La puerta se abre de golpe y ellos ingresan hechos furia.
—Hemos tenido que salir de la oficina para estar aqui—se quejan.
—Lo se...—Jungkook lleva la vista un poco hacia abajo.
—Y sabes lo vergonzoso que es que me llamen porque mi hijo es un incivilizado— La manera en la que alza la voz la señora me hace sucumbir a mi también — ¡Te peliaste con una chica!
Jungkook abre la boca, aparentemente para replicar, pero su madre no le deja hablar porque sigue retándole.
—¡Estoy cansada de tu inmadurez!
Mientras que su padre comienza a caminar en círculos hecho furia.
—No se que voy a hacer contigo — el hombre se lamenta, sin contener su rabia — solo eres una molestia insistente y problemática.
Ouch. Eso me dolio incluso a mi.
Jungkook lo mira en momentos y, en otros, baja la cabeza; mientras el hombre se deshace entre lamentos sobre la deshonra que su hijo significa.
—Deberia llevarte a un internado— continua — Deberia dejarte ahí hasta que te vuelvas una persona de bien. No uno bueno para nada que lo único que hace es dedicarse a esa bandita de cuarta.
Estoy tan callada que ni mi respiración se escucha, estoy segura.
—¡Eres un inutil. Y ahora también un golpeador de chicas!
—No la golpee— se defiende por primera vez. Pero sus padres no lo escuchan y siguen mal diciendo.
—Ya se lo que voy a hacer — dice él hombre — Voy a sacarte esa estupida guitarra y te la voy a tirar a la basura.
—¡No!— réplica Jungkook
—¿Que dijiste?— pregunta su padre en tono amenazador.
Pero su hijo no se deja intimidar esta vez. Aparentemente para él, la banda y su guitarra valen un enfrentamiento contra su padre.
—¡Que no me puedes hacer eso!— se impone Jungkook
O, almenos intenta imponerse. Porque su padre se acerca de golpe, con rabia, perdiendo por completo la cordura y le da una bofetada tan fuerte que me deja con la boca abierta.
La habitación se queda en silencio y, al cabo de unos treinta segundos abro los ojos con cuidado.
Él padre de Jungkook mira su mano, con cara de conciencia. Y luego la mejilla de su hijo. No alcanzó a verlo desde este ángulo pero es seguro que esta roja.
Si este idiota no hubiera hecho llorar a mi hermana, hasta hubiera sentido pena por él.
Se muere de pena de que yo este presenciando todo. Se nota en su expresión.
Estoy tan enfocada en ellos que no me doy cuenta de mama hasta que abre la puerta e ingresa.
—Buenos días — dice, rompiendo el amargo silencio.
—Buenos días, usted debe ser la señora Park—dice él hombre.
—Si— confirma mi mama
—Tengo que pedirle disculpas por él hecho de que mi hijo haya atacado salvajemente a su hija— le dice, avergonzado.
Por un segundo me veo tentada a decir que "no me ataco salvajemente" pero es tanta la rabia que le tengo a ese chico que me quedo callada.
Mama se acerca algo preocupada.
—¿Estas bien?— se agacha junto a mi para mirarme a los ojos.
—Si, lamento que tengas que venir hasta aqui...
—No te preocupes — Ella acariciaba suavemente mi cabello. Su reacción es tan distinta a la de los padres de Jungkook, que nos voltea a ver con la boca ligeramente abierta. Luego agacha la cabeza de nuevo y se lleva una mano a la mejilla izquierda, que había sido golpeada.
Se que mama esta decepcionada de que la hayan citado por mal comportamiento. Siempre fui inquieta pero no hasta él punto de que me pongan un castigo.
Hay algo de culpa en su mirada. Estoy segura de que piensa que es una rebeldía por él cambio de ciudad.
Luego de que él señor y Jungkook se retiraran, mama me da una pequeña charla sobre que Hiung Sik esta pagando y que debemos valorar ese esfuerzo y corresponderlo con un buen comportamiento y notas altas. Al terminar me da un beso.
—Ahora ve a clases— susurra con afecto
Asiento y salimos juntas, ella se despide y se va.
Me dispongo a cruzar él pasillo en dirección a los salones cuando, al doblar en una esquina, me toman desde atras, por los hombros, y me aprietan contra la pared.
—No tienes idea de con quien te estas metiendo, Park— su voz se escucha en mi oido.
—Sueltame, idiota— le ordeno como puedo.
Mi mejilla siente él contacto con la fría pared, mientras el me sujeta los brazos desde atras y apoya su cuerpo contra el mio para inmovilizarme.
—Voy a hacer que lamentes lo que me hiciste hoy.
—Oye, no tengo la culpa de que tu padre sea un imbécil— contesto con rabia— al menos ya se a quien saliste — suelto en un bufido.
Él afloja su agarre lo suficiente para dejar de hacerme daño, pero no tanto como para poder huir.
—Este va a ser su peor año—declara — tienes mi palabra enana.
La forma en que pronuncia el apodo que me puso, con una mezcla de rabia y asco, tan distinto con la cordialidad con la que me lo dijo en el bar, me confirma que estas hablando enserio.
Jungkook me suelta, pero se mantiene a mis espaldas. No me muevo por unos instantes, sintiendo su respiración tras de mi. Estiro los brazos sobre mis costados y volteo sobre mis talones, encontrándolo cara a cara.
Sus ojos marrones escundriñan los mios con atención. Levanto una mano sobre su rostro y fingo un temblor.
—Me estoy muriendo de miedo Jeon— sobrino en burla y él frunce él ceño.
—Ya lo haras — promete antes de girar e irse al salon.
