TREINTA

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— ¿Entonces, no te dijo para qué quería verme hoy? -le pregunté a Miany una vez que terminó de arreglarme, pero ella solamente negó.- Raro, JungKook no es tanto de sorpresas...

— Te vez divina. -sonrió Miany para dejar en su lugar el maquillaje.- Déjate sorprender, mujer. -sonrió.- Quizá hoy es tu día de suerte. -sonrió de nuevo y yo quedé aún reaccionando a sus palabras.- Listo, sólo es cosa de que lleguen. 

— ¿Lleguen? ¿Quién y quién? -dije aquello y a los segundos se escuchó como algo tocaba la ventana de la habitación de Miany.-

— Llegaron. -sonrió y fue casi corriendo para abrir el ventanal, dejando ver así a HoSeok.-

Esperen, ¿Qué hace HoSeok aquí?

— YeoMin, tu romeo te espera allá abajo. -dijo volteando a ver por de bajo de la terraza.- 

Sin saber a qué se refería, me asomé y me sorprendí al ver que ahí estaba JungKook luciendo su pantalón de mezclilla con sus botas negras y una camisa del mismo color con su chaqueta de cuero negro, y claro, no podía faltar su cabello recogido en una coleta.

Mi corazón comenzó a latir tan fuerte al sólo verlo. Sonreí al ver que me mirada. 

— Bien, yo me voy. -dije para despedirme de Miany y HoSeok.- Por favor, pórtense bien. -vi a Miany y a HoSeok, y más al último nombrado.-

— Lo prometo, pero ahora ya vete antes de que mis suegritos despierten. -y casi a empujones HoSeok me sacó al balcón.- Baja con cuidado. -dijo para ayudarme a bajar, y cuando creí que nada podía pasar, sentí una grandes y suaves manos abrazar mi cintura.-

— Te tengo. -dijo JungKook al ayudarme a bajar. Sonrió de lado al voltear a verlo.- ¿Lista para esta aventura con JungKook, linda? -retiró un mechón de cabello para ponerlo detrás de mi oreja. Yo sólo asentí ya estando más que sonrojada.- Bien, entonces sube a la motocicleta que esto recién apenas comienza.

Y con una despedida de manos nos fuimos alejando de la casa de Miany. 

Mentiría si digiera que no tenía miedo, y no por mí, sino por Miany. Sus padres podían entrar en cualquier momento y ver a HoSeok ahí, pero sabía de alguna forma que ellos no eran tontos para no estar precavidos.

— Pasare por algo de tomar a la tienda de doce horas y de ahí nos vamos a esta aventura, ¿Te parece? -asentí mientras apretaba más su estómago y lo pegaba hacia mí, haciendo así oler su rico aroma.-

— Amo tu aroma. -le dije junto a su oído.- 

— Que bueno, porque estarás junto a mí hasta que amanezca. -sonrió, y una vez que el semáforo estuvo en verde arrancó con toda velocidad.-

Sí, ya estaba acostumbrada a estas extremidades con JungKook.

°°°

— ¿Me estas mintiendo, verdad? Traes los ojos abiertos. -dijo JungKook comprobando aquello, yo sólo sonreí y negué.- Tramposa. -besó mis labios y me cubrió bien.-

— Juro que no he visto nada, JungKook. -dije dejándome guiar por él.- ¿Por qué tanto misterio? Me pregunto. 

— Misterio es mi segundo nombre. -dijo pegándose más a mi espalda y así guiarme.- ¿Lista? A la cuenta de tres abres los ojos. Una, dos, tres.

Y mi ansiedad por querer ver todo aquello que había en frente de mis ojos, hizo que casi me desmayara de lo impresionada. Casi me caigo de espaldas y sin exagerar.

— Joder, ¿Tanto te conmovió? -dijo burlón JungKook para sostenerme de ambas manos.-

— E-es...

— ¿Maravilloso, lindo, feo...? -dijo con rapidez.-

© SECRET LOVE || JK+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora