Temblaba como si de un terremoto se tratara.
Sollozaba como si fuese una regadera.
Se enrojecía como si le hubiesen alagado.Sentía tanta impotencia en ese momento, tanta decepción. ¿Cómo habían fingido todo este tiempo?¿Por qué no lo había notado? Claro, el movimiento de los supuestos alumnos había sido una coartada, no sospechaba por esa razón, ni se había percatado. Pero aún así se preguntaba cómo era aquel truco que llevaban a cabo.
Se levantó del sucio suelo, secó su delicado rostro, sus manos se convirtieron automáticamente en puños y salió en busca de respuestas, en busca de Mamá.
Se le hizo difícil, parecía estar vacía la instalación, aunque muy dentro de sí sabía que estaban ahí, ellos no lo dejarían sólo, si así quisiera.
De pronto, al llegar a la sala de profesores sintió miedo, ese lugar siempre estaba abierto, pero aún si no había nadie cerca no se atrevía a adentrarse en la penumbra de los archiveros.
Y tan rápido como el miedo se adueñó de él, la hipofrenia lo atacó, ya no se sentía valiente, y sólo se sentía como un pequeño de cinco años, pero el lo desconocía, pues no recordaba nada de lo que era ser un menor.
Igual, con sus extremidades temblando y la pesadez en su cuerpo, se impulsó a abrir aquella puerta que lo separaba de entrar en la sala.
Vacío.
Estaba tan vacío como las habitaciones, el pasillo, el baño o el resto del internado. La ausencia de alguien le daba miedo, quizás porque aún cuando veía a una persona junto a él, podía fingir que no sentía a más nadie cerca, ninguno que lo atemorizara.
Como Arón era un ser bastante curioso, o se dejaba llevar, se adentró en el mencionado para hurgar entre los papeles, sólo para cerciorarse que estos, por algún motivo, no fueran falsos.
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Soledad Sombría.
Misterio / Suspenso«Ellos no te dejarán sólo, si así quisieras.» Los gritos de niños en la madrugada se vuelven un constante despertador, siendo la alarma que avisa que Arón ya va a despertar. Una simple nota es la única pista que consigue para descubrir que sucede en...