Coma ahora , pagué después.

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Carlos y Tamara son una pareja de jóvenes enamorados , hace poco se comprometieron dando así inicio a su luna de miel, un viaje por el mundo. Sin embargo previo a tomar su primer avión éste sufre un retraso dejándolos tirados en la terminal. Los recién casados buscan algún hotel cerca del aeropuerto en el que puedan pasar la noche pero para su mala suerte todos están al tope de su capacidad además de ser exageradamente costosos. La situación no pinta nada bien.

En su desánimo Tamara logra ver una pequeña posada escondida en medio grandes edificios , no parecia gran cosa a primera vista , aún así a la chica se le iluminan los ojos de alegría y empuja del brazo a su esposo para llegar lo antes posible . Cuando traspasan la puerta una bella mujer de la tercera edad los recibe con un caluroso saludo , la amable señora decide alquilarles una habitación a mitad de precio al ver su problema , según ella  como un regalo de bodas . Carlos le agradece asegurándole que solo será por una noche mientras su vuelo arriva.

Estando finalmente instalados la chica cae rendida a los pies de una cama sumamente cómoda -Pobre- piensa el marido - Desde la planeación de la boda no ha podido descansar como se merece - con cuidado de no despertarla toma unas mantas y envuelve a su amada asegurándose de que no pase frío . Posteriormente entra al baño a darse una rápida ducha antes de ir a buscar la cena , de su cuerpo desnudo se pueden notar muchas cosas ; entre ellas que se trataba de un hombre que se habia  preocupado por su cuerpo desde temprana edad , y cómo no hacerlo siendo entrenador personal de una importante cadena de gimnasios distribuidas por muchas ciudades del país , fue en uno de esos centros deportivos en donde conoció a su ahora mujer . A ambos les gustaba mantenerse en exelente forma teniendo una estricta rutina , dieta y hábitos que los conservaban bastante sanos.

Él era alto , de contextura amplia , su espalda era ancha con  brazos fuertemente marcados por años y años de ejercicio , sus firmes pectorales estaban al aire al igual que sus abs y las entradas que conducían directamente a la pelvis eran increíbles , su miembro era considerablemente grande  y estaba perfectamente afeitado , otro regalo de bodas para su esposa . Varias chicas habían estado tras él , incluso en su propio casamiento, muchas de ellas asistieron amenazando con oponerse a la ceremonia cuando el padre lo preguntase , sin duda Carlos se trataba del premio gordo para cualquier mujer.

Al terminar de admirar por un rato más su esculpido cuerpo decide salir a ponerse la ropa , alguna le queda ajustada pero no se le ve nada mal , terminado esto abandona la alcoba dirigiéndose a la salida de la posada. En el camino se encuentra con la dueña y ésta le pregunta a dónde va.

- Por la cena , señora , mi esposa y yo tenemos mucha hambre

- Ahh haberlo dicho antes , justo iba a subir a decirles que yo ya he preparado una comida especial para ustedes.

- Muchas gracias pero no quisiera abusar de su hospitalidad , además nuestro presupuesto es algo corto por ahora , con darnos un techo es más que suficiente.

- Tonterías , el dinero no es algo que me interese  , ustedes me recuerdan a mi hijo y su mujer así que deja que los consienta igual.

Pasado unos momentos Carlos aceptó la cena sin dejar de agradecerle reiteradas veces a la anciana , ésta lo lleva detrás de recepción a un comedor repelto de platillos que cubren por completo la larga mesa. El  muchacho se sorprende por la  enorme cantidad de comida que ha preparado  asegurándole que no serán capaces de terminarla . La dama se limita a soltar una risa ahogada mientras se retiraba . Sentado frente a todos esos alimentos piensa que ni siquiera en su boda organizaron un banquete de tal magnitud , principalmente por el deseo de no subir ni una sola talla , aún así se sentía obligado a comer un poco por todas las atenciones les había procurado la mujer para ellos.

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