Camila está harta de ser la chica más popular de su escuela , pero cómo no serlo teniendo un rostro tan bonito , unos ojos tan hermosos , una silueta esbelta pero bien dotada con anchas caderas y atributos llamativos. Estaba por todos lados , en competencias , concursos de belleza , deportes , pruebas intelectuales , talleres , clases de todo tipo...podría decirse que lo tenía todo , unos amorosos y adinerados padres , un novio caído del cielo que la amaba , unos amigos que nunca le fallaban , además de que no tenía que preocuparse por nada real. Era todo esto lo que estaba acabando con ella.
Mantener un estilo de vida tan cargado de actividades y personas lastiman su salud mental , pasaba noches enteras sin poder conciliar el sueño en paz debido a un pensamiento que la atormentaba desde hacía semanas "No importa si la jaula es de oro , sigue siendo jaula" para ella su jaula era su belleza , su perfecta vida , sus logros , las personas la mantenían en un pedestal imposible de sostener toda la vida. Con los nervios hechos polvo pidió a sus padres que la dejaran asistir a un pequeño retiro , argumentó que quería cambiar de aires y , ocultandoles la verdad , que solo lo hacía por diversión. No fue complidado persuadirlos , después de todo ella era la hija perfecta , habían dispuesto para la chica la casa de campo a la que solían ir de vez en cuando , de inmediato informaron al personal de la propiedad que estuvieran listos , a la espera de su arribo.
Para antes de la medianoche Camila ya se encontraba ahí , disfrutando de su efímera libertad, en un lugar donde nadie le pudiera reprochar nada. Llegada la madrugada la joven bajó a la cocina para así asaltar toda la chatarra que pudiera encontrar, en casa solían ser muy estrictos con ella en cuanto a alimentarse se trataba ; debía seguir un régimen de comidas y ejercicios muy poco flexible a tal grado que nunca se le había permitído beber una lata de soda.
En esa ocasión iba vestida con un short muy corto de color salmón acompañado de una blusa blanca de tirantes holgada , su melena rubia caía desordenada hasta la cintura , sin embargo ningúno de esos detalles opacaban su belleza , por el contrario, de alguna extraña razón la resaltaban.
Tomó un par de latas de cerveza , unas bolsas de papas fritas , varios botes de helado y algo de crema de batir , volvió a su cuarto y no salió de allí hasta la tarde del siguiente día. Su habitación era lo más cercano a una zona de guerra , con envolturas de dulces esparcidas por todos lados , un revoltijo de sábanas , objetos fuera de lugar , los controles de la consola manchados y pegajosos , ella durmiendo acostada en el suelo ebria...pero dichosa , más dichosa de lo podía recordar. Esa vida perezosa había sido realmente un gran respiro de aire fresco , tanto que a los pocos días se sentía totalmente renovada . Estaba por llamar a su padre para hacerle saber todo esto cuando cayó en la cuenta de que estaba cometiendo un error , sí , había podido recobrar la calma de una vida que le producía tanta infelicidad y ahora se disponía a volver a ella. Se debatió entre estas dos situaciones : por un lado creía que necesitaba volver a su hogar donde todos la estarían esperando con los brazos abiertos y del otro deseaba quedarse más tiempo en ese su refugio , uno en donde no existía un mundo exterior ni la presiones de este.
Finalmente levantó el teléfono y anunció que necesitaba más días , la relajación no estaba funcionando , ahora se encontraba más estresada que al llegar.
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Un mes y medio había pasado desde que Camila se desconectó por completo , las clases habían sido reemplazadas por tardes repletas de siestas , las agitadas activades por una plácida espera a qué algo la hiciera entrar en razón . Ahora ya no se preocupaba por su apariencia , muy por el contrario, pocas veces se paraba frente al espejo para examinar su rostro , ella no era plenamente consiente de los cambios que esa perezosa vida le habían ocasionado ; el semblante delgado lo había perdido , lógicamente , seguía teniendo un rostro preciosísimo eso sí pero ahora estaba hinchado , lleno de grasa que antes no se habían podido encontrar por ningúna parte , su cara se transformó de una forma cuadrada a un óvalo , una minúscula papada iba formándose alrededor de su cuello. Ahora ya no era esbelta , su torso y pecho eran tres bloques grotescos de grasa principales , la espalda contaba con rollitos que se desplegaban bajo sus costillas , el abdomen plano dejó de ser una realidad para ser sustituido por una panza inflada , gorda , redonda y enorme.
En este estado le costaba moverse de la silla en dónde gastaba su tiempo jugando algún videojuego , viendo películas y poca cosa más ... sobra decir que cualquier movimiento , hasta el más mínimo, ocasionaba que su cuerpo entero rebotará de un lado a otro. A pesar de que su ropa había dejado de quedarle igual trataba de ponérsela cada día y cada noche con suma dificultad , le ajustaba al punto en que no podía reírse o moverse a su antojo sin que un sonoro ruido de costuras rompiéndose le acompañaran. La barriga se le desparramaba en todas direcciones haciendo imposible ocultarla en los pantalones que , a su vez , estaban por ceder el cualquier momento debido a los gigantes muslos que se le desarrollaron a lo largo de su estadía en aquella casa.
Algo curioso de todo aquello es que Camila en verdad no notaba nada de eso , en su mente seguía siendo la misma chica atlética y bien cuidada de siempre, era como si su psique bloqueará todos esos cambios para mantenerla tranquila , alejada de todos los problemas que de por sí ya tenía. Cuando empezó a tener problemas para levantarse de la cama o para moverse por la casa ella suponía que se debía a que su cuerpo estaba creciendo como el de cualquier adolescente . Cuando sus comídas se hicieron más abundantes olvidó los modales : soltaba eructos y todo tipo de sonidos corporales desagradables sin pena alguna , el uso de cubiertos fue desplazado para valerse de las manos directamente, también los platos ya no eran necesarios porque comía directo de la envoltura o el recipiente en el que se encontrará el alimento. Todo esto aunado con un reciente "hábito" adquirido ; cuando Camila llevaba mucho tiempo alimentándose comenzaba a hacer ruidos extraños , como de animal , se concentraba tanto que se olvidaba por completo de todo lo que ocurría a su alrededor , la prioridad era los platillos que tragaba.
Continuará...
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🍕 REBANADAS 🥧
ContoCortas historias fetichistas , un desahogo de las fantasías que rondan por la cabeza de muchos de ustedes.