Una trágica historia de amor.

06. -La chica de cabello dorado-

(...)

Nos separamos al escuchar el sonido de la puerta siendo golpeada y luego el sonido de las cosas siendo rotas, luego un fuerte ruido contra el suelo y un grito desgarrador de mi hermana, trate de gritar para llamar a mi hermana pero el Señor Wilson me tapo la boca e hizo que hiciera silencio. Aunque duro poco.

-Tiene que estar aquí, busquen por todos lados! -ordenó una voz femenina.

Al parecer tiraron algo que hizo moverse la cortina negra porque inmediatamente la tiraron hacia abajo para cortarla. Entraron 5 hombres y 1 mujer.

-Quitenle a la perra de encima -ordenó entre dientes la mujer de capa roja. Un tipo me tomo de los brazos y me empujó hasta quedar contra la pared de madera, mi espalda golpeó fuerte contra ella y mi respiración era entre cortada ya que el arma del tipo estaba en mi cuello para arrinconarme contra la misma pared.

-Que crees que haces Matilde?! -grito el Señor Wilson enfurecido.

-Tu que crees?! Vengo a recuperar lo que es mio -practicar aumente grupo lo último.

-Quitale las manos de encima, o de lo contrario perderás los dedos -esta vez se dirigió al hombre que estaba frente a mi.

-El...el aún, no, puede ca-caminar bien -hable apenas por la presión en mi cuello -Su herida, se abrió de repente -todo un poco -y tu-tuvimos, que, volver a coser -trate de respirar un poco más.

-Cierra la boca -ordenó la mujer.

-Definitivamente hay que quemar las, estas perras son asquerosas brujas, no hay dudas de ello. Hay millones de velas, frascos con plantas secas y frescas, cuchillos golosos, libros con símbolos y escrituras raras ¿Segura no querían sacrificarlo? Escuche que a su abuela la colgaron por practicar brujería...

-Sólo, que-queríamos ayudar -interviene hablando bajo.

-No te estabas a hablarle, y tú, tú quitale las manos de encima! -se levanto del camastro y atacó a los sujetos cómo si jamás hubiese estado lastimado, golpeó a todos excepto a la mujer, claro, pero uno de ellos accidentalmente le dio un cabezazo y está callo adolorida. Al ver tal acto el tipo que me tenía arrinconada se dio vuelta para golpearlo pero Thoma fue mas rápido y lo golpeó en el estómago y en la nuca con la punta de la escopeta que le había arrebatado.

-Esta bien? -me ayudo a levantarme y me abrazo, algo que no espere. -Vamos -tomo mi mano y salimos del pequeño cuarto. Todo estaba tirado y algunas cosas frágiles rotas, entre todo eso mi hermana se encontraba desmayada y no sólo eso, también estaba sangrando y una navaja, la navaja que había estado oculta en nuestra habitación estaba enterrada en su pierna derecha. Antes de poder hacer siquiera un ruido un fuerte dolor invadió a mi nuca y caí al suelo. Mis piernas contenían fuerzas mi vista se hacia borrosa, pero lograba distinguir como se llevaban a Thomas, quien trataba de soltarse y evitar que se lo llevaran, finalmente el cansancio me invadió y mis ojos poco a poco se fueron cerrando hasta quedar inconciente.