Una trágica historia de amor.

08. -El pesar de tus acciones-

-¿Crees que me puedes retener aquí? No, esa no es la pregunta, más bien, ¿Que gánas, dejandome aquí? -Thomas estaba lleno de rabia, y dolor, habían tenido que vendar su herida una vez más. Pero eso no es lo que le importaba, el solo pensaba en Julieta, quería estar con ella y cuidarla.

-No lo entenderías -respondió Matilde a su pregunta -Mi hermano se escapó y huyó, ¿Sabes por qué?, porque se enamoró, de una bruja. Sin dudar, me dejó, es claro que lo embrujo y si tú, te quedas allí harán lo mismo contigo cariño, o quizás, ya lo han hecho, pero ten calma que yo acabaré con ese sufrimiento -Matilde sonrió con compasión, aunque a la vista de Thomas parecía una loca, Matilde trato de acariciar las mejillas de Thomas pero este corrió la cara antes.

-Recuerdas, que tu me trajiste a la fuerza?...

-Si y te prometo que no lo volveré a hacer cariño -interrumpió Matilde.

-Y sabes que?, te lo agradezco. De lo contrario no la habría conocido -desvió su mirada para evitar ver a Matilde a los ojos, de esa forma no trataría de manipularlo.

-Estoy asustada Thomas, estoy adolorida, estoy muy asustada de que me dejes otra vez al final.

-Deberías buscar a alguien que te ame, hay alguien que ya tiene mi corazón. Lo que tu sientes por mi no es amor, es obsesión. -Thomas volvió a mirarla.

-No Thomas, estoy volando sola en esta oscuridad, con un corazón triste, pero no lo sabes ¿No?, incluso si soy una pequeña existencia no me pisotees. -una mísera lágrima resbaló por la mejilla de Matilde dándole un aspecto de víctima.

-Tus descuidadas acciones y palabras me descomponen -Thomas no se iba a dejar engañar pos sus palabras. Una risa sarcástica brotó de los labios de Matilde, se dio la vuelta.

-No podrás escapar de mi Thomas -camino hasta salir de la habitación con los ojos lagrimosos, Matilde se negaba a pensar en una vida sin Thomas, si no lo tenia bajo su voluntad lo tendría a la fuerza.

Por otro lado, Thomas siguió pensando en Julieta la mujer que había robado su corazón, 'Tu sonrisa no me deja sólo en esta oscuridad, Tu sonrisa brilla justo en mi corazón, mi querida Julieta' pensó agachado su cabeza, apoyo sus codos sobre sus rodillas con las manos entrelazadas y trato de pensar en cómo salir de ahí, buscar a Julieta y llevársela lejos.

(...)

Al despertar lo primero que pensé fue en mi hermana y luego en Thomas. Me encontraba acostada en el camastro donde anteriormente dormía Thomas, la cabeza me dolía horrores y los ojos me pesaban, ya había amanecido, la luz del sol entraba por la ventana e iluminaba la casa, mis vista se centró en la mesa donde mi hermana se encontraba recostada, aunque mi vista era obstruida, por una ancha espalda, traía puesta una camisa blanca con las mangas arremangadas hasta la altura de los codos, junto con un chaleco color azul marino. Me quede unos segundos mirando que hacía, parecía preocupado por mi hermana. Tenía una toalla que remojaba en una pequeña cubeta con agua y luego daba pequeños toques en la frente y mejillas de Agustina. Su vestido estaba roto en la parte de la pierna y en el muslo le rodeaba una tela blanca manchada con sangre.

-Debe coser su herida -hable en susurros con voz cansada.

El volteo a verme -No se coser -dejó lo que estaba haciendo y puso una de sus manos detrás de mi nuca y otra en mi espalda para ayudarme a sentar, un quejido salio de mi boca al sentir su mano en mi nuca -Con calma, el mareo pasara en unos segundos. 

-Quien es usted? -el rubio se sentó a mi lado, pero manteniendo la distancia.

-Soy Jhon Pressly, conocí a tu hermana en el pueblo -'con razón iba mucho al mercado' pensé -un hombre ebrio trato de sobrepasarse con ella y la ayude, creo que fue allí donde nos vimos por primera vez.

