07. -Matilde-

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Entre toda esa oscuridad, en el bosque, en una fría noche de invierno, 6 jinetes montaban sus caballos, seguros de poder llegar a la casa de las brujas, pues, según los rumores entre sus empleados, el Señor Wilson se encontraba cautivo en la cabaña de las brujas de Salem, una cabaña de aspecto tenebroso, oculta en el bosque.

Matilde al escuchar tales comentarios sobre su prometido se alarmó por el echo de que algo malo le pasaría, y enfureció por el echo de que dos mujeres cuidaran de el. No era lo que le habían contado, según los hombres, con los que Thomas había ido a casar, habían dicho que Thomas estaba en buenas manos con amigo muy habilidoso para curar heridas pero que no aceptaban visitas ya que les incomodaba, ahora veía el porque. Lo que Matilde no se espero tampoco fue la manera tan enloquecida que reaccionó su hermano al saber que iría a la cabaña en el bosque y lo enfurecido que se puso cuando la escucho decir que las mujeres que vivían allí eran unas brujas desalmadas, él trato de detener a su hermana pero lo único que logró fue que lo amarraran y lo dejar ahí inconciente. Matilde y 5 de sus hombres más fieles habian tomado la decisión de ir a buscarlo y sacarlo de esa casa lo más pronto posible.

Mientras cabalgaban en la oscura noche, llegaron a la cabaña de madera, ya casi no quedaban cabañas antiguas de madera, sin embargo esta parecía estable, aunque con un poco de aspecto tenebroso. No había luz en el interior de la casa solo una tenue luz de vela se filtraba por una de las ventanas, sólo en una parte de la casa que parecía ser la sala principal, además aún había humo saliendo de la chimenea.

-Derriben la puerta y busquen al Señor Wilson, que no quede nada intacto -la orden de Matilde se cumplió. Bajaron de los caballos y los agarraron ena un árbol, fueron directo a la puerta y de una patada la abrieron todo parecía normal, tiraron y rompieron algunas cosas sólo para dañar las condiciones del interior de la cabaña.

Agustina alerta del ruido se levantó de la cama y reviso si a su lado se encontraba Julieta su principal prioridad, pero ella no se encontraba ahí, asomó su cabeza desde el segundo piso y se dio con que hombres rompían las cosas, buscando algo, eran 5 y una mujer que destacaba bajo la tenue luz de las velas y el fuego de la caldera, vestía un vestido blanco con un corset rosa pálido y una capa roja la cual también cubría su cabeza con la capucha, esta se mantenía al margen de la puerta abierta mirando para todos lados con lentitud analizando todo a su paso, hasta que se percató de ver hacia arriba, rápidamente Agustina retrocedió para no ser vista pero no funcionó, Matilde la había visto.

-Arriba -Le susurró a uno de sus hombres. Inmediatamente uno de ellos subió las escaleras de palo resistentes y Agustina instintivamente a oculto a un lado del camastro, saco una navaja grande y afilada que tenía oculto en caso de peligros como este.

El corazón de Agustina latía muy rápido, en un descuido como era esperado el hombre vestido con un chaleco de cuero y capa negra trato de tomarla por los brazos pero Agustina no lo permitió y saco la navaja logrando crear un corte no tan profundo en su brazo, este retrocedió y ella se alejó de él mientras batía el brazo de un lado a otro apuntando la navaja en dirección a él,pero su suerte no duro mucho, el hombre de capa negra la tomo del brazo en un movimiento rápido y la puso de espalda contra su cuerpo tratando de inmovilizarla, pero en un forcejeo por safarse de el Agustina rompió la barandilla de palo y callo contra el suelo haciendo sonar un fuerte ruido de su cuerpo contra el suelo y para su mala suerte la navaja callo junto a ella y se clavó en el costado de su muslo derecho. Agustina largo un alarido lleno de dolor, su pierna y cabeza comenzaron a sangrar formando una mancha debajo de ella, todo su costado izquierdo dolía por el peso de su cuerpo en el impacto, lágrima de frustración caían sus ojos, poco a poco se dejó llevar por el cansancio pero pudo ver el rostro indiferente de la chica de cabello dorado, la observo pasar por su lado pero la chica le resto importancia, Agustina finalmente quedo inconciente.

Sin embargo Matilde se dedicó a ordenar que arrancarán la tela que colgaba del techo para ver lo que ocultaba y como si hubiese ganado oro se alegro de encontrar lo que buscaba, un cuarto donde se encontraba su prometido, pero algo la enfureció aún más. La segunda mujer se encontraba apoyando su espalda contra ella pecho de Thomas, y no sólo eso la tenia agarrada de la cintura y como si fuera poco su mano cubría su boca, Matilde se sentía mal por ella misma ya que el jamás se atrevió a tocarla nisiquiera un rose de manos.

-Quitenle a la perra de encima -ordenó entre dientes Matilde. Uno de los guardias tomo a Julieta y la apartó de Thomas, pero a Matilde no le importó lo que ella quería y pertenecía lo estaba perdiendo, no, nisiquiera lo había conseguido y ya lo estaba perdiendo.

El Señor Wilson mantenía su mirada enfurecida clavada en Matilde, ella jamás lo había visto enfadado, ni tampoco cariñoso, siempre era indiferente con todos hasta con ella. Matilde y Thomas peleaban y Thomas defendía a Julieta lo que le molestaba aún más, Thomas se levanto al ver que el guardia de Matilde apretaba aún más el arma contra su cuello Matilde observaba como peleaba contra los guardias hasta que en un momento uno de ellos golpeó su cara con su cabeza, justo en la nariz, Matilde cayó al suelo adolorida y un poco mareada. Pudo ver como Thomas abrazaba a la bruja algo que no esperaba ver, su enojo aumentaba pateo un poco a sus hombres para que despertaron y les hizo una seña muda para que los atraparan. Uno de ellos, algo mareado, tomo una escopeta y con ella golpeó la nuca de Julieta y luego lo golpeó a Thomas, Julieta callo al suelo y Matilde le resto importancia, tomaron de los brazos a Thomas y lo sacaron de esa cabaña como pudieron ya que se resistía y trataba de soltarse mientras gritaba una y otra vez el nombre Julieta, pero de un golpe lo dejaron inconciente. Lo subieron a uno de los caballos y cabalgaron una vez más en dirección a la posada de Matilde.

Una trágica historia de amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora