Un fic raro (?)

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-Querido Mario:

Primero que nada quisiera agradecerte por todos esos buenos momentos que pasamos allá en el Reino Champiñón , debo decir que no me había divertido tanto desde tu primera aventura aquí en el espacio, espero con ansias la próxima gran invitación. Sabes lo mucho que disfruté manejar en todas esa increíbles pistas,la emoción de sus fiestas y la de sus entretenidos juegos, incluso creo que seguiré practicando ese difícil deporte de las raquetas ; aunque seguramente siga siendo mala por mucho que lo intent ... en fin , creo que me he emocionado un poco.

Siempre estaré feliz de recibir un mensaje tuyo. Por mucho que mi cometa tarde en pasar cerca de tu planeta no olvides que estaré cerca de tí, es decir , de ustedes.

Atte:Princesa Rosalina.

Desde el observatorio de su pequeña estación espacial Rosalina junta sus manos mirando el cielo, repleto de estrellas , con la esperanza de que su mensaje llegue lo más pronto posible a las manos de aquel fontanero bigotudo de overol rojo. Hace tan solo unos pocos días que volvió y ya anhela con regresar a esa mágica tierra que tantas alegrías le había regalado, con contenida melancolía dirije una última mirada al espacio y deja escapar un breve suspiro...era hora de volver a sus obligaciones.

Por mucho que se dijera así misma que estaba en lugar en donde debía estar ella seguía pensando en las maravillas que había dejado atrás , no podía evitar que su mente la devolviera constantemente a todos esos fascinantes escenarios , a todas increíbles aventuras , a todos esos magníficos seres , pero sobretodo, a esos irreales manjares.

En una ocasión Peach había llevado a ella y a Daisy de compras para conseguir unos nuevos trajes de baño , durante toda esa tarde las tres pasaron modelando conjuntos y distintos out-fits frente a los espejos de las tiendas , al término del día las chicas estaban tan hambrientas que decidieron visitar un elegante restaurante que servía comida de todo tipo. Rosalina ,confundida por el nombre de tantos platillos distintos , no supo ordenar nada de la carta así que tuvieron que ser sus amigas las que pidieran por ella ; después de unos minutos llegaron multitud de Toads empujando carritos repletos de alimentos tan llamativos que con solo verlos hacían rugir el estómago de las princesas. En cuanto los platillos estuvieron sobre la mesa Peach y Daisy hicieron sonar los cubiertos de tan deprisa que comían , por su parte Rosalina no entendía el alboroto por la comida , en su planeta jamás habria reaccionando así por mucha hambre que tuviera , no fue hasta que hundió el tenedor en su pastelillo para posteriormente llevarlo a su boca que una cosquilleo inundó todo su cuerpo.

Desde ese momento y por el resto de su estancia en el Reino Cahmpiñon Rosalina aprovechaba cualquier oportunidad para volver a aquel restaurante , cada que terminaba con todos los platillos sobre la mesa un sentimiento de saciedad la embargaba totalmente , su barriga crecia unos cuantos centímetros con cada comida  acompañada de su cintura la,  cual ya sobresalía bastante de su vestido , Peach le recomendó que usará fajas para que así no fuera tan evidente sus primero pasos hacia la gordura -Es lo que yo hago- le dijo cuando le regaló una de las suyas. Pero la prenda le duró poco tiempo,  el aumento de grasa abdominal se incrementó con el paso de los días obligandola a conseguir fajas mucho más grandes y resistentes. Por los pasillos del castillo los Toads no hablaban de otra cosa que no fuera del prominente cuerpo que Rosalina había ganado desde su llegada , incluso Mario era consiente de esto , aún así el trato hacia ella no había cambiado en lo más mínimo . Debajo de todo ese tejido adiposo seguía siendo hermosa e incluso ese peso extra resaltaba atributos que antes no era demasido grandes.

De regreso en casa los destellos se juntaban al rededor de su madre , en un inició extrañados por esa abultada barriga que ya no podía ser contenida en el vestido tan entallado que llevaba pero que con el tiempo fueron acostumbrandose a la idea , los primeros días chocaban continuamente con la mujer debido a su recién adquirido nuevo tamaño , a Rosalina no le molestaba esto , se divertía con la forma en la que rebotaban los pequeños seres  alejados unos cuantos centímetros de ella. Al correr de las lunas muchos de ellos preferían dormir sobre su cómodo  cuerpo  , era tan suave que no podían resistirse a juguetear un poco.

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