MitsuBoru: En línea [AU]

Perspectiva 2.0

Había algo muy intenso y anhelante en la forma en que nos mirábamos a través de la pantalla, casi sin parpadear, perdiéndonos en los ojos del otro...

Pero en el momento en el que él iba a responderme, mi madre abrió la puerta sin golpear primero.

—Cariño, por favor, ya vete a dormir...

—Claro, ya voy. Sólo estaba terminando de hablar por teléfono... —anuncié intentando que no viera a la persona del otro lado.
Como dije anteriormente, mis padres no saben nada acerca de la existencia de Mitsuki y, por ahora, quisiera que no se enteraran. Estoy seguro de que terminarían por adoptar la misma actitud que Shikadai y eso sería muy molesto para mí...

—¿Hablas con tu novia? —añadió ella con curiosidad sin terminar de adentrarse en la habitación —. ¿Cuándo nos la presentarás, hijo?

—No —exclamé, un poco apenado —. Con Shikadai —mentí.

—Oh, bueno —ella sonrió. Mi amigo le caía muy bien —. Mándale saludos de mi parte. Y, por favor, no te acuestes tarde.

Asentí y le hice un gesto con mi mano en señal de despedida; quería seguir hablando con Mitsuki y que no continuara interrumpiéndonos.

—Lo siento —me disculpé una vez que me cercioré de que mi madre estuviera lo suficientemente lejos, oyendo sus pisadas al otro lado del pasillo —. A veces mi madre puede ser algo molesta, 'ttebasa.

Me reí nervioso y él me sonrió, pero esta vez no lo estaba haciendo con sinceridad.
Se veía repentinamente afligido, como si algo le hubiese afectado en este par de minutos que tuvimos que pausar nuestra conversación.

—Descuida —dijo restándole importancia a aquella interrupción —. Así que...¿tienes novia?

No pude evitar sentirme incómodo con esa pregunta, no la esperaba. Y, aunque mi mente me instaba a decirle que "sí", algo en mi pecho quería que evitara hablar de ese tema con él o al menos desmentirle ese hecho.

Sus ojos dorados ya no brillaban como hace instante y en su semblante se notaba algo de desilusión. Angustia, quizás. Pero, ¿por qué se sentiría así?

—¿Sí? —respondí con otra pregunta y mordí mi labio inferior a la vez que me encogía de hombros.

—¿Lo dudas? —inquirió entonces —. ¿No estás seguro de si tienes o no novia?

—Bueno... —contesté después de acomodar mejor mi postura, buscando relajarme de alguna manera —. Sí tengo, pero no es algo muy serio, dattebasa.

—Entiendo...—él sonrió forzosamente —. Y, ¿cómo se llama?

—Sumire. Es una compañera de clases...

Y tras confesar esto, no sé porqué empecé a sentirme extrañamente mal, como si estuviera hiriéndole los sentimientos, o fallándole o algo así.

Mitsuki, por su lado, permaneció inmóvil del otro lado de la línea sin decirme nada, sin siquiera opinar algo acerca de mi relación con ella; era como si quisiera huir y alejarse de este incómodo momento.

Y la verdad es que yo tampoco quería estar hablando de ella con él...

—Bueno, me alegro por ti, Boruto —soltó de pronto, rompiendo el breve silencio —. Ella es muy afortunada de poder estar contigo. Espero que sepa cuidarte...como mereces.

¿Cómo lo hace? ¿Cómo hace para que cada palabra que sale de su boca me genere tanta ternura?

Mitsuki tiene una capacidad especial para revolucionar todo dentro de mí.