CandyLand

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Después del papeleo rutinario fue conducida hasta un consultorio dentro de las mismas instalaciones , le pedimos que se quitará los zapatos y cualquier tipo de accesorio que pudiera añadirle peso antes de subir a la báscula -82 Kg , ya puedes bajarte - dije , anotando todos los datos de la paciente mientras que al mismo tiempo uno de mis compañeros le tomaba sus medidas ; talla estatura , tipo de sangre y antecedentes médicos. Debíamos  actuar bajo una estricta discreción como lo marcaba el protocolo , no estábamos ahí para darle a la gente lo que querian obtener , simplemente debíamos reunir datos.

La chica llamada Anabett , de 18 años,  nos explicó a detalle su estilo de vida acompañado de hábitos alimenticios , nos confirmó que no realizaba ningún tipo de actividad física y tampoco estaba interesada en realizar una . En ese momento entró una enfermera que le pido desnudarse hasta quedar en ropa interior , ella dudó por un momento mirándome a mí y a mí colega con desconfianza pero la mujer fue insistente al repetirle la orden. Su cuerpo era como el de tantas señoritas que habían pisado el mismo consultorio ; rechoncho , los bordes  de la ropa dejaban marcas en su piel debido a que ésta le quedaba muy justa , la panza era suave pero llena de estrías , temblaba de un lado a otro cuando la chica hacía hasta el más ligero movimiento , el trasero comenzaba a caersele a los lados al igual que los brazos , sus dedos estaban hinchados tal como el resto de su anatomía , las piernas eran precedidas por unos muslos tan anchos que era difícil de creer que minutos antes un pantalón pudiese contenerlos, desde su torso hasta llegar al vientre se iba desarrollando la típica forma de pera por lo que la mayoría de grasa acumulada era abdominal invadiendo la parte de la pelvis.

Rápidamente fue inspeccionada por nuestra colaboradora ,ella no paraba de arrojarnos las medidas del busto , cintura y cadera los cuales rondaban entre los 60 - 90 cm. Se le pidió que volviera a ponerse la ropa para poder ser transferida a la siguiente sala. Yo por mi parte me dirigí a un pequeño almacén en donde guardabamos las dosis suministrables del Nutri-Milk , una suplemento experimental que recién hacia su debut en el mercado, sujeto a pruebas de calidad y al visto bueno de los laboratorista... O al menos eso me habían dicho que respondiera a cualquiera que quisiera ofrecerse como voluntario. El Nutri-Milk era la revolución en el campo nutricionista "¿Por qué hacer ejercicios que desperdiciaban tú dinero y  tú esfuerzo cuando podrías obtener los mismo resultados con una simple bebida? "

Había sido contrado como examinador en jefe , mi trabajo era comprobar que todo se hacía conforme a los estatutos de seguridad al igual que registrar todo los efectos del Nutri-Milk en los sujetos de prueba. No llevaba más de dos semanas en el puesto y aún así ya me había acostumbrado a este proceso tan inhumano de registrar nombres para no recordarlos nunca , todos aquellos que entraban en nuestras salas eran identificados como aceptado o rechazado al final de los exámenes.

Volví  al consultorio con el contenedor en la mano y sujetando con la otra una pequeña jeringa . El Nutri-Milk era suministrado vía oral en pequeñas prociones pero  al ser aquella la dosis inicial debía hacerse por intravenosa . Al mirar a la joven me di cuenta que estaba bastante nerviosa , no había llevado a ningún familiar o amigo así que supuse que ninguno de los dos sabía a lo que se estaba sometiendo. Me acerqué a ella después de haber expulsado un poco del suplemento por la punta de la jeringa , le coloqué un algodón humedecido con alcohol sobre el hombro y cuando estaba apunto de inyectarla un sollozo me interrumpió.

-No me va a doler ¿Verdad?...

Las  severas políticas de la empresa me impedían establecer cualquier tipo de comunicación con ella , no podía  decirle nada más que no  fuera lo estrictamente necesario para las pruebas , todos mis compañeros lo sabían perfectamente y habían sabido acatar al pie de la letra esa instrucción , quizá por temor a las represalias que eso podría generar  o porque pondría en peligro su empleo , pero yo al obedecer esa regla no trataba de evitar una demanda legal , trataba de mantenerme  a salvo.

Encontré sus ojos y les clavé mi mirada , ni una sola emoción pudo encontrar en ellos , simplemente tomé su mano y la sostuve hasta que todo el suplemento estuvo dentro de su cuerpo. Ella soltó un suspiro y siguió observandome por poco tiempo hasta que el químico hizo efecto. La acomodaron sobre una camilla y la sacaron de la consulta hacía lo que sería su nuevo hogar durante los próximos meses , yo por otro lado aún sentía el calor de su tacto cuando atendía a la siguiente oleada de voluntarios ,  tristemente  pensé que ninguno iba a salir de aquí feliz , que jamás obtendrían los resultados prometidos ,  que al final siempre acabaría como solía hacerlo: transformandolos  en aquello que odiaban ser.

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