-Que hace aquí en Salem?, ¿Que hace aquí en nuestra cabaña, Señor Pressly?

-Vine a Salem, por negocios, mi padre se dedica al comercio y me dejará el negocio familiar a mí, me trajo para familiarizarme con los dueños del embarque y demás, pero no vine solo. Mi hermana y amigo vinieron conmigo. Creo que ya los conocer, Thomas Wilson y Matilde Pressly. Lamento mucho lo que pasó -escondió la cabeza entre sus manos apoyando sus codos en sus rodillas -, yo no quería que esto pasara, trate de detenerla, pero ella es muy astuta y...

-Le creo -interrumpí -se cuando la gente miente y se que usted no me está mintiendo... -baje la mirada.

-Matilde reaccionó así porque Thomas y ella se casarán -eso hizo detener mi corazón fue como agua fría cayendo sobre mí, levante mi mirada -Matilde...

-Señor Pressly, debo curar la herida de Agustina -saque mis piernas de debajo de la manta que me cubría. Preparé la aguja y el hilo junto a una pequeña olla con agua a hervir. -Venga, le enseñaré a hacer una compresa con hojas de Sauce y a cocer una herida. -le dije sin mirarlo.

-Yo, estoy bien, gracias, no creo que... 

-Esto le podría ayudar a en un futuro, a salvar una vida quizás -esta vez sí lo mire y le hice una seña con la cabeza para que se acercara. A penas un casi inaudible "Bien" salio de sus labios.

Comencé a limpiar su herida y luego a cocer, para su mala suerte era algo algo profunda, al terminar le enseñé a hacer la compresa usando las hojas secas machacandolas con uno poco de agua hirviendo hasta que se hiciera una pasta, después vende su pierna.

-Mi hermana se obsesiono con Thomas hasta este punto -inicio la conversación -, Thomas no quiere casarse con ella, sólo la ve como una amiga mas, pero nuestra familia es todo lo que tiene, ya que, el es huérfano y creció en un orfanato, no tiene nada que perde...

-No cualquier hoja sirve para hacer compresas todo depende de que planta sea, en este caso use hojas secas de Sauce. Para la herida del Señor Wilson utilicé hojas y flores de ortiga para detener la hemorragia, la ortiga sirve en especial para las hemorragias ...

-Supongo que ahora si tiene algo que perder -siguió hablando y yo seguí evitando el tema.

-También use hojas de Sauce al igual que ahora, sin muy buenas para bajar la fiebre, cicatrizar, antiinflamatorio y para evitar que se infecte. -coloqué la aguja dentro de un recipiente un poco plano con agua hirviendo para desinfectar.

-Se que tú lo amas y el a ti, se que...

-No sabe nada de mi o de nosotros, no sabe lo que pasó. El fue simplemente mi paciente y yo solo alguien que lo curo y cuido, su prometida lo vino a buscar y nada más solo paso eso.

-El volverá a por ti, te buscará...

-Basta señor Pressly -saque la aguja y la guarde, luego lo mire -Su amigo se casará con su hermana -y aunque me dolieran esas palabras las dije -y no me interpondre entre ellos. -tome la fuente con agua y salí afuera para tirarla y poder respirar un poco. El viento era helado, pero me sirvió para despejar la mente. Volví a entrar luego de respirar y contar hasta tres, deje la fuente y hable. -Ponga a mi hermana en el camastro. Ahí -apunte en la esquina de la habitación -hay unas mantas de piel le servirán para dormir a su lado, pero en el piso. -me di la vuelta pero volví a verlo -Si hace algo, lo sabré enseguida -Le di una última mirada donde lo vi agitar la cabeza de arriba a abajo y lo tome como un "Entendido" después de eso subí las empinadas escaleras de madera hasta llegar arriba.

Me acosté y tape mi cuerpo con unas mantas echas con piel, varias lágrimas calleron de mis ojos. ¿Que ocurrió?, ¿Porque mi mundo cambio tan repentinamente? Todo comenzó a salir mal desde que Thomas Wilson apareció en mi vida, pero también, mi mundo pasó a ser de color rosa cuando él apareció. Sólo espero que vuelva y todo sea como Pressly dice.