Noche Amarga (En edición)

Emili P2

Emili tenia un amante, llevaban años juntos jamas le comento nada a Alexander hasta que el encontró las cartas que Romeo le escribía a su Julieta (Emili), el leyó la ultima carta que le envió Romeo a Emili que decía lo siguiente:

Mi amada Julieta, te vi bailar con tu querido, tus caderas moviéndose al son de la canción tus ojos brillantes reflejaban las luces de la pista, tus labios tan rojos como tersos pétalos de rosas, tu piel blanca como la nieve y tus hermosos pómulos donde quisiera posar un tierno beso, daría lo que fuere por tenerte entre mis brazos danzando al compás de esta bella melodía pero eres presa de aquel hombre que no aprecia semejante belleza, que no besa y acaricia tu hermoso cuerpo como yo, que no te hace el amor bajo la luz de bellas velas,  siento envidia de ese hombre que puede admirarte todos los días pero a mi me basta con unas horas desbalagadas para cernir mi amor en ti, y besar cada rincón de tu magnifico cuerpo, espero con ansias nuestro siguiente encuentro...

Con amor Romeo.

Alexander enloqueció leyendo esto, dos años de su vida amando a la misma persona y ella burlándose en su cara de el, estallo en coraje, y le marco a Emili quien estaba conmigo tomando un café escuchaba sus gritos en el teléfono estaba demasiado alterado, le pedí a Emili que no fuera que dejara que se relajara y ella me dijo

—Violeta el ya sabe sobre Romeo!— sentí un escalofrió por ser parte de esto, pero también sentí alivio ya que Alexander debería de saber la verdad. Romeo y Emili se conocieron un verano en París la capital del amor, el quedo flechado al instante de Emili, ellos tenían 19, el era mayor por 2 meses y le enamoro que fuera tan romántico por eso le puso el sobrenombre de Romeo, pasaron los años hasta que ella cumplió 24 y conoció a Alexander, pero aun seguía hablando mediante cartas con romeo, y se veían frecuentemente ya que romeo se mudo a la ciudad donde vivía Emili.
Alexander al descubrir todo esto y al sentirse tan decepcionado comenzó a creer que todas las mujeres eran unas cualquieras se enfureció con la vida, cuando Emili llego a su apartamento Alexander la estaba esperando a obscuras, ella comenzó a justificase, pero solo se escuchaban sollozos, hasta que el decidió prender la luz y al mirarlo en el estado que se encontraba Emili se asusto demasiado intento huir pero el lleno de sangre en sus muñecas la puso contra la pared y solo le susurro las niñas malas tienen su castigo........