Aquella mañana todo pintaba para ser un gran día.Habían pasado sólo un par de días desde que regresamos de México, todo el fin de semana lo pasé en el hospital con Isaac y Dash hasta que el francés se hartó y prácticamente obligó a él doctor a qué lo diera de alta, así que hoy volveremos a la escuela.
Estaba emocionada porque hoy le lo irdiría a Stiles que me quedo en Beacon Hills y que, si él también quiere, quiero que lo intentemos de nuevo. Sentía que las cosas por fin pintaban bien.
A pesar de que apenas habían pasado unos cuantos días, se sentía raro estar nosotros tres solos sin mi papá. Claro que antes estuve tres meses sin verlo porqué él estaba en Francia y yo en Nueva Orleans, pero cuando volvimos me llegué a acostumbrar a su presencia otra vez, aunque los últimos días no estuvo muy presente, había vuelto a sentir que éramos una familia.
Aunque claro, Isaac y Dash también son mi familia, los dos juntos son un desastre y me sacan de quicio, pero son mi muy rara y poco convencional familia.
Los chicos seguían arriba arreglándose mientras yo estaba en la cocina comiendo una manzana, con mi mochila ya en mi hombro, cuando el timbre de la casa sonó.
Fruncí el ceño pues me parecía muy temprano para que alguien estuviera aquí, pero aún así me acerqué a la puerta y observé de quién se trataba por la mirilla. Definitivamente no me esperaba a quien estaba detrás de la puerta. Solté un suspiró y abrí esta, viendo con más claridad a Vivian y a Davina frente a mí.
Se me había olvidado el pequeño gran detalle de que una bruja loca requiere de mi sacrificio para matar a todo ser sobrenatural en el Tierra, genial.
— Necesitamos un plan —fue lo primero que dijo Vivian cuando me hice a un lado para que ambas pasarán.
— Hola, buenos días, yo estoy muy bien, ¿y ustedes? —Davina se rió ante mi burla, mientras que la pelirroja rodó los ojos.
— Esto es serio, Gwendolyn. Falta menos de una semana para tu cumpleaños, no podemos fallar.
Tragué saliva y asentí.
Escuché varios pasos en la escalera y pronto ví a Isaac y a Dash bajando por esta, él pelinegro se detuvo y miró a las dos mujeres a mi lado con el ceño fruncido, mientras que Isaac parecía sorprendido, una sonrisa discreta tirando de sus comisuras.
— ¡Davina! —exclamó él chico antes de terminar de bajar los escalones y acercarse a abrazar a la castaña, que gustosa regreso el abrazo—. ¿Qué haces aquí? —preguntó cuando se alejó, Davina no contestó, y entonces la mirada de Isaac cayó en Vivian, frunciendo el ceño.
— Chicos, creo que no voy a ir con ustedes a la escuela, tengo un asunto muy importante aquí —hablé antes la mirada confundida de ambos chicos.
— Gwen, ¿que está pasando? ¿Tiene que ver con la vez que te fuiste con ella, con lo que te dijo? —me preguntó Dash seriamente, su mirada fija en Vivian—. No nos has dicho de que hablaron.
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𝐍𝐄𝐕𝐄𝐑 𝐁𝐄 𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐀𝐌𝐄 ☪ teen wolf [4]
Fanfic❝Things never stay the same.❞ Después de todo, Gwen vuelve a dónde inició. Otra vez se encuentra huyendo, aunque esta vez no está sola y su propósito es muy claro. Quiere venganza. Y sabe muy bien que la sangre se paga con sangre. Refugiada en Nueva...