|| 𝐏𝐀𝐓𝐑Ó𝐍 󠇢໖ৣ ⻞🥃̸̷̫ ʽʽ ▩

Capítulo 0 | ❝Nuestra primera vez❞ |

El abrir los ojos provocó un dolor en ellos por el cambio de luces que alumbraban en esa enorme habitación, sus extremidades comenzaron a dolerle cada segundo provocando que sacara un quejido de dolor, dando un tic en el ojo al momento de moverse. Entrecerró sus ojos para observar mejor el lugar y poder refrescar su memoria, pero no hubo un recuerdo que le llegará por el momento, solo encontró sus muñecas atadas a una silla sin dejarle escapatoria, incluso en sus tobillos estaban atados en las patas de la silla, en unos de sus observaciones descubrió que toda su playera contenía gotas exageradas de sangre, al parecer era de él y por esa razón no recuerda que demonios le sucedió, lo poco que recuerda era que le dieron una misión en dónde tenía que matar a una persona; entraron por la puerta trasera de ese enorme hotel yendo al último piso donde se encontraba su objetivo, montones de disparos cayeron en su equipo y afortunadamente nadie salió herido, sin embargo, al momento de que dio la orden de atacar, olores nauseabundo penetraron por todos los lugares asqueando a todos los alfas que comenzaban a cubrirse en la nariz con todas sus fuerzas

El olor era tan intimidante que era imposible no acostumbrarse a ella, y eso se notaba por los alfas que comenzaban a enloquecer de dolor, sus piernas temblaron logrando que cayeran de rodillas tomando sus cuellos como si fuera una persona tratándolos de asfixiarlos, el único quien estaba de pie era ese Beta que no le daba efecto el terrible olor, admite que era una asquerosidad pero no le impedía no proteger a sus camaradas que agonizaban. Había decidido en salir de su escondite sin antes matar a todo aquello que se interponía en su camino, entro en una habitación semi oscura alumbrado de luces opacas pero que iluminaba casi una gran parte del lugar

Es donde encontró al responsable de la pestilencia, un hombre sentado en un sofá negro de cuero disfrutando de una copa de vino Royal Tokaji fino, se mantenía cruzado de piernas dejando ver todo su torso desnudo, tenía una cabellera larga atada de un lado cayendo esos caireles grisáceo, esa barbilla mostrando esa sonrisa desinteresada, es donde por fin se había detenido sus movimientos mirando directamente a Urss dejando su copa larga en una mesita que se encontraba a un lado. Se levantó del sofá y como si fuera una liga que la estiraba con fuerza llegando a un límite de largo, el hombre parecía que no dejaba de creer, esa anchura de masa muscular sin ser aterradora pero que era bastante intimidante como su olor de putrefacción. Para algunos podía ser una escena de una película de terror pero para el soviético, no era nada más que solo una nueva experiencia que le emocionaba

"Es la primera vez que me encuentro con un hombre que soporta mi olor, estaba deduciendo que eras un extraño Beta, ellos también le darían asco mi olor"

Una voz tan irresistible de no escucharla, una voz que era dictada para el significado de la belleza del hombre, creada para él. En cambio para el oído del soviético solo se centraba en los sigilosos sonidos de ese sujeto que caminaba elegante, no por escuchar una magnifica y armoniosa voz se desconcentraría, tenía que matar a ese hombre fuera lo que fuera

"Definitivamente eres un Beta tan extraño...si fueras un omega te hubiera hecho mío, tienes esa esencia que me haces estremecer, para serte sincero tus ojos son como el abismó, aterrador pero tan excitante"

Fue en ese momento en donde arrojo un cuchillo apuntando directamente en el pescuezo del ¿alfa?, ni sabía que mierda era esa cosa, un alfa normalmente era fornido de musculatura ancha y de unas feromonas amargas pero no siendo asquerosas como ese olor que ese hombre envolvía por todos lados como si fuese esta su casa. El hombre no pudo esquivar por lo tanto provoco que el filo del cuchillo le hiciera una línea por su cuello que pronto brotaría sangre en unos segundos, eso era lo único que recordaba antes de que cayera al piso

"Veo que ya estás despierto capitán"

Una voz extraña y lejos de ser reconocida se escucha a sus espaldas girando su cabeza para mirar bien al hombre que le estaba comenzando hablar, aunque sería fantástico poder ver bien si no fuera por la oscuridad que solo se encargaba de tragarlo dejándolo con la duda de quién sería esa persona