Llega él lunes, y con este, comienza él mes de castigo en la biblioteca.
Me dirijo, después de clases, al gran salón de libros para empezar con las endemoniadas tareas de una vez por todas. Y hablando del demonio, Jungkook llega al mismo tiempo que yo.
Abre la puerta, ingresa y la cierra en mi nariz. Un segundo mas y me deja sin ella.
Aprieto los puños y accedo a la biblioteca, aguantando la rabia.
La bibliotecaria, Rosalba, se presenta ante nosotros y nos indica, de muy mala gana, nuestros deberes para él castigo. Deberemos coger cada libro de su estanteria, sacarle él polvo y ponerlo en su sitio original, ordenado alfabéticamente dentro de su categoría.
Me pongo manos a la obra aprisa. Hay como cincuenta estanterías repletas, así que probablemente nos tome él mes entero hacer él trabajo.
Sonrió y procuro enfrentar él reto de la mejor manera posible.
Pronto, él polvo se cuela por mis fosas nasales más veces de las que me hubiera gustado. No tarda en hacerme estornudar.
Enjuago él trapo a cada rato, pero no mejora. Cada vez que termino de limpiar un libro es lo mismo, mas y mas estornudos.
Al cabo de al menos una hora, tengo la nariz roja y los ojos llorosos.
Volteo y me fijo en Jungkook, para ver si al menos él esta sufriendo tanto como yo. Grande es mi sorpresa al encontrarlo recostado contra su estantería leyendo un libro.
—¿Que se supone que haces?— le pregunto sin poder aplacar mi ira.
Mueve la vista del libro y me ve como si lo hubiera interrumpido en la mejor parte.
—¿Acaso no ves que estoy leyendo?
—¡Me refiero a que haces que no estas trabajando!
—Shhh no grites, estamos en una biblioteca — se burla.
No hay nadie al rededor. Ni siquiera Rosalba esta aquí.
—¿Entonces, no piensas mover un solo dedo para acabar con esto?— le reclamó. Llevo mis manos a la cintura, estoy empezando a perder la paciencia.
Él me muestra de nuevo esa sonrisa engreida que empiezo a detestar.
—¿Para que?¿para verme tan mal como tu te ves ahora?—apunta— con esa nariz tan roja pareces reno de navidad.
Se rie solo.
—Eres un idiota— le recalco.
—No, tu eres la tonta. Porque él director dijo que debiamos cumplir él castigo durante un mes. Así que, aunque terminemos de ordenar todo, no nos libraremos hasta él mes siguiente. Prefiero aprovechar él tiempo leyendo.
Se encoge de hombros.
Su seguridad hace que me entre una rabia inmensa. No le digo nada y gira los ojos de vuelta a su libro.
Entonces me coloco detrás de la estantería de la que esta recostado y le propino una fuerte patada a la madera, logrando que todos los libros del otro lado caigan sobre su cabeza.
—¡¡Demonios!!¡¡Maldita enana insoportable!!
Lo escucho quejarse.
—Al menos ahora si tendrás que ordenar eso y quitarle todo él polvo— le digo antes de irme riendo.
Como avance mas rápido, para él momento de salir me encuentro en una estantería mas al fondo de la que él esta ordenando.
Estoy pensando en mis propios asuntos mientras le paso él trapo a los libros, cuando escucho cerca la voz de Yina.
—¡Hola! Estoy buscando a mi hermana, se llama Tn ¿la has visto?
Dejo todo lo que estoy haciendo y me acerco lo mas rápido.
La encuentro parada delante de Jungkook, quien la mira con curiosidad. Lleva la vista a mi cuando me oye aproximar.
—Asi que ella es tu hermana— suelta un bufido— mejor ni le respondo o si no dirás que la quiero abusar.
Se aleja riendo para si mismo y sale de la biblioteca.
—¿Que fue eso?— me pregunta Yina.
—Es lo mismo que quiero saber—le reclamo — ¿porque le hablaste como si nada?
Ella inclina la cabeza sin entender.
—¿A que te refieres Tn?
—¿Como que a que?¿Acaso no dijiste que Jeon Jungkook te lastimo él primer día de clases?
—Si...— contesta ella
—¡¿Entonces porque le hablas como si nada?!— Ya perdí la calma. Me pregunto si se estará haciendo la tonta o que.
—Tn...— contesta algo asustada por mi reaccion— ese no es Jeon Jungkook
¡¿QUE?!
Me quedo perpleja por un segundo.
—Claro que es el— aseguró, pero ella niega, con la mirada confundida— los compañeros, los profesores e incluso él director lo han llamado asi durante toda la semana— insisto al ver que no me cree.
Su boca se abre ligeramente y se queda pensando unos segundos.
—Ese chico que salio no es él que me amenazo— asegura, apuntando hacia atrás con él dedo.
No es posible, ahora si no entiendo nada.
—¿Estas segura?—esto no tiene sentido y me esta empezando a punzar la cabeza.
—Si, claro que estoy segura.
Nos quedamos mirando durante un instante en la que todos los acontecimientos de la ultima semana pasan por mi mente.
Entonces, Jungkook tenia razon. El mo hizo llorar a Yina.
Yo lo ataque sin ningún motivo....
