer todo lo que su hija acababa de decir sobre el moreno, entonces carraspeó nervioso esperando algún comentario por parte de Jimmy.

Este no se dio y ciando llegaron al fin, Anne se bajó rápidamente del coche seguida de su cachorro y corrió hasta puerta donde se sentó a esperar a su padre y al alfa que seguían sentados en en coche.

—Siento que hayas escuchado eso...Seguro que como primo de Perth  te haya dolido pero quiero que sepas que no pienso en tener alfa de nuevo, yo lo amaba mucho — se explicó el omega.

—Lo sé Saint, no te preocupes... Es normal que tu hija busque una nueva figura paterna, todos los niños necesitan sentirse seguros y arropados por figuras paternas.

14. Esperando a mi omega -Parte Tres -Zaintsee -Omegaverse  TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora