Percabeth One Shots

Siempre estaras vivo en mi corazón

Annabeth no podía dejar de repetir la escena de su muerte.

Percy pidiendole matrimonio, arrodillado delante de ella ofreciendole un anillo con una perla inmensa.

Esa parte le hacia sonreír y hasta soltar lagrimas de felicidad.

Lo que le siguió, ver como Percy comenzaba a quemarse por arte de magia, con llamas que parecían fuego griego fue horrible.

Escuchaba como los dioses se burlaban de ella.

Sobre todo dos: Atenea y Hera.

Percy se alejo de ella intentando irse hacia el mar, para no ponerla en peligro.

Ella lo siguió, pero solo llegó a tiempo para ver como el cadaver de su novio caia carbonizado en el mar, el cual se lo trago como si le perteneciera.

Annabeth estallo en llanto, pero luego recordó que la muerte del heroe del Olimpo era un tema delicado para Poseidon.

¡Por los dioses! Debía decirle a Quiron.

Todos los campistas la miraban, seguramente con curiosidad por saber porque tenia ojos de fuego, o el motivo de sus lagrimas. Quizá este último.

— Creo que mamá ha hecho de las suyas, tenemos vía libre con el chico guapo del campamento —  escucho decir a Drew, risueña.

Si tuviera las ganas te daría una paliza, pero ahora importa Percy. Pensó Annabeth. Poseidon podria iniciar una guerra, o maldecir a todos los campistas de atenea.

Percy. Percy. Percy. Percy.

Nico Di Angelo se le acerco, aterrado.

— Chase. ¿Has visto a Percy? — le miraba con miedo.

— Nico... El esta muerto.

— es algo diferente. El murió pero...siento algo extraño.

Annabeth contuvo un sollozo. No, el no volvería jamás.

— Nico...después hablamos. Necesito hablar con...

Y exploto.

Callo de rodillas en frente de la casa grande gritando y soltando gritos que le partian el alma a cualquiera que la escuchara. Su voz era el sufrimiento encarnado. Nico la sujeto mientras seguía llorando. Escucho unos galopes, pero ella ya no estaba ahí. Estaba con Percy, en sus recuerdos. Sus besos, abrazos, palabras... Oh, cuanto lo extrañaba.

Despertó en una camilla mientras Quiron hablaba con Percy...¡Percy!

Se levanto, y no le importo tener un vial en el brazo o una tonelada de mantas encima. Todo daba igual menos el.

La escena que vio la asusto. Vio a Percy, pero ese era un Percy mas regio, con una aura de poder. Llevaba armadura, y en su mano descanzaba un tridente, copia del de Poseidon.

Ella no lo comprendía. ¿Por que el tridente? Se acerco a el con miedo a que se fuera.

El la vio y sonrió con dolor. Estaba mas alto, según noto Annabeth. Y usaba sandalias. Y bajo la armadura una camisa hawaiana.

Quiron no se percato de su presencia y seguio hablando.

— Eres como el mismísimo hercules e incluso más poderoso!

— Eh...si, Quiron.

— Tengo que decirle a todo el campamento que el principe del Mar, el que destrono a Tritón volviendose el heredero al trono de su padre, esta aquí. Salve Perseus Jackson, Principe del Mar, destronador de Atenea en el Olimpo, Dios de el mar...Junior.

Wait! ¿Percy? ¿Principe del Mar? ¿Destrono a MI madre?

— Quiron, no. Mi padre eligió volverme un dios. Y Atenea...ella me dio su trono para mantener la paz con mi padre.

— Sesos...Señor. Ha vuelto a romper el equilibrio.

Fue la primera vez que Annabeth hablo.

Ella tendría que darle la noticia a sus hermanos de que su madre ya no era una diosa olímpica, sino una diosa menor. Todo gracias al principito.

Quiron la miro como si fuera un bicho raro.

— Annie. Creo que deberías ir a avisarle a tu cabaña que...

Pero yo no le estaba poniendo atención.

Percy me miraba y yo a el. Annabeth no se pudo contener y salto a besarlo.

No le interesaba saber cual era el castigo de besar a un dios sin su permiso. Y menos a un dios del mar que murió por tu culpa.

Pero en ese momento pudo haber sido incinerada al igual que Percy y le hubiera dado igual. Al fin volvia a tener al sesos de alga, aunque ya no tan suyo.