Epifanía

40 1 2
                                    



Epifanía
nombre femenino
1. Manifestación de una cosa.
"la fuerza y la vida no son sino epifanías de la realidad última"

"No tengo las ganas suficientes de intetar nada hoy, solo quiero quedarme acostada sin hacer nada, tal vez viendo una película de terror, solamente para poder sentir algo de miedo, solo para sentir algo que no sea esta espantosa ansiedad que me hierve las venas"

Pensaba mientras miraba aquel viejo traje de baño que se suponía me pondría hoy, no puedo, Rick es risas y sonrisas, energía y adrenalina, y yo, yo soy la chica que no puede ni siquiera ponerse un bañador color negro solo por lo que los demás vayan a decir. Se supone que sería fácil, ir al lago y pasar un buen día, pero es más complicado para mi, mierda, no pensé que fuera a ser tan complicado.

- Hace mucho tiempo que no veía aquel traje de baño fuera del closet - dijo con voz comprensiva mi madre, reclinada justo en el marco de la puerta de mi cuarto con rostro orgulloso.

- Ni siquiera se si me vaya a quedar, me lo compraste a los doce - seguí revisando aquel pedazo de tela que ahora lo pienso se veía demasiado infantil.

- lo sé, pero el clima de aquí no es muy recomendado para tener miles de trajes de baño, y estoy segura en que no te quedará ahora con tu edad y altura, por eso mismo hay otra opción.

Voltee con brusquedad hacía ella, una bolsa de Fannys en su mano, yo tenía una excusa para no ir, ahora parece que Rick y mi mamá se volvieron cómplices en esto sin siquiera conocerse, claro que mi mamá sabía de él, yo le había dicho todo lo que habíamos hecho ayer, omitiendo aquella parte en la que saltamos dos veces a un autobús en movimiento, le conté lo que Rick me había propuesto hacer hoy y al parecer a mi mamá le encantó la idea de mi amigo, más que a mi eso era seguro.

Metió su mano a la bolsa de papel y saco dos pedazos de tela, un traje de baño color naranja oscuro que seguramente dejaría ver más de lo que me acomodaba.

-No - su sonrisa se desvaneció en menos tiempo del que yo tiraba el traje negro al suelo - no, no, no, y no, todo esto es una tontería, - le dije con fuerza en cada palabra mientras veía el traje de baño naranja mucho más chico del que teníaen la mano - con esa cosa se van a ver mis estrías en las caderas, los brazos aguados y el abdomen inflado, ¿no podías conseguir algo más de mi talla, mamá?

Okey, parecía que exageraba, pero pasarse toda la noche pensando en este momento daba derecho a estar molesta y un poco defraudada, yo siempre me preparaba semanas antes de ir al lago, y ahora todo esto se acumula minutos ants de que Rick llegara por mi.

- Rosa, escúchame - pensé que se molestaría por mi ataque de furia, pero en cambio entró al cuarto y con voz suave pero firme empezó a hablar- el problema no es tu cuerpo, el no tiene nada de malo, incluso podría decir que es bellísimo, el problema es lo que piensas de el, lo que piensas sobre ti.

Las misma palabras que escuchó cuando me siento mal, no era nada nuevo pero siempre me dejaban pensando, ¿que hubiera pasado si mi niña de once pudiera haber decidió como quería que fueran sus medidas?, la cintura pequeña, piernas largas, los labios hinchados y cabellera rubia, mira en resumen yo quería ser de esas que entraban a un lugar y llamaban la atención, pero la realidad es que mi vida sería demasiado fácil si yo fuera perfecta, y no es el caso.

- Tal vez un poco más delgada y... - susurré bajando la vista y jugando con el borde de mi pijama.

- ¿Si fueras más delgada que? - me regañó mi madre frunciendo las cejas y haciendo ademanes que hacían volar el traje entre sus dedos - Después querrías las pestañas más largas, y después la piel bronceada, y este ciclo nunca se acabaría hasta terminar deprimida por detalles insignificantes que nunca llenaremos en su totalidad, - se sentó a la orilla de mi cama haciendo que las sabanas rebotaran junto con su cuerpo, talló su tabique antes de retomar sus palabras - Roma, deberías disculparte contigo misma, por tantas cosas que te haz dicho, por tantas mentiras que te haz creado, por tanta felicidad tirada a la basura intentando reparar una parte de ti que solo está rota ante tus ojos, intentado reparar algo que ya no necesita arreglo.

Tan real como en cuento de hadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora