Otra Oportunidad

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De un momento a otro Athanasia perdió la conciencia cayendo inconsciente al suelo.

Félix corrió a ayudarla mientras Jenneth solo gritaba. Tras escuchar el disturbio las sirvientes llegaron alarmadas, Lilian ayudó a Félix a llevar a la rubia a su habitación mientras enviaron a Hanna para avisar al joven mago. Vaya sorpresa la que se llevaron cuando se les informó que hace tan solo un par de días Lucas había emprendido un viaje.

Al llegar y darle la noticia a Lilian inmediatamente Seth salió corriendo en busca de un médico, mientras tanto Hanna y Lilian trataban de ayudar a la princesa.

Athanasia ardía en fiebre, su tez era mas pálida de lo normal y rostro se veía demacrado. Un estado lamentable a los ojos de su "hermana".

- Vámonos, Félix. Las sirvientas se encargarán de ella -

El caballero estaba claramente disgustado con la actitud de Jenneth. Decidió como si nada simplemente abandonar a una niña enferma que se desmayó frente a ella.

En cuanto partieron se cruzaron con Seth, quien venía acompaña de un médico, cosa que ayudó a tranquilizar a Félix.

La princesa tenía principios de anemia. Le recetaron medicinas y una dieta mas saludable para que se recuperase rápido. Pero eso simplemente aumentó la preocupación de Lilian ¿Por que su niña no le avisó de la partida del mago? ¿Era esa simplemente la razón de que no comiera?

Tendría una larga charla con en cuanto despertara.

Al llegar al Esmeralda Félix la dejó y se fue apresuradamente a buscar a Claude. Al entrar a su oficina este solo lo recibió con una mirada indiferente.

- ¿No te dije que hoy debías ser guardia de Jenneth? -

- Claude, es momento de hablar -habló con una mirada seria-

- ¿Hablar? ¿Pasa algo que sea tan importante como para que me pidas "hablar"? -dijo con una sonrisa burlona-

- Es sobre Athanasia -su mirada denotaba tristeza, aún así no vacilaba-

En ese momento la expresión de Claude cambió drásticamente, ya no lo miraba con burla, era una expresión de odio y desprecio.

- Robain ¿estas arriesgando tu vida por una perra? -

- Me estoy arriesgando por mi sobrina -

- ¿Sobrina? ¿Desde cuando tu y esa mocosa son cercanos? ¿O acaso comparten lazos de sangre -

- No, no somos cercanos, tampoco compartimos sangre. Pero es tu hija, es la hija de mi hermano -

- Ella no es nada mío -musitó-

- Lo es, es tu hija, la hija de Diana -

- ¡Cállate! No menciones a esa mujer, ella me abandonó por esa perra -

- Ella no te abandonó, ella salvó a tu hija. Ella quería que fueras feliz junto a esa niña, pero en cambio tu si la abandonaste -

Dicho eso Félix abandonó la oficina de Claude.

El emperador ardía en furia. Esa mocosa ya le había arrebatado al amor de su vida y ahora estaba quitándole a su hermano.
¿Desde cuando se volvió así?

Félix no sería tan imprudente, el sabía cuanto sufrió por la muerte de su amada y ahora defendía a esa niña

Ella debía pagar, tenia que sufrir tanto como el sufrió. Pero algo dentro de si le decía que eso estaba mal. La odiaba, pero al mismo tiempo no quería hacerlo.

¿Si ella muere ese sentimiento desaparecerá?

Pasó la tarde pensando.

Cuando el sol se ocultó los recuerdos lo abrumaban cada vez más.

Antes de darse cuenta había llegado al Ruby. Siguió caminando por los corredores sin pasillos hasta llegar a una habitación que parecía ser de ella.

Estaba dispuesto a matarla, acabaría con su dolor, ya no necesitaría a la hija de la zorra que se revolcó con su hermano.

Ahí estaba, la viva imagen de Diana. Recostada sobre su cama, en un estado demacrado, lamentable. Sin poderlo evitar revivió los recuerdos de ese día, cuando su amada estaba a punto de morir, eran iguales; su cabello, su rostro. Era como volver a verla, justo en su ultimo momento.

La duda lo invadió.

"¿Por que tuviste que dejar un recuerdo tan similar a ti?"

Quería deshacerse de ella, quería borrar todo lo que le recordara a Diana. Pero no podía, no quería olvidarla, quería olvidar el dolor.

No podía matar a esa niña.

Salió de ahí. En todo el camino no había nadie vigilando ni protegiendo ese palacio. Cualquiera podría entrar y armar una masacre, nadie se enteraría.

Debía pensarlo mas.