Una trágica historia de amor.

13. -Espera aquí.-

-Que pasa? -le pregunté a Agustina.

-Siento angustia una presión en el pecho -bajo un poco la cabeza y puso una de sus manos en el pecho. -seguro no es nada iré a ver si la tia Mari necesita ayuda.

Seguí con lo que estaba haciendo y fui a la parte donde practicaba con el arco el cual John había tallado un círculo en uno de los árboles, ahí era el blanco donde tenía que darle con la flecha.

Las pisadas de un caballo se sentian a lo lejos aunque sólo era John que se acercaba cada vez más, montado en su caballo, asique le reste importancia y seguí apuntando con la flecha en el centro de mi objetivo pero por alguna razón siempre caía un poco más lejos.
John se bajó del caballo y fue corriendo a dejar las cosas que había traído del mercado y vino hasta mí.

-Clara me dijo que Matilde amenazó a Thomas -Clara era una de las criadas de la familia Pressly, aunque los unicos que quedaban en el pueblo eran John y Matilde desde los últimos siete meses, ella era una "infiltrada" que le pasaba información a John sobre lo que pasaba en esa casa, después de todo Matilde la Loca seguía siendo su hermana y le preocupaba su Estado mental.
-Ella nos encontró y ... -se detuvo y suspiró.

-Y ...? -apunte mi flecha al blanco y espere a que siguiera.

-Si él se casa con Matilde, ella no volverá a molestarte y se mantendrá alejada, de ti. -la flecha rompió el aire y quedó enterrada en el árbol, debajo del blanco. -Se van a casar hoy. -dispare la flecha y mágicamente se enterró muy cerca del centro - Era obvio que iba a aceptar, se trata de ti, no hay nada que no haga para que estés a salvo.

-No le pedí nada de eso. Es más, no tendría que hacer nada de eso, lo único que hace -prepare otra flecha - es autolecionarce, una y otra vez. Y que gana? Nada, no gana nada. Que quieres que haga? -lancé la flecha y se clavó en la tierra, ¡Nisiquiera llegó al árbol! -Quieres que vayamos lo saquemos de la Iglesia y lo Salvemos de la loca de tu hermana?!

-Si -me miro serio, muy serio.

-Bien, ve y ponle la montadura al caballo yo recojo las flechas. -me dio una sonrisa suave pero aún así se marcaron su oyuelos.

-A donde van? -preguntó Agus.

-Al pueblo -dije simplemente tome mi cama y la mire -Si no vuelvo no me busques, estaré bien, asique no te preocupes -le guiñe el ojo.

-Que? Espera! Que quieres decir con eso?! Julieta! -me siguió por atrás. -A donde crees que vas? Tu no te irás a ningún lado!

-Voy a rescatar a mi primer amor de una fea infelicidad, o mejor dicho de una loca. No se sabe que me espera cuando cruce la puerta de esa iglesia o en el camino tratando de alejarme lo más posible que pueda de ella, pero lo haré llena de energía y sobre todo muy feliz, estuve esperando este momento para al fin poder verlo aunque sea una vez más, lamentó todas las veces de peleas y las veces que no te dije un 'Te quiero'. -los ojos de Agustina se habian cristalizado, le hice un pequeño nudo a mi capa y no le ditiempo de responder, subí al caballo y coloque las flechas y arco en mi espalda.

-Volveremos, no te preocupes -John le guiño el ojo y le dio una sonrisa ladina mostrando uno de sus oyuelos.

El caballo comenzó a galopar y John se me adelanto para mostrarme el camino que debía seguir.
Estábamos cerca de la capilla y fuera de la puerta habían cuatro guardias prepare mi arco y una flecha y apunte, pero mierda, era más difícil de lo que esperaba, no podía apuntar directo a mi oponente, pero hice lo que pude me sorprendí a mi misma que al apuntar a un objetivo erróneo le haya afinado justo en el pecho de uno de los guardias, este fallo en el suelo y prepare otra flecha para darle a un segundo hombre pero esta quedó clavada en la puerta de madera, los guardias rápidamente prepararon sus armas pero fue tarde, nosotros ya habíamos llegado y mi flecha ya estaba en el pecho de otro, John se bajó de su caballo y golpeó a uno hasta dejarlo inconciente mietras yo le disparaba una flecha al otro restante. No tenía idea de que me iba a servir tanto el arco como ahora.

-Espera aquí -dijo cuando me vio que iba a bajar.

-No, yo también voy a entrar...