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Desperté temprano para evitar que Lilly me viera.

De seguro está preocupada, pero verme solo le haría revivir lo que sucedió ayer.

Me aseguré de que nadie me viera, tomé un poco de comida de la cocina. Lilly y las hermanas ya se acostumbraron a qué desaparezca cuando quiero estar sola, así que saben que no me encontrarán por mucho que me busquen.

Salí con un libro y me senté en el mismo árbol de ayer.

Es temprano así que tendré la suerte de encontrarme con Félix, siento mi cara un poco hinchada y sería humillante si se entera.

El sol sube cada vez más. Hace calor y me aburrí durante un rato.

Desearía poder hablar con Lucas en este momento... ¡Es cierto!

"Recuerda que si necesitas algo, o si algo sucede, ve a la torre y pide ayuda a los magos, son incompetentes pero de algo podrían servir"

Ya lo decidí.

Me levanté y me dirigí a la torre negra, solía venir de vez en cuando a la oficina de Lucas cuando estaba aburrida.

Vi la gran puerta y no dudé en tocar, uno de los magos abrió y me saludó.

Casi todos aquí se acostumbraron a que viniera y los rescatará del cascarrabias.

- ¡Princesa! -

- Buenos días - saludé con una sonrisa-

- Lucas todavía no regresó de su viaje -

- Ya lo sé, solo quería pasar a saludar -

- Oh, es extraño que la princesa venga a ver a unos simples magos cuando no está la persona que acostumbra ver - dijo divertido-

Se ven más felices y menos nerviosos de lo usual ¿Es así cuando no está el idiota?

- Recordé que dejé unos cuantos libros en la oficina de Lucas, ¿Está bien si paso a recogerlos? -

- Por su puesto que la princesa siempre es bienvenida -dijo dándome paso para entrar-

Caminamos hasta llegar a la puerta de la oficina de Lucas, pero entonces el se detuvo.

- Lo que sucede es que yo no puedo pasar, varios magos ya trataron de abrirla pero parece que Lucas le puso un escudo -

Su voz se notaba preocupada.

- ¿Un escudo? -

- Nadie a podido abrir la puerta, ni siquiera con magia -

Hizo un movimiento con su mano y se pudo ver una pequeña luz amarilla dirigida hacia la puerta. Pero al tocarla se vio una pequeña descarga eléctrica de color rojo y un círculo mágico de color morado que parecía estar protegiendo la puerta.

Definitivamente es la magia de ese idiota.

- Al parecer toda la habitación está protegida, ¡pero pienso que si es la princesa podrá abrirla! -su mirada seria cambió drásticamente a una emocionada-

- Pero yo no tengo magia -dije con una sonrisa nerviosa-

- Oh, entonces creo que no se podrá hacer nada. Sería malo si se hiciera daño por mi culpa -

Se vio apenado. ¿En verdad yo podría abrirla?

Tomé la manija de la puerta y las puertas parecieron abrirse solas.

- Se abrió -dije en un casi susurro-

¡Realmente se abrió!

No creí que funcionaría ¿Acaso no trataron de abrirla así antes?

- ¡Funcionó! ¡Siempre supe que si era la princesa podría hacerlo! -

Cuando estuvo por entrar de repente fue empujado con una pequeña descarga.

- ¿Eh? -

- Princesa... ¿No había quitado el escudo? -

- Yo solo abrí la puerta, como normalmente lo hago -

- Ese maldito Lucas... -susurró-

Cree que no lo escuché pero realmente lo hice. Será mejor que lo mantenga en secreto.

- Solo iré por mis libros, tardé más lo que creí -

Cuando entré por completo la puerta se cerró detrás de mi.

¿Entonces solo yo puedo entrar?
¿Por qué el haría ese tipo de hechizo?

Cómo sea, ya tengo un escondite si Claude trata de matarme, odio admitirlo pero la magia de Lucas es bastante poderosa.

Me tire sobre la cama que estaba en una esquina, el idiota no puso ningún sofá por qué le estorbaría pero prefirió poner una cama para cuando estuviera cansado y dormir aquí en lugar de volver a su habitación.

Cuando venía no tenía dónde sentarme así que me la pasaba aquí leyendo.

Este lugar tiene su aroma... ¡No! ¡¿En qué demonios estás pensando Athanasia?!

Me levanté, tomé mis libros y salí de allí.

Me encontré con el mismo mago al pasar la puerta.

- Ya es hora de irme, fue bueno volver luego de tiempo -dije sonriendo-

- ¡Espere! Princesa... eh querido preguntarle desde hace un rato pero ¿Que le sucedió en la cara? -

¡Ah! Lo había olvidado

- E-Esto solo es... -

Me cubrí la mejilla con una mano, no sabía cómo responder.

- Puedo curarla si me lo permite -

Puso su mano sobre mi rostro sentí que dejaba de doler.

- ¿Por qué me ayudas? -pregunté curiosa-

- La princesa siempre nos ayuda cuando Lucas está aquí, también es una persona preciada para el y para todos los magos de la torre. Nos encargó que la protegieramos o el mismo nos mataría pero de todos modos la habría ayudado -me dedico una sonrisa-

¿Realmente es bueno que admitas que los amenazó de muerte?

Cómo sea, este fue un buen día.

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