Fairytales

23.5K 1K 186
                                    

Isabella

Tenía que ser una broma. Tenía que ser una maldita broma.

Debía de existir una ley en contra de esto; Derick no podía simplemente llegar a mi vida y ordenarme lo que tenía que hacer, sobre todo cuando se trataba de meter a mi casa y mezclar con mi familia a la persona que mas amé en la vida junto con mi ex mejor amiga y su sequito de idiotas incompetentes. Insistía, debía existir una regla o reforma contra este tipo trato, aunque claro, si existiera, yo no podría seguirlo ni darlo a respetar por no son nada menos que una simple criminal.

Aquel día, el clima parecía estar de acuerdo con mi estado de humor: las nubes estaban tan grises que parecía que el cielo se caería de tan pesadas que eran las bolas de agua flotantes, el viento me traspasaba cada hueso y mi yo interna titiritaba de frío con potencia, el suelo no estaba mojado, pero tenía aquel toqué húmedo que sucede cuando el clima es tan helado que provoca pequeños témpanos de hielo adheridos a cualquier cosa, el ambiente esparcía un aroma a acre y tierra mojada. Para ser sinceros, este tipo de zona siempre permanecía sin ninguna diferencia. 

Gruñí molesta envolviéndome en mi negra chaqueta queriendo ignorar todas mis heridas que tendría que ocultar a Mags y a los otros chicos para no alarmarlos. Era lo malo de ser una vándala y a la misma vez tener a una familia que alimentar y cuidar, pues a pesar de estar siempre rodeados de ellos, sabes que al fin y al cabo estas completamente sola porque temes el día en que ellos puedan salir lastimados por tu culpa o peor, abandonarte al saber la clase de horrible persona que siempre has sido. Aunque, yo sabía muy en el fondo, que algún día llegaría la hora en que todo mundo me dejarían sola y a mi merced, porque, con el paso de los años, había aprendido en que nunca puedes esperar lo mejor de nadie.

Este último pensamiento me hizo mirar de reojo a Harry Styles, el hombre que alguna vez amé con locura y que rompió mi corazón en millones de frágiles pedacitos. Como si después de la muerte de mi hermana y la traición de mis padres no fuera suficiente. Vaya mierda. Ahora, él tendría que vivir conmigo y eso, de alguna forma, hacia que mi yo interna quisiera esconderse detrás de la sombra más grande y obscura para no volver a dar la cara por un largo tiempo. Tenía que admitirlo, Harry Styles sería siempre, por sobre todas las cosas, mi debilidad más grande, aunque eso no era lo que más me preocupaba para ser sinceras, si no el hecho de que su sola y simple presencia me hiciera volver a amarlo como alguna vez lo hice.

O peor.                                                                                

Darme cuenta que en ningún momento dejé de amarlo.

--¡Hey, Isabella!—gritó alguien a lo lejos que no pude reconocer--¿Por qué no traes ese lindo trasero tuyo y lo pones en mis piernas, cariño? Te aseguro que lo pasaremos en grande tu y yo solos en mi recamara

Odiaba aquel tipo de personas, por lo que también odiaba pasearme por estos rumbos sabiendo que aquella clase de asquerosos y repugnantes chicos estarían esperando a ver carne fresca. Tenía que admitir una cosa más: yo era muy conocida en todo aquel gentío de mala vibra, sobre todo por los favores que proporcionaba junto con los trabajos que realizaba a la búsqueda de más dinero. Tampoco hablaba de prostitución o trata de blancas, si no de delincuencia o extorciones que era lo que más se me daba. En fin, gracias a D, yo me había ido creado una fama, aunque a pesar de conocer mi nombre, ellos no sabían mi apellido pues eso debí de quedarse enterrado en la obscuridad más remota y lejana.

--¿Por qué no mejor te metes esta?—grité de vuelta alzando el dedo corazón

Sí, yo era toda una dama.

Just can't let you go-Harry Styles 2da temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora