CINCO

1.5K 143 15
                                    

— Por favor... Ya háblame. -la oí decir por séptima vez de lo que iba del receso. Yo sólo la ignoraba y comía de mi comida. Miany tiene que sufrir las consecuencias, pensé que le había pasado algo ayer por la noche.- Por favor, YeoMin, ya háblame. -me agitó del brazo, pero yo aún así la seguí ignorando.- ¿Me perdonas...? -hizo un puchero.-

— No. -dijo de lo más seca.-

— Por favor... -volvió a agarrar de mi brazo y a hacer un puchero.-

La ignore igual, ayer me preocupo más de lo que ella se debió imaginar. 

Me paré de mi asiento y agarré mi bandeja de comida para dejarla en su lugar, dejando atrás a Miany. 

— ¡YeoMin! -se paró del asiento y me siguió.-

Este día iba ser demasiado largo... 

°°°

Al final del día decidí volverle a dirigir la palabra a Miany, no estaría todo el tiempo torturándola. Además, yo también me torturaba, ya que no sabía qué fue lo que hicieron todo este tiempo ellos dos, y me preocupaba. Al final del día aprendió la lección. 

— No es por ser chismosa, pero... ¿Qué fue lo que hicieron todo ese rato? Duraron más de una hora. -la vi. Nos dirigíamos a la parada de autobús, yo para mi trabajo y ella para su casa.-

— Se a donde va esa pregunta. -dijo sin verme y sonrió. Esperen, ¿Sonrió?.- ¡Oye, no no, no pienses mal! Sólo... Fuimos a tomar, es todo. 

— ¿Lo juras? -la vi y ella me volteó a ver.-

— Lo juro. -confesó asintiendo.- Por el meñique. -paró su pequeño dedo mostrándomelo. Ambas reírnos y negamos.-

Estuvimos en la parada de autobuses, mi autobús llegó y yo me subí a esté. Al sentarme en un asiento y ver a Miany sentada en los bancos de la parada me despedí para después desaparecer en mi campo de visión con ella. 

°°°

— Me dijiste que ibas a faltar sólo un día porque se supone que te sentías mal. -reclamó el señor Ho al verme llegar.-

— Me sentía mal. -asentí mintiendo por completo.-

— Sí, pero no me llamaste. Ayer también faltaste y no me llamaste, así que tienes dos opciones; te descuento el día, o trabajas el sábado. -contó con sus dedos, sin despegar su mirada de mí.-

Obviamente no dejaría que me descontarán el día, mil veces trabajo los días de mi descanso. 

— Lo trabajo. -contesté en cuanto escuche decir la segunda opción.-

— Bien, pero que no vuelva a pasar, eres una de las mejores empleadas. 

— Sí señor Ho, usted no se preocupe, no volverá a pasar. -hice una reverencia y él solo asintió y se fue dejándome sola.-

Suspiré y me senté. Por mis estúpidas ganas de ir ahora tendré que trabajar uno de mis días de descanso. Por lo menos no me descontaron el día, o me despidieron. 

Comencé a ponerme mi uniforme para empezar mi jornada de trabajo. 

°°°


















Los días pasaron, y llegó el sábado, y obvio lo trabajé. Los fines de semana se acostumbra a ver más gente que entre semana, así que el día fue muy agotador.

Muy, muy agotador.

No he ido a las carreras, por lo tanto no he visto a los chicos, y no, ya no pienso ir, sólo paso penas y preocupaciones. 

© SECRET LOVE || JK+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora