T/N Wang es una chica de 16 años, vive con Jackson un chico de 23 años que la adopto y se la llevó a Alemania, sus padres fueron asesinados por uno de los narcotraficante más importantes de Asia y Europa.
Un día a causa de una amenaza, T/N tiene que...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-¿¡Que!? -el grito se escuchó en toda la planta de la casa y muchos de los guardias que estaban al rededor se enteraron de los nuevos problemas de su jefe- Maldita sea, no puede ser sierto envié a ese infeliz con tanto dinero para que pasará a Interés no para que lo atraparan en el puto aéreo puerto -lanzó una vaso que normalmente utilizaba para tomar whisky- Maldita sea la PAD me tiene hasta la puta...-suspiró y cerró los ojos, los empleados que allí quedaban suspiraron, su jefe aparentaba querer calmarse- ¿¡DÓNDE MIERDA ESTÁ JISSO!? -No, no estaba nada tranquilo. La empresa KEN acababa de recibir el aviso de que habían interceptado dos de sus camiones de carga y dos e los contenedores más valiosos se había perdido, la PAD de las fronteras mexicanas no le permitieron pasar y al confiscar la carga descubrieron por un pequeño detalle, que llevaba 30 kilogramos de cocaína en pastillas, 20 kilogramos de cocaína en pasta y 20 kilogramos de cocaína líquida. Dándole unos 15 o 25 años de prisión al conductor del camión y haciendo perder millones a la empresa.
Por otro lado la carga que tenía como destino Inglaterra fue interceptada por un operativo en la frontera, perdiendo hací práctica 25 kilogramos de cocaína pura. Los compradores de Inglaterra estaban demasiado frustrados puesto que habían cancelado sus negocios con Colombia.
Todo porque la mafia de Rusia prometió la mejor cocaína.
Pero ahora la policía antidrogas interfirió en sus negocios y las entregas prometidas no se completaron.
Jae Hwan se paró frente a las ventanas que daban a la alberca, en ese momento lo único que necesitaba era follar a una perra, eso le quitaría el estrés y le permitiría arreglar sus problemas más tranquilo, pero no sería cualquier perra tenía que ser su perra.
JH- ¿¡Dónde está Jisso!? -Se giro mientras encendía un cigarrillo y lo llevaba a su boca- LA QUIERO AQUÍ AHORA...
Jisso- ¿Seguirás gritando? -entro a la habitación desabrochando la falda que traía- Sabes que odio que grites -se acercó y le quito el cigarrillo- también odio que fumes
JH- Oh nena...-la tomo de la cintura- te necesito...-comenzó a dejar besos húmedos en su cuello, los sonidos obscenos de chasquidos hicieron acto de presencia y la chica movió su cabeza a un lado dándole un acceso más libre a toda la extensión y parte de su clavícula- mmm...sabes delicioso...fresas -lamió- chocolate...-chupó-...vainilla -mordió-
Jisso- mmm...papi...-paso sus manos por encima del cuello del más alto- cuéntame ¿Porque estabas tan enfadado?
JH- Eso ahora no importa...-caminó arrastrando a la chica con él- ahora todo lo que quiero es follar tu lindo culo -la empujó sin cuidado y la chica retrocedió unos pasos hasta quedar en la cama- todo lo que mi cuerpo esta pidiendo ahora es estar entre tus piernas -abrió las piernas de la chica con brusquedad- y comer todo lo que esté en ese lugar -comenzó a dejar los mismos besos húmedos en las pálidas piernas de la chica, el rastro de saliva que dejaba se enfriaba con la brisa que entraba por las ventanas, sintiéndose como si le pasarán un frío cubo de hielo, le hizo erizar la piel a la pelinegra- mira como te dejo...mmm -siguió subiendo y se detuvo justo en la entrepierna de la chica, quitando su falda...- lencería sexy... sabes que es lo que me gusta...mmm
